En medio de la pandemia por COVID-19 y de la guerra en Ucrania, el mundo vive una amenaza enorme a su ecosistema y a la vida animal. Esa misma amenaza ya es real en nuestras costas. La contaminación plástica y otros factores aledaños hicieron aumentar casi un 50% la mortalidad de la fauna marina en la costa bonaerense en 2021.
Los datos se desprenden del balance anual de animales asistidos y rehabilitados durante el año pasado por la Fundación Mundo Marino. Más del 40% de la fauna encontrada sin vida eran cetáceos, en su mayoría Delfines Franciscanas, que por tercer año consecutivo encabeza la lista de animales hallados sin vida.
Los biólogos a cargo de la investigación observaron, al igual que años anteriores, animales afectados por ingerir plástico, como también cuadros de desnutrición, deshidratación e hipotermia. Del total de animales vivos asistidos (181), un 51,09% presentó ese tipo de cuadros, una cifra muy similar a la registrada durante el 2020 (51,6%).
Uno de los biólogos especialistas en fauna marina es Sergio Rodríguez Heredia, responsable del Centro de Rescate de la Fundación Mundo Marino que le contó a Infobae la triste realidad que afrontan día a día con el hallazgo de animales varados en la Costa Atlántica.
“Yo soy biólogo y especialista en rescate y rehabilitación de fauna marina con 30 años de trabajo de campo. Observamos con pesar que el año pasado hubo un incremento del 47% de animales muertos hallados en nuestras costas. Durante el año 2021, de un total de 306 animales asistidos, entre aves, mamíferos y reptiles marinos, se registraron 125 animales encontrados sin vida durante las tareas de monitoreo de playas, un 47% más que en 2020 (el total de ese año fue de 85 ejemplares hallados muertos en playa)”, precisó Rodríguez Heredia a Infobae.
Por otro lado, 181 animales fueron encontrados vivos y pudieron recibir algún tipo de asistencia veterinaria; de éstos sólo 35 requirieron asistencia en playa, mientras que 146 debieron ser ingresados al Centro de la Fundación para recibir tratamiento por diversas causas y afecciones. De los animales que fueron admitidos para rehabilitación, 76 pudieron ser exitosamente tratados y reintroducidos al mar después de recibir el alta médico veterinaria, pero lamentablemente, 75 animales murieron durante el período de rehabilitación debido a la gravedad de sus cuadros.
“Dentro del grupo de animales muertos, el 43,2% perteneció a la familia de los cetáceos. De este grupo, la gran mayoría fueron Delfines Franciscanas, que por tercer año consecutivo encabeza la lista de los animales encontrados muertos en la playa (fueron 20 en 2019, 33 en 2020 y 38 en 2021). La Franciscana es un delfín de hábito costero que sólo habita en la costa atlántica de Sudamérica. Por elegir aguas poco profundas cercanas a la costa es una especie que se encuentra amenazada tanto por la captura incidental en redes de pesca como por la contaminación de tipo química y acústica. En el caso de la captura incidental quedan atrapados en las redes de pesca y por tener respiración pulmonar y no poder salir a respirar a superficie terminan muriendo por asfixia”, indicó el biólogo experto.
El delfín Franciscana se encuentra en estado vulnerable según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) y se estima que mueren entre 500 a 800 delfines por año en la costa bonaerense debido a la pesca incidental. Y, ya desde principios de la década del 2000, se calculaba que la pesca incidental era la causa de muerte de unos 2900 individuos anualmente. En total durante 2021 se registraron 40 cetáceos de esa especie, 38 hallados muertos y 2 cachorros vivos que fallecieron a los pocos días de ser rescatados. En el 35% (14) de los casos, los animales mostraron signos externos de interacción con redes de pesca. En 2 delfines de esta especie que fueron llevados a necropsia se detectó plástico en su sistema digestivo.
La conservación del delfín Franciscana viene llamando la atención de expertos de todo el mundo para aunar esfuerzos en pos de la supervivencia de esa especie. En ese sentido, la Fundación Mundo Marino, la ONG internacional Yacu Pacha y la National Marine Mammal Foundation, junto a otros centros de rescate de la región, vienen trabajando en la unificación de los protocolos de asistencia y rehabilitación tanto de animales adultos como neonatos en los casos en que son hallados varados vivos en nuestras costas.
“Respecto a la contaminación acústica que afecta a estos animales y a otros cetáceos, la misma es producida por los motores de los barcos. Los animales marinos son muy sensibles al ruido, y cuando éste ocurre, puede generar desorientación y que terminen varados en la playa”, agregó Rodríguez Heredia.
La contaminación plástica, en crecimiento
Para tener una estadística cercana, el mundo produjo 381 millones de toneladas de plástico en 2015, y se estima que cientos de miles de toneladas terminan en los océanos cada año, la mayoría de países de bajos y medianos ingresos con menos capacidad para quemarlo o reciclarlo. La contaminación plástica omnipresente se ha relacionado con impactos negativos en la vida marina, y se teme que también pueda afectar nuestra salud , aunque se necesita más trabajo para establecerlo.
Pablo Denuncio, doctor en Biología, docente de la Universidad Nacional de Mar del Plata e investigador del CONICET, y co autor del estudio junto con Rodríguez Heredia, entre otros, explicó: “La Franciscana es el mejor indicador de la interacción negativa con plástico en nuestro Estuario del Río de La Plata por ser una especie que permite un fácil registro tanto en puertos como en varamientos por su problemática de interacción con trasmallos y por además tener poca movilidad, es decir, sabemos que es una especie representativa de esta área geográfica que analizamos”.
Y respecto al impacto del plástico en esta especie, en septiembre del año pasado salió publicado un estudio en la revista internacional Frontiers que analiza cómo distintas especies del Estuario del Río de la Plata funcionan como indicadores biológicos de la interacción negativa con plásticos. El estudio se denomina Charismatic Species as indicators of Plastic Pollution in the Río de la Plata Estuarine Area, SW Atlantic.
“El problema de la contaminación de plástico es muy notorio en el mar. Debido al otro gran problema que tenemos que es el cambio climático, los cardúmenes cambian de rutas y son más difíciles de hallar. También está el problema de la sobrepesca que le quita recursos a los animales acuáticos. Esto lo perciben y ello genera una gran desnutrición. Debido a la escasez de alimentos, cualquier cosa que ven moviéndose en el agua lo comen. Por eso es importante el mensaje de no tirar plástico al mar o a la calle, ya que el mismo termina en los desagües y en definitiva, en el mar”, apuntó Rodríguez Heredia, que contó que su equipo halla habitualmente plástico en los estómagos de los delfines, lobos marinos y pingüinos.
Según el informe elaborado, la falta de alimento se observó sobre todo, en el caso de los pinnípedos, en el Lobo Marino de Dos Pelos Sudamericano (Arctocephalus australis), donde de un total de 45 animales asistidos, un 55% (25) presentaron cuadros de desnutrición y deshidratación seguida de hipotermia.
El mismo tipo de cuadro afectó al pingüino magallánico (Spheniscus magellanicus) donde de un total de 56 animales, un 73% (41) presentó esta afección. “Estas dos especies no encuentran alimento suficiente y salen a nuestras costas con cuadros de desnutrición de distinta gravedad. Ambas absorben el agua a través de alimento sólido que ingieren, principalmente pescado, por lo que si no comen sobreviene un cuadro de deshidratación. En esos casos, pierden la posibilidad de termorregular y salen famélicos a la playa. Si no reciben asistencia, difícilmente sobrevivan”, indicó el biólogo, que afirmó que el tema del plástico es algo muy preocupante. Desde hace muchos años, hacemos el censo provincial de playas que cuenta los residuos plásticos en las playas.
El 84,5% de los residuos encontrados durante la quinta edición del Censo Provincial de Basura Costera Marina fue plástico. Debido a la interacción negativa entre el plástico y la fauna marina, un estudio internacional reciente ya categoriza distintas especies de mar según qué capacidad tienen de constituirse como indicadores biológicos de la contaminación por plástico.
Durante los meses de septiembre y octubre de 2021 se llevó a cabo este censo, que abarcó una superficie de 422.501 metros cuadrados (42 hectáreas) y demandó la colaboración de 438 voluntarios. Según este nuevo relevamiento, los plásticos constituyen el 84,5% de los residuos encontrados, cifra muy similar aunque superior a la registrada en la edición anterior, realizada antes de la pandemia, donde ese número fue del 83,2%. En este último relevamiento, luego del plástico, le siguieron el ítem “otros” (5,9%) que se conforman de residuos como cables de cobre y acero, escombros y telas; vidrio (4,5%) papeles y cartón (2,7%) y metales (2,3%). Dentro del ítem plásticos los contaminantes que se registraron en mayor cantidad fueron las colillas de cigarrillo (19,6%), fragmentos plásticos (18,7%), envoltorios plásticos como nylon y celofán (13,2%), bolsas plásticas (10%) y restos de nylon (8,1%).
Si bien la contaminación por basura en el mar afecta a todas las especies marinas, un caso especial es el de las tortugas marinas dado que ingieren distintos tipos de plásticos y elementos extraños al confundir su alimento (fauna gelatinosa, algas y pastos marinos) con la basura. Durante el 2021 de un total de 52 tortugas registradas un 21% (11) expulsó basura durante su proceso de rehabilitación o evidenció plástico en su tracto digestivo en el caso de los animales que fueron sometidos a una necropsia dado que fueron hallados muertos. De hecho, una tortuga verde rescatada el 13 de diciembre pasado luego de quedar atrapada en redes de pesca llegó a expulsar un total de 22 de gramos de basura en la cual podían distinguirse 10 tipos de plásticos distintos.
Antes de finalizar la entrevista, Rodríquez Heredia quiso dejar un mensaje de concientización: “La educación en las personas es clave. Las personas toman conciencia del daño generado cuando ve a un animal varado o desnutrido en la playa. El mensaje es de empatía. La playa no es solo un lugar de veraneo. Ese es el lugar donde viven ellos. Nosotros lo invadimos. El amor de los animales lo podés expresar de distintas maneras. A nosotros nos motiva que la gente aprenda a vivir con la naturaleza y respete a los animales. Que tengan la empatía y comprensión de la importancia de los animales y su hábitat. Tener el respeto y admirar la historia evolutiva de esa especie, que han dominado y conquistado el medio acuático desde hace miles de años”.
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