Lento. Así, se van haciendo oír las voces que dominan la industrial global de la moda, con respecto a la invasión rusa a Ucrania. Balenciaga y Armani fueron las primeras en tomar una postura poco después del inicio de las hostilidades, el pasado 24 de febrero. Pero el resto fue sumando sus tibias declaraciones con el correr de los días. Así hizo lo propio Louis Vuitton y Gucci.
La Semana de la Moda de París, tuvo un momento especial: Demna Gvasalia, el diseñador de alta costura georgiano de Balenciaga, que huyó de su país a causa de una guerra con Rusia, hizo un emotivo homenaje a Ucrania en un desfile en el Bourget, al norte de la capital francesa. Colocaron camisetas azul y amarillas, los colores de la bandera ucraniana, en cada silla, con las que la casa invitó al público a vestirlas para rendir homenaje a las víctimas de la guerra. Acompañó el gesto con un mensaje de Demna en que explicaba los motivos por los que mantuvo el desfile en un momento en que “la moda pierde su derecho de existir” y la Semana de la Moda de París “parece absurda”. “Viva Ucrania, a favor de la belleza, la fuerza, la verdad y la libertad”, aseguró en ucraniano Demna, quien recitó un poema de 1917 tanto al principio como al final del desfile.
Luego, los modelos mujeres y hombres, separados del público por unas paredes transparentes, desfilaron en círculo bajo los copos de una espesa nieve artificial. Cuando empezó el desfile, los espectadores se pusieron las camisetas con los colores de Ucrania. La exhibición también terminó con un homenaje al país invadido con un modelo masculino vestido totalmente de amarillo y una femenina de azul celeste.
Las revistas tienen algo que decir
La moda en Rusia pisa fuerte. Según datos de Euromonitor, en total, la industria de la moda en Rusia genera un volumen de ventas de 30.000 millones de euros, lo que le sitúa como el noveno mayor mercado para ese sector a nivel global.
Ahora, las revistas de moda se suman al éxodo de medios de comunicación que han abandonado Rusia. Lo hacen luego de que las autoridades del país anunciaran que castigarán con hasta 15 años de cárcel cualquier afirmación sobre sus acciones en Ucrania que califiquen como falsa.
Corresponsales de agencias y medios de comunicación como Reuters, Bloomberg, The New York Times o la BBC abandonaron el país por esta nueva ley rusa. Ahora, el grupo editorial Condé Nast, responsable de varias revistas de moda, dio el portazo, avisando que hará una pausa de las edición de sus cabeceras en el país.
“Seguimos conmocionados y horrorizados por la violencia sin sentido y la trágica crisis humanitaria que está teniendo lugar Ucrania”, afirmó en un comunicado Roger Lynch, CEO del grupo. Y agregó: “Es fundamental que podamos producir nuestro contenido sin poner en riesgo la seguridad de nuestro personal y, recientemente, el gobierno ruso aprobó nuevas leyes de censura que ahora nos impiden hacerlo”.
Las revistas son Vogue, GQ, GQ Style, Tatler, Glamour y AD. Cada una de ellas dejarán de editarse en el país por el momento. La decisión de Condé Nast de pausar su actividad en Rusia se suma a la posición tomada por otros agentes de la industria de la moda, entre ellas firmas y cadenas que han decidido cerrar sus tiendas, como es el caso de Mango, H&M o Nike, o el de las más lujosas casas de moda, entre ellas, Chanel y Hermès.
La llegada de las revistas del grupo Condé Nast a Rusia en 1998 fue un enorme impacto cultural para un país que estaba deseando integrarse en la “normalidad” de la sociedad de consumo. A esas alturas de los noventa, faltaba por llegar esta empresa editorial que funciona como un brazo “armado” de la industria de la moda y del lujo. Es quizás Natalia Vodianova, casada con el propietario y magnate del grupo LVMH, el gran exponente.
Vodianova mannequin rusa de origen, conocida como “Supernova”, expresó en Instagram: “Comenzaré a compartir los datos de las organizaciones benéficas que ayudan a las víctimas, donaré y los alentaré a donar y compartir información también”, escribió a top model.
La marcha de las revistas de moda del país en este momento es más relevante de lo que pueda parecer, dado que estos productos editoriales no solo son fundamentales para dinamizar el consumo de productos de todo tipo, sino que son fuentes de pluralismo y diversidad, en un país donde la homofobia se ha adueñado de la escena política.
Voces fuertes
Las editoras Vogue Ucrania han contado por su parte cómo vivieron el estallido de la guerra y cómo aquellas periodistas que decidieron quedarse en Kiev han continuado trabajando dando cobertura informativa al conflicto. “Nunca hubiera imaginado que la web de una revista de moda se convertiría en esto, pero estas son las realidades de nuestro tiempo: en lugar de cubrir tendencias y entrevistas con famosos, escribimos sobre cómo detener una hemorragia y cómo ayudar al ejército ucraniano”, explicó Daria Slobodyanyk, redactora de cultura.
Sin embargo, una voz que se hizo oír esta semana, es la de la diseñadora Katya Timoshenko. La creadora ucraniana de la firma Katimo se ha estado escondiendo con su madre en un refugio antiaéreo mientras su marido lucha por su país.
Escondida en un refugio antiaéreo en Ucrania con su madre, petrificada por los sonidos de destrucción de los ataques militares de Rusia, la diseñadora de Katimo, le dijo a Harper´s Bazaar, que diseñar es lo último que tiene en mente. “Crear ropa forma parte de mi esencia, pero en este momento, no puedo ocuparme de ello”, dijo. “Mi atención está en otra parte... Nuestra principal prioridad es la seguridad”. Los ucranianos están viviendo el peor momento de su historia tras la independencia, y ahora no hay un solo lugar en el país que sea seguro. Aunque aún no se conocen las cifras, los servicios de emergencia ucranianos han dicho que más de 2.000 civiles han muerto como resultado de la invasión rusa, según Reuters. El lunes, la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos confirmó 406 muertes de civiles, pero dijo que las “cifras reales” probablemente sean “considerablemente más altas”.
“Ninguno de nosotros podría haber imaginado que nuestro país podría estar involucrado en una guerra tan monstruosa que Vladimir Putin desató por sus propias ambiciones geopolíticas enfermizas”, agregó Timoshenko.
La diseñadora ha estado compartiendo información sobre la guerra y cómo ayudar a Ucrania en el Instagram de Katimo. También está donando dinero de las ventas online (desde el 1 de marzo) a Come Back Alive, que financia al ejército ucraniano. “Estamos en contra de la agresión y el uso de armas, pero ahora necesitamos apoyar a nuestros soldados que protegen a los civiles de la muerte”, explicó.
Desde que Putin comenzó sus ataques contra Ucrania a finales de febrero, Timoshenko y su madre han pasado la mayor parte del tiempo bajo tierra, escondiéndose de los ataques aéreos. “Pero entre sirenas, tratamos de brindar toda la ayuda humanitaria posible”, agergó la diseñadora quien contó además que parte del equipo de su empresa se fue de Ucrania, aunque algunos otros, se quedaron: “Todas las mañanas, pasamos lista en las salas de chat para asegurarnos de que todos estén bien”.
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