Desde este viernes 20 de mayo, el imponente Palacio Errázuriz Alvear, una residencia de estilo francés construida a principios del siglo XX y sede del Museo Nacional de Arte Decorativo, se convertirá en una “Casa Tomada”: la retrospectiva de la obra del artista visual y arquitecto Gaspar Libedinsky, que promete “invadir” el palacio con escobillones, trapos y plumeros transformados en obra de arte.
El espacio no será un sala de exhibición en el sentido clásico o tradicional, ni un circuito cerrado o guiado. La muestra, que reúne más de 10 años de producción del artista, propondrá un recorrido inmersivo e interactivo por los salones, patios y jardines del museo. “No se trata de un cubo blanco, es una muestra en una casa-museo”, explicó el artista a Infobae sobre su propuesta retrospectiva, con el objetivo de apropiarse de cada uno de los espacios, desde el hall hasta el subsuelo del museo ubicado en Avenida Libertador 1902.
Los materiales que otros consideran de descarte o antiestéticos son fuente de creatividad para Libedinsky. Para esta muestra le compró a un fabricante 60.000 kilos de cerdas plásticas de escobillones, hechas a partir de botellas recicladas. Ese material da vida a la instalación Arrecife en El Origen de las Especies, una mega obra que va a cubrir 400 metros cuadrados del hall del Museo Nacional de Arte Decorativo en Buenos Aires.
Luego de dos meses de exposición, ese material plástico volverá a la industria para que se fabriquen 10.000 nuevos escobillones. “Fue petróleo, plástico, botella, entró en el mercado de reciclado para convertirse en cerdas de plástico y tras dos meses volverá a convertirse en escobillones”, describió Libedinsky a Infobae.
Para él, la crítica sociopolítica o sociocultural que pueden provocar sus piezas, no es una postura que pretenda imponer, es parte del proceso creativo que se completa en el espectador. El artista busca convertir objetos ordinarios en extraordinarios, para eso, como una suerte de alquimista, atrapa materiales marginales para convertirlos en objeto de deseo estético.
La obra de Libedinsky parte de situaciones y objetos de la vida cotidiana que él reconfigura para crear un nuevo significado artístico, bajo ideas-fuerza fundamentales: la transformación de lo ordinario en extraordinario (escobillones en arrecifes de coral), la conversión de lo marginal en objeto de deseo (trapitos en trajes elegantes) y la creación de lo nuevo a partir de la reorganización de lo existente (bicicletas usadas en un carrousel interactivo).
En “Casa Tomada”, los objetos de limpieza (que conforman la mayoría de las obras de Libedinsky) se desplazan al centro de los magníficos salones. Trapos, escobillones, plumeros, que suelen utilizarse en la conservación de la obras de arte pero que se mantienen ocultos en algún recinto alejado de la exhibición, en esta muestra ocupan un lugar central. Su presencia genera un efecto de extrañamiento, pero además resignifica el mobiliario del palacio.
Lejos de las solemnidad de algunos artistas, Libedinsky plantea una relación emocional con su obra. En diálogo con Infobae, explicó que su propuesta es el arte apto para todo público, no pretende que sus creaciones sean intelectualizadas en el primer contacto ni tengan un mensaje cerrado.
Sin embargo, sus elecciones no son arbitrarias, son en sí mismas una definición y una toma de postura. Como comprarle las franelas a los trapitos de los semáforos o confeccionar obras con los trajes usados que adquiere en el Ejército de Salvación.
En la serie Míster Trapo hecha con textiles usados muestra la tensión entre la elegancia de los uniformes y la rusticidad de los trapos de limpieza. Como explicó el crítico Rodrigo Alonso, “el artista habla aquí de una suerte de “deseo” de éstos últimos por acceder a la sofisticación de los primeros. En todo caso, es su intervención formal la que pone de manifiesto ese deseo, o quizás incluso lo genera, haciendo gala de ese comportamiento lúdico-constructivo”. Las doce prendas pertenecientes a Míster Trapo se ubican en el Salón de Baile del palacio, como doce bailarines dispuestos a comenzar la danza en cuanto se escuche la música, incluyendo e interactuando con el propio espectador.
Los cuadros de Gallardo
En junio de 2020, Libedinsky rompió la selecta barrera del circuito del arte por una situación fortuita: se hizo viral una imagen del director técnico Marcelo Gallardo en una charla virtual del Club Atlético River Plate. Detrás del entrenador, en la pared del living de su casa, estaban expuestas tres piezas de Libedinsky que formaron parte de la obra Kunstformen der Natur (Formas artísticas de la naturaleza). Los cuadros están hechos con cerdas de plástico de escobillones convertidos en una especie de pinceladas sobre el lienzo, que en este caso es acrílico.
El arte para todo público de Libedinsky es uno de sus sellos personales. Multifacético, se jacta de haber sido el primer malabarista argentino en salir a hacer shows callejeros en los semáforos de Recoleta, hacia fines de los años 80. A los 19 años dejó la Argentina para cursar una pasantía en un estudio de arquitectura en Europa, recaló en Rottedam, Holanda, de ahí a Londres y luego a Nueva York, ciudades en las que se moldeó, vivió y trabajó. Se formó como arquitecto en la Architectural Association (AA) de Londres, en Reino Unido, fue profesor en la Universidad de Harvard (EEUU), en la Architectural Association (AA) y en la Universidad de San Andrés en Buenos Aires, en la que formó parte del Comité Asesor responsable de la creación de la Licenciatura en Diseño.
Además, trabajó en dos de los estudios de arquitectura más importantes del mundo: el Rem Koolhaas en Rotterdam, Holanda, y Diller Scofidio + Renfro en Nueva York. Como artista fue galardonado con la Beca Kuitca/UTDT 2010-11, uno de los programa para artistas más prestigiosos de la Argentina, liderado por Guillermo Kuitca.
La muestra “Casa Tomada” podrá visitarse desde el viernes 20 de mayo hasta el domingo 14 de agosto de 2022 de miércoles a domingos de 13 a 19 hs. en el Museo Nacional de Arte Decorativo (MNAD), ubicado en Avenida del Libertador 1902.
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