El freezer y el congelador son grandes aliados de la cocina hogareña. Brindan la posibilidad de preparar platos elaborados y luego separar porciones para utilizar en las semanas o días posteriores. Pocas cosas son tan placenteras como llegar cansados del trabajo o tener poco tiempo libre por los niños pequeños, y volver a disfrutar de platos ricos y caseros en minutos.
Para lograrlo, es clave seguir algunos consejos de congelamiento y elegir recetas aptas para freezer. A temperaturas inferiores a 1,5°C los microorganismos no pueden reproducirse. Por eso, la temperatura de los freezer hogareños es en promedio -12°C/-20°C, lo que impide el creecimiento microbiano en los alimentos.
Esto significa que congelar platos es similar a poner en pausa su fecha de vencimiento, un plato que en la heladera puede conservarse por tres o cuatro días, podrá mantenerse en el congelador por meses.
¿Cuál es la forma correcta de freezar los alimentos? La licenciada en nutrición Romina Pereiro explicó en Infobae que “lo más importante es freezar en porciones, así cuando descongelás se va a descongelar la porción justa y se evitan los desperdicios. Siempre debe tenerse en cuenta que lo mejor es utilizar bolsitas aptas para freezer o envolver en algún film, para evitar que se sequen las superficies del alimento”.
Si bien existe pérdida de valor nutricional especialmente en las frutas y verduras congeladas, esto sucede “más lentamente que los productos refrigerados o almacenados a temperatura ambiente; es el beneficio de la congelación lo que reduce el deterioro de los alimentos, aunque no lo elimina”, advirtió Fernando Ayala Zavala, profesor del Centro de Investigación en Alimentación y Desarrollo (CIAD) de México.
No es seguro congelar los productos luego de descongelarlos, porque al descongelar no solo ocurren cambios en la textura y el sabor, sino que “al aumentar la temperatura pueden crecer microorganismos y reproducirse, lo que podría causar luego enfermedades gastrointestinales”, recomiendan desde los Centros Públicos de Investigación (CPI) del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT) de México, un conjunto de 27 instituciones científicas y tecnológicas mexicanas dedicadas a la investigación. .
Se aconseja fragmentar los alimentos en las porciones que vayan a utilizarse y consumirlas en una sola preparación. Además no se recomienda descongelar a temperatura ambiente, sino ubicando el plato unas horas antes en la heladera, para evitar el riesgo del desarrollo de microorganismos.
1 - Arroz con pollo
Las proteínas magras de la pechuga de pollo, los carbohidratos del arroz, más los minerales y vitaminas de los vegetales hacen de este plato una opción muy sabrosa y saludable. Hervir dos pocillos de arroz blanco o integral. Por otra parte, saltear en una sartén grande o wok los vegetales de estación que más nos gusten, puede ser cebolla blanca o morada, verdeo, puerro, ajo, ají morrón rojo y verde, zanahoria rallada.
Para preparar un plato más abundante y así poder fraccionarlo para su congelamiento, utilizar dos unidades de cada verdura. Retirar y conservar. Luego saltear o freír dos pechugas de pollo cortadas en cuadrados o pequeñas tiras hasta que estén doradas y crocantes.
Cuando el arroz esté listo, colar y mezclarlo con el pollo y las verduras en el wok, agregar semillas de lino, chía y sésamo. La salsa de soja puede agregarse en el plato, para disminuir el consumo de sodio. Dejar enfriar, y congelar en bolsas aptas para freezer o en recipientes herméticos.
2 - Albóndigas de carne
Las albóndigas son muy nutritivas y fáciles de fraccionar, además pueden elaborarse con carne vacuna, de pollo, cerdo o pescado. Este plato consiste en carne molida saborizada con especias y, en algunos casos, vegetales previamente salteados y procesados. Pueden cocinarse al horno, al vapor o fritas.
Aquí, una de las recetas bien criollas de albóndigas de carne vacuna y de cerdo: se van a necesitar, 700 gramos de carne vacuna y 200 gramos de carne de cerdo, 100 gramos de pan humedecido con leche, queso grana, coriandro molido, perejil y peperoncino. Para la preparación, mezclar todo los ingredientes y el pan mojado en leche, previamente procesado, y amasarlos en un bowl por unos minutos.
Luego, con esta preparación formar bolitas del tamaño elegido, pasarlas por harina y freír en aceite de oliva brevemente (1 min max) con el fin de sellarlas. La cocción final se dará en la salsa que se utilice para acompañar las albóndigas. También pueden ponerse directamente en una placa de horno para hacer más cantidad, empezando por horno fuerte y luego ir bajando la temperatura. Al enfriarse freezar de a 4 o 6 unidades para tener un plato listo en cualquier momento.
3 - Risotto de brócoli
Para tener una buena noche de sueño, es ideal cenar platos livianos que el organismo digiera bien y evitar levantarse por la noche e interrumpir el descanso. En ese camino, la nutricionista Laura Romano recomendó en Infobae este risotto de brócoli.
Los hidratos de carbono de digestión lenta, tienen la función de brindar energía, como las pastas y el arroz. “Se recomiendan las opciones integrales por su mayor aporte de fibra, la cual prolonga la sensación de saciedad y evita que se produzcan picos de glucemia”, afirmó Romano a Infobae.
Para este plato se van a necesitar, brócoli, arroz, caldo de vegetales, cebolla, ajo, queso parmesano y especias a gusto. Para la preparación dorar en aceite de oliva la cebolla y el ajo hasta que estén traslúcidos. Agregar el arroz y añadir el caldo sin dejar de remover. Cuando el líquido se haya consumido, agrega más caldo e incorpora el brócoli y continuar removiendo permanentemente. Finalmente cuando el arroz esté listo, agregar queso y manteca.
4 - Tarta de atún
Esta tarta de atún del reconocido chef Osvaldo Gross, que Infobae detalló en sus especiales de Semana Santa, es una receta exquisita para todo el año. El atún es un pescado con gran aporte de nutrientes, bajo en grasas y con alto contenido de proteínas.
Para el relleno, cocinar en una sartén a fuego bajo con aceite de oliva y manteca 1 kilo de cebollas, 250 gramos de morrones en juliana condimentado con sal hasta que estén las cebollas transparentes. Luego, aromatizar la preparación con laurel, pimentón y hebras de azafrán machadas con una pizca de sal. Una vez que el sofrito esté tibio, unir con 500 gramos de atún desmenuzado y mezclar bien.
En lugar de preparar solamente una tarta, es ideal duplicar la receta para armar dos. Dejar enfriar y fraccionar la segunda pieza para freezar en 8 porciones.
5 - Fetuccini al Strogonoff
Las pastas son una gran opción para noches de frío y para recuperar energía al final del día. Sin embargo, si bien la pasta seca se cocina en pocos minutos, las salsas llevan su tiempo de preparación, y son lo que realmente convierte a un plato sencillo en un banquete sabroso.
Pruebe estos fetuccini al Strogonoff que recomendó Infobae, puede utilizarse fideos con o sin TACC. Para la salsa, picar la cebolla y el ajo en brunoise, la carne en cubos y llevarlo a fuego con un poco de aceite de oliva, salpimentar y agregar el pimentón dulce. Sofreír unos minutos y agregar los hongos champiñones, por último el queso crema y un poco de leche para que no quede tan espeso.
Al enfriarse, separar en porciones en recipientes herméticos para prolongar sus sabores en el freezer.
6 - Medallones veganos con morrón asado
El congelador también es un gran aliado para los alimentos a base de vegetales y sin gluten. Pruebe cocinar estos medallones veganos con morrón asado, para hacerlo sólo es necesario lentejas, morrón, cebollita de verdeo, especias y harina de garbanzos o arvejas. El ají morrón que se hizo a la parrilla o plancha de cocina se freeza aparte, en unas bolsitas los medallones y en otras las verduras asadas.
En lugar de preparar la receta para 4 unidades, multiplicar por dos o tres y así separar porciones para disfrutar en los próximos meses. Las legumbres son un producto ideal para freezar, ya que llevan largos tiempos de cocción el frío conserva muy bien todas sus propiedades.
7 - Sopa criolla peruana
Las sopas, tan relegadas durante años como el plato obligado y aburrido de la abuela, recuperaron su valor gourmet en los últimos años, y se volvieron a imponerse como las protagonistas para iniciar una rica cena en las noches más heladas.
Para esta receta de sopa criolla detallada en Infobae, se necesita ajo, cebolla morada, pasta de ají panca, carne de res, leche en polvo o evaporada y especias. Aquí los detalles de la preparación. Luego de enfriarse, separar en porciones en bolsas o recipientes herméticos y freezar. Al momento de descongelar y servir sólo restará freír el huevo en una sartén, para que esté bien fresco y conserve sus propiedades.
El poder de la sopa en América se remonta a la época de los Incas, que elaboraban sus famosos chupis, que no eran otra cosa que sopas de vegetales, que incluían algunas veces crustáceos, moluscos, carne de llama, o pollo.
Para el postre
8 - Muffins de arándanos
Los muffins son pequeños pasteles llenos de sabor, si bien muchas personas sólo lo asocian a meriendas y desayunos pero pueden ser una gran opción para el famoso antojo dulce después de cenar. Además, son de cocción rápida en el horno y muy fáciles de almacenar por unidades.
Para preparar unos 18 muffins, se van a necesitar 4 huevos; 250 gramos de manteca; 250 gramos de azúcar; 250 gramos de harina leudante, ralladura de limón y esencia de vainilla. Y una taza de arándanos, que pueden reemplazarse por banana o plátano pisado, peras cortadas en cubos u otra fruta de estación. Batir los huevos con el ázucar, hasta punto letra para incorporar mucho aire y que salgan esponjosos. Luego agregar el resto de los ingredientes mezclando a mano con batidor, por último incorporar los arándanos. Cocinar en moldes para muffins.
9 - Budín de limón
Las recetas dulces también puede difrutarse en su versión sin gluten. En este caso, el clásico budín de limón, ideal para fraccionar en porciones y freezar.
Para la preparación, integrar una taza de aceite, una de azúcar, tres huevos huevos, y esencia de vainilla. Cuando el azúcar esté disuelta casi por completo, agregar dos tazas de premezcla sin TACC o de harina común, dos cucharadas polvo de hornear, el bicarbonato y una taza de leche. Importante, que no queden grumos en la preparación.
Para freezar, lo ideal es duplicar las cantidades de la receta y colocar dos budines en el horno durante 45 minutos. Esperar que tome temperatura ambiente, cortar en porciones, poner en bolsitas y llevar al congelador.
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