“One happy island” es el slogan que se puede leer en toda la isla: “La isla feliz”. Y vaya si lo es. Hace casi un mes que en todo el territorio se puede circular y permanecer sin tapabocas y sin ninguna restricción de las que rigieron durante los dos años de pandemia por COVID-19.
No existe restricción alguna con respecto a eventos públicos, ni privados. Cuando se llega al aeropuerto, apenas bajar del avión, realmente es sorprendente ver “algo raro” en las personas. Y es que ninguna tiene colocado el barbijo, cuando hemos perdido la costumbre de ver las caras completas de la gente.
Para ingresar, no hace falta estar vacunado contra el COVID 19 y tampoco se exige prueba PCR. Pareciera que el virus nunca existió. No hay casos positivos en la actualidad y para los argentinos, tampoco se exige la vacuna contra la fiebre amarilla.
La isla de Aruba se encuentra ubicada en el Mar Caribe, a 35 kilómetros de las costas de Venezuela. Para llegar desde Argentina, es necesario tomar un vuelo a Panamá o a Bogotá y desde allí, otro vuelo de una hora y media.
Aruba es lo más parecido a la percepción más común que se tiene del paraíso. La temperatura promedio durante todo el año es de 28 grados, está fuera del cinturón de huracanes que cada año azota al Caribe y tiene arenas blancas y agua cristalina. Para quienes son del club de los friolentos, éste es su lugar, ya que el agua tiene la temperatura ideal para que no desear salir del mar.
Conversando con los lugareños, queda claro cuáles son los tres puntos que hacen que los turistas vuelvan a Aruba: el primero es la amabilidad de la gente. Todos reciben a los visitantes con una sonrisa, desde el agente de migraciones que sella el pasaporte, hasta el taxista que lleva del aeropuerto hasta el hotel.
El segundo es la seguridad. Al principio es sorprendente ver que la gente deja sus teléfonos y demás pertenencias en las reposeras de la playa y se van al agua sin preocupaciones. Vale hacer un alto y destacar que la mayoría de los turistas de Aruba son estadounidenses y europeos y ellos no están acostumbrados a los robos.
El tercer punto por el cual la gente vuelve es la naturaleza. Basta con hacer media hora de snorkeling para enamorarse del lugar y no querer salir del agua. Cientos de peces y especies submarinas, corales de todo tipo y formas y tortugas marinas nadando alrededor es algo impagable y muy emocionante.
Una de las mayores preocupaciones de quienes aún no conocen Aruba es el idioma: “¿Voy a entender algo?” “¿La voy a pasar mal?” “Me dijeron que hablan un idioma propio y que es muy difícil de entender”. Nada de eso. La isla vive 100% del turismo y los arubeños hablan cuatro idiomas como mínimo, ya que en las escuelas se los enseñan desde niños.
El holandés y la lengua local, el papiamento, son los idiomas oficiales de la isla, pero la mayoría de la gente habla además inglés y español.
El papiamento es un lenguaje exclusivo de las islas Aruba, Bonaire y Curazao. Es una mezcla entre holandés, inglés, español y con una fuerte presencia del portugués. Si bien fue el idioma nativo por más de 300 años, fue declarado idioma oficial, junto con el holandés, recién en el año 2003.
Si bien Aruba es una isla perfecta para el relax, también es un buen lugar para descargar tensiones y adrenalina. En el Parque Nacional Arikok se puede hacer senderismo y trecking y en las zonas norte y este, las playas son perfectas para hacer kitesurf, windsurf y otros deportes extremos. En toda la isla se puede hacer buceo y snorkeling ya que hay más de veinte barcos hundidos y los escenarios son perfectos para la aventura y para descubrir la fantástica fauna marina que habita en las profundidades.
Una de las excursiones combina paseo en kayacs con snorkeling. Partiendo desde la playa de Mangel alto hasta el arrecife de corales en donde se bucea durante una hora y media en pequeños grupos de gente.
Actividades y precios:
Se puede alquilar los elementos para hacer snorkeling desde 10 dólares o, inclusive, un tour en catamarán a partir de 70 dólares.
Este catamarán parte desde Palm Beach, la playa donde se ubican la mayoría de los hoteles all inclusive, y cuenta con barra a bordo con bebidas incluidas. El paseo dura tres horas y tiene dos paradas para hacer snorkeling: una en zona de corales con poca profundidad y otra en zona profunda con avistajes diferentes.
Otras actividades que se pueden hacer son Yoga SUP o Yoga en Paddle Board, vinyasa flow o ashtanga: la idea es hacer yoga en el agua. Una clase de una hora con un instructor capacitado y los elementos necesarios (tabla y salvavidas) cuesta aproximadamente 70 dólares. También existe la opción de alquilar la tabla sin necesidad de estar en una clase, por 20 dólares.
El Parque Nacional de Arikok ocupa casi el 20% de Aruba. Es el hogar de una larga lista de especies animales y vegetales. Un paisaje con alto porcentaje de desierto donde se pueden ver miles de cactus y vegetación típica de estas zonas áridas. Dentro del parque se pueden visitar las playas del este con gran oleaje, aptas para que deportistas de alto rendimiento practiquen actividades acuáticas. También se puede visitar Guadirikiri Caves, una caverna de miles de años en donde hay tres cuevas para explorar, ubicadas en la base de un acantilado de piedra caliza. Allí se podrá observar gran variedad de estalactitas y estalagmitas.
Dato: no es el mejor lugar para una persona que le tema a los murciélagos. En ese caso será mejor evitarlas ya que, si bien son inofensivos, hay cientos de ellos.
Para entrar al parque se pagan 11 dólares, que se destinan a la preservación del espacio, a programas educativos y a proteger a los animales que deambulan libremente en estas 4.000 hectáreas.
Entre flamencos
La isla Renaissance tiene las únicas playas privadas de Aruba y ahí se pueden ver los famosos flamencos rosados. Para ir, hay que contratar una excursión de medio día partiendo desde el puerto o también, es posible hospedarse en el hotel que está en la isla. La excursión tiene un valor de 125 dólares por persona (incluye el traslado desde el puerto).
Las playas
Todas las playas de Aruba son públicas y gratuitas, exceptuando las islas privadas de Renaissance Creek Aruba Resort y De Palm Island. En una semana se pueden conocer y recorrerlas a todas porque, si bien la isla es grande, las mejores playas están todas ubicadas en la zona noroeste.
Generalmente las estadías promedian los 7 u 8 días. Pero, en caso de ir por menos tiempo, esta es una lista de las playas que sí o sí se deben visitar:
1-Eagle Beach: fue catalogada entre las 3 mejores playas del mundo, según Trip Advisor Traveler´s Choice Awards en 2019. Una playa con pocas olas y poca profundidad. Ideal para toda la familia. Es muy tranquila ya que está un poco alejada de la zona hotelera. En ella se encuentran los famosos árboles fofotis, muy fotografiados, y es perfecta para realizar actividades acuáticas como moto de agua y parasailing.
Cuatro especies de tortugas marinas anidan en Aruba y la mayoría de sus nidos están en Eagle Beach. Entre los meses de junio a septiembre se podrá ver el nacimiento de estos animales y cómo van al mar para comenzar su recorrido. Pero si se va fuera de esas fechas habrá algunas áreas delimitadas y protegidas para que los turistas no pisen y dañen los nidos.
2-Baby Beach: es una laguna artificial de poca profundidad que se encuentra al sur de la isla, en el área de San Nicolás. Se forma gracias a una escollera de piedras que separa el mar abierto de esta extensión de arenas blancas, formando una playa de muy poca profundidad. Es ideal para familias con niños ya que no llega a los 60 centímetros de profundidad y no tiene olas. También es muy propicio para hacer snorkeling.
3- Palm Beach: es quizás la más conocida porque en su extensión se ubican varios hoteles all inclusive y la mayoría de los turistas se quedan ahí a pasar sus días de estadía. Es muy tranquila pese a que es la más concurrida. Ideal para disfrutar del día y la noche, ya que en uno de sus extremos se encuentra Moomba Beach, con una disco al aire libre que funciona durante todo el dia con tragos y música.
4- Boca Catalina: conocida como una de las mejores playas del Caribe para realizar snorkeling por su gran cantidad de fauna y flora marina. Es muy tranquila, de poca profundidad y con escasas olas.
5- Arashi Beach: es una playa de aguas tranquilas, alejada de la zona céntrica. Es perfecta para ir en parejas a disfrutar de los atardeceres únicos debido a su ubicación geográfica. Está ubicada en el extremo noroeste de la isla, camino al Faro California.
6- Mangel Halto: es una playa alejada, pero el mejor lugar para disfrutar de aguas calmas, poco profundas y con mucha paz. Tiene una terraza de madera y acceso a través de los manglares para practicar kayak en aguas abiertas, surf de remo y también buceo. Se puede caminar por el borde del arrecife de coral y ver distintas especies de peces.
Si se viaja a Aruba, no se puede dejar de visitar Oranjestad, la Capital de la isla, en donde se encontrarán tiendas de lujo con las más reconocidas marcas del mundo rodeadas de edificios emblemáticos restaurados. Un tranvía atraviesa las calles del centro conectando la terminal de cruceros con la zona de restaurantes. Allí se puede hacer un tour caminando que dura aproximadamente dos horas y media y recorre los principales lugares históricos.
Otro de los sitios imperdibles es San Nicolás, al sureste de la isla. Es un pueblito que vivía de una empresa petrolera y, cuando ésta cerró sus puertas, se tuvo que transformar. Una movida artística la convirtió en un centro de arte increíble. Más de 60 murales pintados por artistas de todo el mundo hacen de esa localidad un lugar único que vale la pena conocer. Allí se realiza todos los años el carnaval de Aruba que dura 30 días y paraliza al pueblo.
* Hernán Lirio es periodista, conductor y viajero. Travel Blogger y director de www.tenesqueir.com
* Fotos: Hernán Lirio y Turismo Aruba
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