“Descubrir el talento de las mujeres y ponerlo en escena es un reto que me apasiona”, dice la empresaria y consultora argentina Mercedes Wullich, quien se define como una “aceleradora de mujeres”, una especialista en asesorar a empresas en diversidad y género, y en difundir estrategias para que las mujeres alcancen sus metas profesionales.
Wullich nació en Buenos Aires y vive en España desde el año 2000. Ya contaba con una larga trayectoria como periodista en Argentina cuando arribó al viejo continente, allí fundó y dirige el medio online MujeresyCía y creó en 2011 el ranking Las Top 100 Mujeres Líderes de España, iniciativas que nacieron con el objetivo de dar visibilidad a las mujeres y que sus voces se amplifiquen.
Con los años, Wullich logró convertir al Top 100 Mujeres Líderes en un listado referente en España, una suerte de radar para detectar el talento secreto y dar a conocer a mujeres notables en sus ámbitos profesionales.
Además, dirige Gender Capital, una consultora especializada en género y diversidad, donde orienta a empresas e instituciones sobre cómo poner en valor estos conceptos. Con la iniciativa engageMEN, reta a los hombres a cambiar la foto de familia de las compañías.
¿Qué significa ser aceleradora e impulsora de mujeres? Wullich señaló a Infobae que un día se preguntó: “Y si en lugar de acelerar startups acelerara mujeres?” Ese interrogante sumado a su percepción de “mujeres directivas que sentían que no estaban en el lugar que se merecían”, la orientó a ahondar en enfoques de género.
Sobre la base de muchísimas conversaciones informales, empezó a armar “un programa básico y modular, con variables específicas y acciones. Es un trabajo conjunto de fijar estrategias, objetivos, áreas de mejora y deberes para el hogar. Suelo decir que a pesar de ser argentina no soy ni psicóloga ni coach: tengo el bagaje de 40 años de trabajo, que me permite extraer patrones valiosos para analizar y actuar llevándolas de mi mano hasta un lugar confortable. Lo de salir de la zona de confort tiene que haberlo inventado un hombre. Las mujeres que conozco tienen que entrar -y no salir- de una vez por todas en esa zona confortable y sentirse en su máximo potencial”, subrayó Wullich.
El lugar de las mujeres en los ámbitos de poder cambió de manera significativa en las últimas dos décadas, sin embargo hay mucho camino por recorrer. “Las mujeres son cada vez más conscientes de la importancia que tiene el poder. Escribir el libro 6 mujeres, 6 voces, otra mirada sobre la mujer y el poder me dejó como enseñanza algo que repito: el poder sirve para hacer. Si no lo tenemos, las probabilidades de hacer algo importante se licúan”.
Una voz influyente
Este año, Wullich fue distinguida en España como una de las Voces Influyentes de la red social LinkedIn. Top Voices es un programa de la red social en el que se destaca a quienes escriben sobre temas importantes relacionados con el lugar de trabajo, que promueven conversaciones profesionales actuales y que impulsan contenido innovador.
En ocasión del Día Internacional de la Mujer, el área española de la red social profesional más grande del mundo eligió a 10 mujeres como voces influyentes del mundo profesional femenino. En ese preciado listado de las 10 influencers de género más importantes de España, Wullich se ubicó, ni más ni menos, que en segundo lugar, detrás de Ana Patricia Botín, la presidenta del Banco Santander y de la Federación Bancaria Europea.
“Ser Top Voices LinkedIN reconoce mi constancia y foco por trabajar cada día con un objetivo claro: que las cifras cambien para las próximas generaciones. Por otro lado, que el diario El Mundo me incluyera en el segundo lugar entre las 10 mujeres más influyentes de LinkedIn “lejos del postureo” - traducido al argentino sería “la pose”-, es un orgullo pues la primera es Ana Botín -no solo la directiva más importante de España si no la española con más nombre fuera del país”, resumió Wullich a Infobae.
— Mercedes, ¿a través del ranking Top 100 Mujeres Líderes en España, cuál es la importancia de distinguir y visibilizar a las mujeres líderes?
— Mercedes Wullich: La importancia es brutal. Y no lo digo yo, lo dicen las estadísticas. La sociedad atrasa y las mujeres no están incluidas como debieran en los ámbitos de decisión porque todavía las estructuras y las ideas con las que se manejan la mayor parte de las compañías son, en este sentido, rancias. Poner el foco y visibilizar el talento de las mujeres en 10 categorías diferentes es avanzar e ir colocando mojones en el camino de las que vienen detrás. A la vez, que se vean reflejadas en esas referentes. Lo “natural” es una sociedad en la que hombres y mujeres compartan las decisiones. Si no peleamos por eso, seguiremos hablando de esto -¡qué perezaaa!- con nuestras nietas.
— Española por adopción con raíces argentinas, ¿qué diferencias ve entre los liderazgos en España/Europa y las mujeres líderes argentinas?
— España tiene la ventaja de haber trabajado antes estos temas con el primer gobierno paritario que fue el de José Luis Zapatero. Hay una conciencia más consolidada y transversal que hace que ciertas cosas -más allá de lo que piensen- sean mal vistas. Así se empieza a cambiar primero la percepción y luego el comportamiento y el estilo de liderazgo. Comparto algo que escuché: ¡si los cambios no se dan por convicción, que sea por percusión!
En Argentina hubo grandes avances en estos 22 años desde que la dejé, y muchas iniciativas valiosas, además de que en los medios este tema se ganó un lugar. Lo que hay que combatir es lo que algunos llaman el “pink washing”: que algo cambie para que nada cambie. Siempre con excepciones, creo que en Argentina el tema está circunscrito a sectores más “combativos” y menos a nivel corporativo.
Hace unos días, en una consultoría con una gran empresa argentina interesada en el cambio, me decían que el gran divorcio está entre lo que las mujeres aspiran y los hombres no están dispuestos a ceder. Mi respuesta fue: “¿Ceder? El poder no se da, se quita. Y como líderes empresariales, si quieren realmente ser parte del cambio, deberían provocarlo y contar con las nuevas generaciones para normalizarlo”.
Acelerar los cambios para que las mujeres con talento no malgasten su tiempo en caminos pedregosos es el motivo conductor de Wullich: “Desde mi lugar, traslado lo que he visto en mujeres con las que me he cruzado a lo largo de mi vida y de las que he aprendido lo que sé. Por eso, creo que debo apurar los tiempos y que las mujeres lleguen antes a tus metas”.
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