Cerdas de escobillones, trapos comprados a limpiavidrios, plumeros de limpieza hogareña y ropa usada adquirida en una ONG de beneficencia son algunos de los materiales ordinarios que el artista visual, arquitecto y curador Gaspar Libedinsky convierte en obras de arte extraordinarias.
La obra de Libedinsky rompió la selecta barrera del circuito del arte por una situación fortuita. En junio de 2020, cuando todos estábamos encerrados en plena cuarentena, se conoció una imagen del director técnico Marcelo Gallardo en una charla virtual con los entrenadores y jugadores de las inferiores del Club Atlético River Plate. A muchos les llamó la atención los cuadros que aparecían colgados en la casa del DT.
Detrás del entrenador, en la pared del living de su casa, estaban expuestas tres piezas de Libedinsky que formaron parte de la obra Kunstformen der Natur (Formas artísticas de la naturaleza), exhibida en 2018 en la Galería Praxis. Los cuadros están hechos con cerdas de plástico de escobillones convertidos en una especie de pinceladas sobre el lienzo, que en este caso es acrílico.
“Yo sabía que en 2018 una persona equis había comprado tres de mis obras, dos años después, en la cuenta de instagram de un canal de deportes vi la imagen de Gallardo con mis cuadros, ahí me enteré quién las había comprado, me volví loco, empecé a correr por toda mi casa de la alegría”, contó Libedinsky a Infobae.
El artista visual, además, es fanático de River, por lo cual ese gesto fue aún más preciado. “En el circuito del arte, suele haber un sujeto validante, por así decirlo, pero nadie en Argentina que apruebe mi obra más que Marcelo Gallardo me puede dar más orgullo”, relató entusiasmado.
EL DT de River ostenta tres obras de Libedinsky, por lo que se convirtió en su principal coleccionista: “Es más, casi desearía que nadie más tenga más de tres para seguir diciendo que Marcelo Gallardo es el principal coleccionista de mi obra en la Argentina”.
Los materiales que otros consideran de descarte o antiestéticos son fuente de creatividad para Libedinsky. Para su próxima muestra le compró a un fabricante 60.000 kilos de cerdas plásticas de escobillones, hechas a partir de botellas recicladas. Con ese material está creando la obra Arrecife para su instalación El Origen de las Especies, una mega obra que va a cubrir 400 metros cuadrados del hall del Museo Nacional de Arte Decorativo en Buenos Aires.
Luego de dos meses de exposición, ese material plástico volverá a la industria para que se fabriquen 10.000 nuevos escobillones. “Fue petróleo, plástico, botella, entró en el mercado de reciclado para convertirse en cerdas de plástico y tras dos meses volverá a convertirse en escobillones”, describió Libedinsky a Infobae.
De malabarista callejero a artista de vanguardia
Aunque muchos lo conocieron por la imagen viral del DT, Gaspar Libedinsky es mucho más que el hombre detrás de los cuadros de Marcelo Gallardo. Multifacético, se jacta de haber sido el primer malabarista argentino en salir a hacer shows callejeros en los semáforos de Recoleta, hacia fines de los años 80. A los 19 años dejó la Argentina para cursar una pasantía en un estudio de arquitectura en Europa, recaló en Rottedam, Holanda, de ahí a Londres y luego a Nueva York, ciudades en las que se moldeó, vivió y trabajó.
Se formó como arquitecto en la Architectural Association (AA) de Londres, en Reino Unido, fue profesor en la Universidad de Harvard (EEUU), en la Architectural Association (AA) y en la Universidad de San Andrés en Buenos Aires, en la que formó parte del Comité Asesor responsable de la creación de la Licenciatura en Diseño.
Además, trabajó en dos de los estudios de arquitectura más importantes del mundo: el Rem Koolhaas en Rotterdam, Holanda, y Diller Scofidio + Renfro en Nueva York. Como artista fue galardonado con la Beca Kuitca/UTDT 2010-11, uno de los programa para artistas más prestigiosos de la Argentina, liderado por Guillermo Kuitca.
Apto para todo público
Lejos de las solemnidad de algunos artistas, Libedinsky plantea una relación emocional con su obra. En diálogo con Infobae, explicó que su propuesta es el arte apto para todo público, no pretende que sus creaciones sean intelectualizadas en el primer contacto ni tengan un mensaje cerrado. Sin embargo, sus elecciones no son arbitrarias, son en sí mismas una definición y una toma de postura. Como comprarle las franelas a los trapitos de los semáforos o confeccionar obras con los trajes usados que adquiere en el Ejército de Salvación.
Para él, la crítica sociopolítica o sociocultural que pueden provocar sus piezas, no es una postura que pretenda imponer, es parte del proceso creativo que se completa en el espectador. El artista busca convertir objetos ordinarios en extraordinarios, para eso, como una suerte de alquimista, atrapa materiales marginales para convertirlos en objeto de deseo estético.
Esos objetos de arte únicos, extravagantes y extraordinarios no son exhibidos a distancia, como mero hecho de contemplación. Libedinsky explicó a Infobae que una de las ideas fuerza de su obra es proponer la observación directa, por eso sus muestras son inmersivas, el público puede sumergirse y vivir el arte, tocarlo, caminarlo o pisarlo.
“Casa Tomada”, en el Museo Nacional de Arte Decorativo
La próxima aventura del artista será una retrospectiva de su obra que se exhibirá en el Museo Nacional de Arte Decorativo de Buenos Aires, del 7 de abril al 5 de junio.
El espacio no será un sala de exhibición en el sentido clásico o tradicional, ni un circuito cerrado o guiado, “no es un cubo blanco, es una muestra en una casa-museo”, explicó el artista sobre su propuesta en la exhibición “Casa Tomada”, su objetivo es “apropiarse” de cada uno de los espacios, desde el hall hasta el subsuelo del museo.
Para lograrlo hace meses que está trabajando y creando, junto a su equipo de trabajo, obras monumentales. Entre ellas se destaca Arrecife en El Origen de las Especies que será una instalación de 60.000 kilos de cerdas plásticas de escobillones emulando arrecifes de coral, ese paisaje va a cubrir todo el hall del Museo, “serán 400 metros cuadrados de un nuevo paisaje en Buenos Aires, así como vas a visitar el Jardín Japonés u otro sitio emblemático de la ciudad”, explicó Libedinsky en diálogo con Infobae. Esa será la obra más inmersiva de todas, con diseño laberíntico, el público podrá perderse caminando la obra y también contemplarla desde el piso superior que balconea al hall.
Entre las obras que se podrán apreciar, se destacan Monumento al hombre común una instalación que remite a las fiestas populares catalanas, confeccionado a partir de trajes comprados al Ejército de Salvación o La Economía Circular del Avestruz, que se montará en el vestíbulo para recibir a los visitantes por dos gigantescas avestruces hechas a partir de plumeros de limpieza doméstica, que luego volverán a la industria como parte de una propuesta de economía circular.
En otro de los espacios del Museo Nacional de Arte Decorativo, en el Salón Comedor, el público va a encontrarse con una mesa de banquete que va a reemplazar a la mesa original.
La obra Banquet(te) es una mesa construida con un marco metálico y una variedad de puertas tanto interiores como exteriores. Las puertas pueden pivotear para generar espacios de menor o mayor grado de privacidad o interacción. La mesa pueda ser utilizada en su perímetro como así también ‘habitada’ en su interior. Va a exhibirse junto a las sillas originales, para acercar el arte al mobiliario original del museo, elementos que suelen ser “intocables”.
Por todo esto, esos raros cuadros del DT Marcelo Gallardo, que sorprendieron a muchos, son sólo una pequeña muestra del universo artístico de Gaspar Libedinsky, un artista visual extraordinario que se nutre de materiales ordinarios.
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