El lavado del pelo es uno de esos temas sobre los que todos sienten la necesidad de dar su opinión. Algunos por experiencia propia, otros por recomendación de un especialista, y está aquel que aconseja sobre la base de lo que leyó o escuchó sin sustento en la voz de los expertos. Pero lo cierto es que si existe un tema referido al cuidado capilar que divide las aguas es si conviene o no lavarse el pelo todos los días.
Durante mucho tiempo se creyó que lavarse el cabello todos los días era nocivo para salud del cuero cabelludo, promovía la grasitud, aumentaba la caída del cabello, entre otras desventajas.
Entonces, ¿conviene lavarse el pelo a diario? ¿Cómo? ¿Con qué shampoo? Infobae consultó a especialistas para despejar todas las dudas.
“Lavar el cabello es el primer paso para sostener y lograr una buena higiene funcional del cuero cabelludo y lograr el mejor aspecto cosmético del pelo”. Consultado por este medio, el médico dermatólogo y especialista tricólogo Miguel Marti (MN 129.557) explicó que “el secreto, en este punto, es la elección del shampoo y del acondicionador que pueda brindarle al pelo lo que necesita y quedar conformes con los resultados”.
“No existe una frecuencia aconsejable para lavarse el cabello. Podemos lavarlo las veces que queramos hacerlo, lo que no es para nada aconsejable es dejar de lavarse el pelo por días”, recomendó por su parte la médica especialista medicina estética Johanna Furlan (MN 122.975), quien contra lo que suele decirse, aseguró que “lavar el cabello con menor frecuencia produce aumento de la caída, aumento de la descamación y mayor incidencia de dermatitis seborreica (caspa), picazón y alteración de microbiota cutánea, esto es, de las bacterias beneficiosas que habitan en la piel de todo el cuerpo”.
En opinión de la directora técnica de Hairssime, Julieta Expósito, “el lavado diario va a depender del tipo de cuero cabelludo”. “Lo que tenemos que saber es que un cuero cabelludo se considera sucio después de las 18-20 horas, en promedio, lo que significa que hay que lavarlo una vez al día para retirar esa suciedad -profundizó la experta-. Si no se hace, se corre el riesgo de que esa suciedad se degrade sobre la piel y esos residuos que se descomponen sobre la piel alteran la microbiota del cuero cabelludo. Todo ese ecosistema cuando se acumula sebo o suciedad se genera un desbalance que se refleja en la salud y el aspecto del cabello”.
Elegir el shampoo, un primer paso clave
Roberto Cangiano es director educador en Academia Mala y ante la consulta de este medio precisó que “más allá del componente que pueda tener el shampoo (aceite de argán, de almendras, etc) tienen propiedades para, por un lado, lavar y sacar la suciedad y por otro agregar parte de lo que el lavado le quita al cabello, que es esa grasitud natural”.
“Se llama manto hidrolipídico y es parte de lo que producen las glándulas sebáceas y sudoríparas para proteger y nutrir el cabello”, explicó el experto, quien consideró que en este sentido es clave que se utilice un “tipo de shampoo adecuado para cada tipo de cabello”.
En este punto, Martí reconoció que “al shampoo se le exige todo, incluso que haga crecer el pelo, pero éste sólo limpia el cuero cabelludo”. “El encargado de dar el acabado final y de brindar el aspecto que deseamos es el acondicionador, pero no esos instantáneos que se usan en la ducha, sino aquellos que son cargados de proteínas, que brindan elasticidad y recuperan las cualidades físicas del cabello”, ahondó el especialista.
Para este especialista,“el secreto es elegir shampoo según el tipo de cuero cabelludo (graso, seco, sensible, descamativo, etc) y luego acondicionadores terciarios según las características del pelo (fino, grueso, con rulos, corto, largo, decolorado o alisado)”.
“Pero si la pregunta es si conviene lavarlo todos los días, la respuesta es sí, y cuanto más frecuente es mejor”, recomendó el tricólogo.
Al respecto, Furlan aconsejó: “Debemos encontrar el balance entre piel o cuero cabelludo en este caso sano y cabello sano. Las personas que realizan tratamientos químicos en su cabello como decoloración o alisados deben utilizar suplementos indicados por el médico especialista. Es ideal usar productos de baja detergencia y sin sulfatos. Las personas con cuero cabelludo graso necesitan un lavado diario”.
Sobre cuál es el shampoo indicado para cada tipo de cuero cabelludo, Cangiano ahondó: “Un cuero cabelludo graso requerirá shampoo para cabello graso y el acondicionador se elige en función de las necesidades que el cabello tiene en medios y puntas; es decir que, por ejemplo, un cuero cabelludo graso y un largo teñido requerirá una máscara nutritiva por más que el cuero sea graso”.
Para Expósito, “en cueros cabelludos grasos el lavado diario es imprescindible”, aunque hizo la salvedad de que “se debe tratar de no estimular la glándula sebácea y eso se logra regulando la temperatura del agua, y con masajes delicados y suaves al lavar”. “Puede usarse lavado de por medio o cada tres o cuatro lavados, un shampoo para cuero cabelludo graso con base lavante más intensa, pero no es recomendable que ese shampoo sea diario para equilibrar”, agregó.
“Si el cuero cabelludo es seco y se lava todos los días se corre riesgo de sensibilizar mucho la piel -aclaró la especialista-. Como ese tipo de cuero cabelludo no segrega sebo extra se puede espaciar el lavado y lavar día por medio; ese sería el límite porque por más que no se segrega sebo hay suciedad”. Y aconsejó: “En este caso deben elegirse shampoos con bases lavantes suaves, bajos en sulfatos, que es lo indicado para un cuero cabelludo seco con tendencia a ser sensible. Un shampoo a base de aceites también puede funcionar”.
Ahora bien, si el cuero cabelludo es normal, “lo que se busca es mantener regulado el ph, por lo que se usará un shampoo de hidratación suave y correcto para el tipo de piel; un shampoo equilibrado, que lave bien y que sea de hidratación suave y no tan profunda”, señaló, al tiempo que recordó que “es importante entender que el agua sola no lava”.
En qué consiste la técnica 60/180
“Todos los productos de cosmética tienen secretos en su modo de uso, el tiempo de aplicación mínimo a máximo, la intensidad del masaje en la aplicación y cómo distribuirlo son los más claves”, aseguró Expósito.
En este punto, para ella, “el tiempo de pose de un shampoo es de 60 a 180 segundos, o sea de uno a tres minutos”.
¿De qué depende que se lo deje más o menos tiempo? “En principio, del tipo de cuero cabelludo y no de cabello que tengamos y obvio si necesitamos quitar algún producto de styling”, explicó Expósito.
Sobre esto, Furlan agregó: “Uno de los secretos de un pelo saludable es masajear el cuero cabelludo para estimular la circulación sanguínea. Es fundamental tomarse de uno a tres minutos mientras se lava el pelo para realizar el masaje que ayuda a fortalecer el cuero cabelludo y al mismo tiempo brinda una sensación de bienestar”.
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