No todos los días suceden este tipo de subastas. Para quienes invierten en el mundo del lujo, ésta es sin dudas la noticia de lo que va en este 2022. El diamante blanco más grande que jamás se haya vendido públicamente, podría alcanzar los 30 millones de dólares cuando se subaste en Suiza en mayo, ya que los precios y la demanda de diamantes continúan repuntando después de una caída inicial por la pandemia.
Apodada “La Roca”, la joya es un diamante en forma de pera de 228,31 quilates que fue extraído y pulido en Sudáfrica hace 20 años, según Christie’s, que dijo que se encontraba entre las piedras preciosas más finas que pasaron por la casa de subastas desde su fundación en 1766.
El Instituto Gemológico de América calificó la gema como un diamante de color G y claridad VS1, y la venta incluirá una carta del laboratorio que indica que “The Rock” es el diamante en forma de pera más grande clasificado por el instituto, según Christie’s.
La gema romperá el récord del conjunto de diamantes más grande subastado en 2017, cuando un diamante blanco de 163,41 quilates se vendió por 33,7 millones de dólares, también a través de Christie’s Ginebra.
“En este momento hay un gran apetito en el mercado de los diamantes”, dice Rahul Kadakia, responsable internacional de joyería de Christie’s.
La piedra realizará una gira mundial antes de la subasta de mayo, deteniéndose primero en los showrooms de Christie’s en Dubái, Taipéi y Nueva York, y luego se enviará a Ginebra, donde será una de las joyas de las subastas de la Semana de Lujo de Christie’s .
Christie’s negoció por primera vez la venta privada de la gema a un coleccionista hace casi dos décadas, y el vendedor se acercó recientemente a la casa de subastas para volver a vender la gema en el mercado público después de que aumentara la demanda de diamantes el año pasado, dijo el director internacional de joyería de Christie’s
La industria del diamante ha logrado hacer una gran recuperación después de haber sido golpeada por la pandemia. De Beers y Alrosa, dos de las compañías de diamantes líderes en el mundo, terminaron el año pasado con cifras de ventas más altas que incluso las cifras previas a la pandemia de 2019.
Los clientes que pasan más tiempo en casa han seguido gastando dinero en diamantes en lugar de otros lujos que la pandemia dificulta, como viajar, según de desprende la información de la agencia Bloomberg. Tanto De Beers como Alrosa aumentaron los precios de sus diamantes a lo largo de 2021.
Christie’s está impaciente por comparar la estimación de la piedra con los diamantes blancos que ha vendido anteriormente, incluidos una piedra de 102 quilates que se vendió en 2013 por US$26,7 millones. El precio por quilate del antiguo diamante rondaba los US$262.000.
En febrero pasado, Sotheby’s en Londres vendió un diamante negro de 555,55 quilates, el diamante negro natural más grande del mundo, por 4,3 millones de dólares.
“En este momento hay un gran apetito en el mercado de los diamantes”, dijo Rahul Kadakia, responsable internacional de joyería de Christie’s. La firma también negoció la venta privada inicial de la gema a un coleccionista, quien la conservó durante la mayor parte de las últimas dos décadas. “Con el mercado como está —en 2021 hubo un gran resurgimiento tanto en el mercado del arte como en el mercado de la joyería— el segundo propietario se acercó a nosotros y dijo: ‘¿Qué opinarían de comercializar esto para nosotros en una subasta pública?’”
Como era de esperar, Kadakia no tuvo problema con la tarea de vender una gema inigualable. “Es una oportunidad única en la vida”, dijo. Si la piedra se vendiera por su estimado superior, inmediatamente se convertiría en uno de los diamantes blancos más caros del mundo. Sin embargo, Kadakia dice que el precio por quilate comparativamente modesto de la estimación, apenas por debajo de los US$88.000, hace que la gema sea una inversión atractiva. “Es muy atractivo para los coleccionistas de todas las áreas del mercado”, dice, “que van desde inversionistas puros que solo quieren comprar un gran activo portátil y guardarlo hasta que alguien quiera comprarlo para disfrutarlo como una pieza de joyería y, al mismo tiempo, poner su dinero en algo portátil”.
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