Se trata de una tendencia que elimina el problema de decidir qué color de sombra es el más adecuado para cada outfit y aunque seguramente las celebridades no tienen ese problema -pues están asesoradas por los mejores expertos-, algunas de las asistentes a los Premios del Sindicato de Actores (en inglés: Screen Actors Guild Awards) fueron quienes marcaron la cancha para la nueva tendencia.
Una de las invitadas más aplaudidas de estos galardones fue Lady Gaga, que poco a poco ha ido abandonando su lado más transgresor -al menos sobre la alfombra roja- para regalarnos auténticas lecciones de estilo. En este caso optó por un vestido vintage de Armani Privé en color blanco con detalles de pedrería dorada, en la zona del pecho. La actriz y cantante impresionó sobre la red carpet luciendo, además, exquisitas joyas de Tiffany & Co. Para este estilismo ejemplar, Lady Gaga quiso coordinar su sombra de ojos, luciendo un párpado inferior cubierto por el mismo color que el del vestido. Para enmarcar la mirada y dotarla de intensidad sumó un grueso delineador alado en color negro y le dio fuerza a sus pestañas.
En el mismo evento, la reconocida actriz inglesa Helen Mirren ofreció otra manera más sutil de sumarse a la tendencia, demostrando así que es válida -y favorecedora- para cualquier edad. Mirren lució por un vestido de Dolce & Gabbana en tonos rosas con aplicaciones de flores en tres dimensiones. Este color inspiró a la maquilladora Jo Strettell para crear su beauty look en el que el rosa de la prenda fue la línea conductora. La experta seleccionó una sombra rosa en acabado satinado para colorear los párpados de la actriz y la acompañó con un toque de rubor a tono y un intenso labial que hacía juego con el tono saturado de las flores del vestido. Así de deslumbrante recogió su Lifetime Achivement Award, un reconocimiento a su larga carrera cinematográfica.
Lo de combinar varios elementos de un estilismo entre sí es una moda que va por épocas. En los años 70 era impensable no llevar zapatos y bolso coordinados en el mismo color, al igual que en los tempranos 2000, cuando todos los accesorios y el maquillaje se elegían en el mismo color de las prendas. Sin embargo, unas décadas más hacia adelante, los insiders de la industria decidieron que tanta rotundidad estaba pasada de moda y comenzaron a verse estilismos cuidadamente descuidados: era el turno del effortless. Maquillajes muy naturales ganaban terreno y peinados informales como los recogidos messy se hacían un gran hueco.
Pero como es sabido, las modas son cíclicas y todo apunta a que esa intención de crear estilismos en los que todo esté estudiadamente coordinado ha vuelto. Al menos en lo que se refiere a dos elementos concretos: las sombras de ojos y las prendas de ropa. Se trata de una tendencia transversal, que no entiende de estilos ni de edades, y se ha comenzado a ver en los eventos celebrados en las últimas semanas.
La última pista de que este maquillaje viene para quedarse nos la da Rihanna desde París, donde ha acudido para presenciar el desfile de Off-White. La cantante, embarazada, volvió a demostrar su empeño en mantener su propio estilo –nada de vestidos sueltos premamá– con un minivestido de cuero color durazno complementado con sandalias de tiras y un abrigo de piel de becerro en el mismo tono. Del mismo color que esta prenda maquilló sus ojos creando con el color una forma muy definida sobre su párpado, una tendencia que también llevó Danna Paola en el desfile de Fendi.
La multitud que asistió el pasado lunes por la noche al último desfile de Off-White dio cuenta de la tremenda influencia que ejerció Virgil Abloh en la moda. El difunto fundador de la marca, fallecido en noviembre, fue homenajeado en la presentación, donde se pudo ver a Idris y Sabrina Elba charlando con Pharrell Williams o a la supermodelo (y ex primera dama francesa) Carla Bruni sentada en primera fila junto al futbolista Paul Pogba.
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