El primer país en tomar medidas en torno a la situación de viajes en virtud del estallido del conflicto entre Ucrania y Rusia ha sido el Reino Unido. La Oficina de Relaciones Exteriores, Commonwealth y Desarrollo (FCDO) actualizó su estrategia recomendada para los próximos días considerando la situación impuesta, convirtiéndose en un modelo que fueron copiando entidades colegas de otros países.
La última actualización destinada a Rusia indica que “nueva información sobre restricciones en vuelos nacionales a varios aeropuertos en el sur de Rusia, con interrupción de vuelos internos hacia y desde Moscú y otras ciudades. Se detecta mayor presencia policial y controles de identidad. Debe llevar su pasaporte con usted en todo momento”.
El FCDO desaconseja todos los viajes excepto los esenciales a Chechenia, Ingushetia y Daguestán y los distritos de Budyonnovsky, Levokumsky, Neftekumsky, Stepnovsky y Kursky, en Stavropol Krai, por motivos de seguridad.
Al mismo tiempo, en el mismo comunicado desaconseja los vuelos dentro de los 20 km de la frontera con los óblasts ucranianos de Donetsk, Kharkiv y Lugansk y dentro de los 20 km de la frontera con Ucrania en las regiones de Rostov, Belgorod, Voronezh, Kursk y Bryansk debido a la acumulación de fuerzas rusas y ejercicios militares en curso.
Asimismo, Osetia del Norte, Karachai-Cherkessia y Kabardino-Balkaria (incluida la zona de Elbrus), ya que hay múltiples informes de actividad militar generalizada.
Las autoridades rusas también anunciaron restricciones en vuelos nacionales a varios aeropuertos en el sur de Rusia, con interrupción de vuelos internos hacia y desde Moscú y otras ciudades. Estas limitaciones estarán vigentes hasta el 2 de marzo próximo.
Por su parte, la misma entidad efectuó una radiografía de alertas también para Ucrania. En ese caso, indicó que “el espacio aéreo de Ucrania está cerrado. Es probable que las rutas comerciales fuera de Ucrania se vean severamente interrumpidas y que las carreteras a través de Ucrania se cierren. El FCDO desaconseja todos los viajes a Ucrania”.
Para los ciudadanos británicos que aún se encuentra en Ucrania, la FCDO ha demandado que se registre presencia; de lo contrario, aconsejan que “se salga de Ucrania inmediatamente si considera que es seguro hacerlo y que siga los consejos de las autoridades ucranianas mientras permanezca allí”. Estas mismas recomendaciones sirvieron de disparador para el resto de los Ministerios de Relaciones Exteriores de Europa.
El aeropuerto ucraniano de Vinnytsia, destruido
Al menos nueve personas murieron, cinco de ellas civiles, en el bombardeo ruso perpetrado este domingo con misiles al aeropuerto de la ciudad de Vinnytsia, unos 200 km al suroeste de Kiev, anunciaron hoy los socorristas ucranianos.
“El lunes fueron rescatadas 15 personas de entre los escombros, nueve de ellas muertas. Se trata de cinco civiles y cuatro militares”, dijeron en la red Telegram, explicando que las tareas de búsqueda de otras posibles víctimas continúan. “El aeropuerto está destruido”, ha dijo Zelensky, que señaló también el impacto de al menos “ocho misiles” contra la localidad donde, hasta antes de la invasión rusa, vivían unas 360.000 personas.
La red de aeropuertos
Las aerolíneas se apresuraron a adaptarse al conflicto en Europa cuando Ucrania cerró su espacio aéreo. Muchos fueron los vuelos de Polish Airlines que tenían ruta de Varsovia a Kiev, e inmediatamente emprendieron la la vuelta, al igual que los vuelos con destino a Kiev operados por Air India y Aegean Airlines.
Ukraine International Airlines, rápidamente resolvió enviar parte de su flota a un lugar seguro en el extranjero hace dos semanas, desvió un vuelo con destino a Kiev a Moldavia justo el día posterior a la invasión, mientras que algunos de sus aviones permanecieron en tierra en Kiev. Wizz Air de Hungría estuvo tratando por casi una semana de evacuar a la tripulación con base en Ucrania, sus familias y cuatro aviones, una operación que logró a mediados de esta pasada semana.
El cielo ruso es un área esencial del escenario de vuelos en el mundo. Los corredores aéreos entre partes de Europa o América del Norte y Asia se extienden a través de Rusia, generando tarifas de sobrevuelo.
La crisis bélica también ensombreció la mayor demanda de viajes por tercer verano consecutivo en el norte, después de dos años de pandemia. Los corredores aéreos que unen importantes aeropuertos de Europa, América del Norte y Asia atraviesan parte de su recorrido por Rusia. Una problemática que ha implicado sobrecargos en los costos debido a la extensión de las rutas para eludir el espacio aéreo ruso, lo mismo que ocurre, aunque en menor medida, con Ucrania y países aledaños que tienen sus cielos cerrados total o parcialmente.
Rusia, por su parte, suspendió los vuelos domésticos hacia y desde varios aeropuertos cerca de su frontera con Ucrania: Rostov-on-Don, Krasnodar y Stavropol.
En Ucrania, en tanto, los aeropuertos son un objetivo clave para los ataques rusos. Estas fuerzas atacaron ya varios de ellos. Entre los impactados se encuentra el más grande de carga en Kiev: el Aeropuerto Internacional Antonov, aproximadamente a 27 kilómetros al noroeste de la capital de Ucrania. Además, se destruyó en el ataque el avión operativo más grande del mundo, el Antonov An-225 Mriya. Un avión de carga que entró en servicio por primera vez para apoyar el programa espacial soviético antes de ser reutilizado para uso comercial. Su nombre, “Mriya”, se traduce como “sueño” en ucraniano.
El Aeropuerto Internacional Sikorsky de Kiev es otro de los dos aeropuertos de pasajeros la Ucrania de capital Kiev, el otro es el Aeropuerto Internacional Boryspil. Rebautizado en 2018 como “Kyiv” (Zhulyany) Igor Sikorsky en honor a Igor Sikorskysiguió siendo denominado Zhuliany. Hasta hace poco más de una semana se consideraba uno de los centros de aviación más concurridos de toda Europa, que transportaba a los viajeros dentro y fuera de una ciudad, ahora se ha convertido en una línea de frente en la lucha contra las tropas rusas. Volaban allí 2,6 millones de pasajeros al año en algo más de 30 mil vuelos. Hoy las tropas locales resisten en las salas de espera.
Otras consecuencias del cierre del espacio aéreo son la necesidad de desviar algunos vuelos, aumentar el tiempo de vuelo y aumentar los costos de combustible. Los vuelos de Londres a Asia, por ejemplo, ahora vuelan mucho más al sur para evitar el espacio aéreo ruso. Los polares desde EEUU a Asia ya no pueden utilizar Rusia como aeropuerto alternativo.
En caso de que ocurra una emergencia, como una falla del motor, ningún aeropuerto ruso puede ser un sitio apto de desvío. Perder esos aeropuertos significa que los vuelos deben ir mucho más al sur y pueden requerir una parada técnica para repostar combustible, lo que aumenta drásticamente el tiempo y el costo del vuelo.
Cualquier plan de viaje que pueda sobrevolar Rusia o cualquier parte de Europa del Este debe incluir información periódica de la aerolínea para verificar la hora de salida, el horario del vuelo y otros posibles cambios, como una parada técnica imprevista.
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