Si alguna frase se ha repetido a lo largo de la pandemia es que tras ella no íbamos a ser los mismos. Centrándonos en lo que se refiere a la belleza, sí que es cierto que ha habido una evolución en la forma de entender los cuidados faciales. Los consumidores de cosmética viraron de intensas rutinas cargadas de múltiples pasos a un skincare mucho más simple e inteligente con objetivos concretos, como proteger la piel de los factores ambientales o fortalecerla y restaurarla.
“La pandemia, el mayor tiempo en casa hizo que los consumidores revaluaran sus prioridades en relación con el cuidado de la piel. El auge en dermocosmética de los últimos dos años a nivel mundial se relaciona con esto. Somos conscientes de que la belleza de la piel se corresponde con una piel saludable, vimos en carne propia cómo el exceso del alcohol nos resecó y lastimó nuestras manos, provocando dermatitis, y cómo el uso continúo de cubrebocas nos causó maskné y en pieles muy sensibles también algunas manchas pigmentarias”, explicó en diálogo con este medio la farmacéutica y formadora en dermofarmacia Guillermina Le Moglie.
Para la especialista, “el consumidor experimentó en estos dos años los cambios en su piel y empezó a consumir no solo cosmética sino también información cosmética tanto en cursos, redes sociales, como en medios de información. Hoy, contamos con un consumidor que pregunta a los laboratorios, lee el INCI (nomenclatura internacional de ingredientes cosméticos) y está pendiente de las tendencias del mercado”.
El mundo de la cosmética puede ser un galimatías para aquellas personas que no hayan dedicado tiempo a informarse de los diferentes activos que se pueden encontrar en estos productos. ¿Ácido hialurónico? ¿Retinol? ¿DMAE? A todos nos ha ocurrido quedarnos en blanco frente al estante de las cremas sin saber cual elegir. Lo primero que tenemos que hacer es identificar las necesidades de nuestra piel y, después, informarnos de qué ingredientes pueden ayudarnos con ellas.
“Hay una fórmula que funciona en todas las pieles: antioxidantes + protector solar durante el día + retinoides durante la noche. Dentro de los activos clásicos cabe destacar tres moléculas. En primer lugar, la vitamina C (en la lista INCI , puede aparecer como ácido ascórbico). Se trata de un antioxidante muy estudiado, que protege a la piel del daño de los radicales libres que promueven el envejecimiento. Este activo estimula la síntesis de colágeno, previene los daños provocados por el sol, y la contaminación, y tiene propiedades despigmentantes y antiinflamatorias”, remarcó Le Moglie.
Esta molécula funciona en todas las pieles y en todas las edades, y está recomendada a partir de los 20-25 años. Puede usarse durante el embarazo y brinda rápidamente un aspecto de piel luminosa y descansada en una semana. “Una clave para elegirla -añadió- es buscarla como vitamina C pura (ascorbic acid) en concentraciones entre 10 al 15%, el pH de la fórmula debería ser ácido alrededor de 3,5. En el mercado podemos encontrar derivados que no son tan eficaces y concentraciones mayores que no aumentan la eficacia, pero sí aumentan la irritabilidad de la piel”.
Mientras tanto, el retinol, uno de los muchos nombres que toma la vitamina A, es otro de los súper ingredientes en cosmética. El todoterreno en el campo anti-edad y en muchos más como el del acné o la pigmentación. La vitamina A engloba a una familia de ingredientes conocidos como retinoides (desde el retinol al ácido retinoico…). Cuando la vitamina A -retinol- penetra en la piel, se convierte en su forma activa, llamada ácido retinoico.
Ayuda a la regeneración celular y a la producción de colágeno y elastina de las fibras de la piel, siendo uno de los ingredientes activos con más beneficios visibles a corto plazo. Reduce las arrugas y finas líneas de expresión, mejora el tono, la textura, reduce las imperfecciones, ayuda a mejorar el problema del acné y las manchas oscuras.
Para la experta, se trata de una opción segura y eficaz. “El ácido retinoico, es un medicamento y solo debe ser usado solo bajo prescripción y consejo dermatológico. Es la molécula que más se ha estudiado en dermocosmética, y presenta estudios de eficacia en 12 semanas corrigiendo signos de fotoenvejecimiento (arrugas y manchas pigmentarias), estimulando la regeneración celular y favoreciendo la síntesis de colágeno y elastina. También es seborregularor, queratolítico ideal para las pieles con acné y despigmentante”, sostuvo.
Y agregó: “Este activo realmente no puede faltar en ninguna piel a partir de los 30 años. Una de las claves para elegirlo es buscarlo en su forma pura Retinol, en concentraciones entre 0.1% a 0.3%, y sumarlo en la rutina de forma gradual y por la noche. Debe evitarse durante el embarazo”.
Por último, la niacinamida, la forma de vitamina B3 que se usa a nivel tópico y un activo multifunción que trata muchos aspectos en el cuidado de la piel, se ha convertido en los últimos meses en uno de los ingredientes estrella de muchos productos que son ahora tendencia por diversas razones. La primera y más común es por la llegada de las mascarillas.
El maskné es un hecho y está provocando irritaciones faciales en la mayoría de pieles. La niacinamida elimina las rojeces, el exceso de grasa en el cutis y ayuda a mejorar los efectos cutáneos del acné.
Según la especialista, “tuvo un gran auge en 2021 en Argentina, y es un activo de tendencia. Se trata de un antioxidante con propiedades despigmentantes. Su popularidad aumentó porque es uno de los activos que más nos ayudó a recuperar la función barrera (dañada por el uso del barbijo) y a controlar el maskné. Ayuda a reducir imperfecciones, controla el enrojecimiento de la piel, es calmante y antiinflamatorio, ayuda a mantener la hidratación de la piel reduciendo la pérdida de agua a través de la epidemis (TEWL), es antiedad y puede usarse en todas las pieles”, remarcó.
Bacterias, péptidos y CBD: lo que se viene
La piel es un ecosistema complejo y dinámico. El mayor órgano del cuerpo humano actúa como primera línea de defensa física e inmunitaria. Esta capa está habitada por una comunidad “invisible” en la cual, aunque no podamos percibirlo a simple vista, se encuentra una gran cantidad de microorganismos como bacterias y hongos. ¿Esto es malo? Para nada. Por más de que parezca un poco raro, son muy beneficiosos para la piel y están lejos de causar daño.
“Somos conscientes del impacto de los microorganismos en la piel. Estamos cubiertos hasta por 2 kg de microorganismos que incluyen principalmente bacterias, virus y hongos que conforman la microbiota humana. Los nuevos activos dermocosméticos apuntan a la ciencia del microbioma para tratar desde signos de envejecimiento, hasta acné o pieles atópicas. Las nuevas fórmulas incluyen: activos prebióticos (nutrientes) como agua termal y oligoelementos que favorecen el desarrollo de los microorganismos de la piel; algo similar a la fibra o alimentos que ingerimos para tener una flora intestinal sana; lo mismo sucede en la piel y activos postbióticos donde encontramos microorganismos lisados o fermentos (no viables, no vivos) que estimulan a nuestra piel a regenerarse, defenderse y mejorar su apariencia”, subrayó Le Moglie.
Algunos ejemplos del mercado:
- Vitreoscilla ferment (INCI: vitreoscilla ferment), es un lisado bacteriano usado para pieles acneicas, atópicas y para regenerar la función barrera de la piel. Podemos verlo también en fórmulas de lujo y productos antiedad por sus propiedades regenerativas. Activo postbiótico.
- MEIVIEW (INCI: bacillus ferment), activo de origen marino utilizado para reducir arrugas, bolsas, ojeras. Aumenta la producción de colágeno en la piel. Podemos encontrarlo en productos antiedad y en contornos de ojos. Activo postbiótico.
- FENSIBIOME (INCI: water (and) acetyl heptapeptide-4 (and) caprylyl glycol), se trata de un hetapéptido prebiótico que restaura la barrera cutánea tanto a nivel físico como microbiológico, pero además tiene propiedades antipolución siendo esta, junto con los péptidos, otra tendencia importante en el mercado dermocosmético.
- CBD (INCI: cannabidiol), este activo es tendencia desde que se aprobó la disposición de ANMAT 8504/2021 que autorizó el uso de CBD en cosméticos. Se lo conoce como “el oro verde”, y en 2020 COSING (Cosmetic Ingredient Database) lo aprobó como ingrediente cosmético hidratante, antioxidante, antiseborreico y calmante.
El sistema endocannabinoide es un mecanismo descubierto recientemente que está presente en todo el organismo. Se encuentra constituido por un sistema de receptores que son estimulados por cannabinoides endógenos. Éste regula una gran cantidad de funciones dentro del organismo y también en la piel. El cuerpo, al recibir cannabinoides externos, como son los fitocanabinoides presentes en la planta de cannabis sativa, favorece o estimula las acciones de este sistema.
El cannabidiol, también conocido como CBD, es uno de los dos componentes cannabinoides más importantes de la planta de Cannabis Sativa. Es uno de los cannabinoides con más estudios en la actualidad. Consultada por Infobae, Andrea Giuliani (MN: 96786 - MP:448287), dermatóloga, especialista en dermatología quirúrgica y dermatología Estética, y miembro de la Sociedad Argentina de Dermatología, sostuvo que el cannabidiol tiene en la piel múltiples beneficios.
“Es calmante porque ayuda a neutralizar irritaciones, prurito, ardor y contribuye en la recuperación frente a las agresiones cutáneas, como puede ser una quemadura solar. Además, ayuda a contrarrestar el acné. Las investigaciones indican que las propiedades antiinflamatorias del CBD colaboran en el alivio de las pústulas y comedones y en la reducción del enrojecimiento. Al mismo tiempo, intervienen en la cicatrización de las marcas y secuelas posteriores”, remarcó la experta.
Y continuó: “También tiene propiedades antioxidantes. Esta característica resulta fundamental en un plan que apunte a atenuar las arrugas y las líneas de expresión, dar más luminosidad y contribuir en contrarrestar la tendencia a un cutis rojizo. Y ayuda en cuadros de distintas afecciones dermatológicas. En especial, eczemas, psoriasis, rosácea, dermatitis seborreica y atópica”.
Ahora bien, ¿cuáles son las ventajas diferenciales del CBD con respecto a otros ingredientes usados en dermocosmética? “Más allá de sus acciones específicas, el CBD es un componente 100% natural y con una potencialidad que aún no está explotada al máximo”, destacó Giuliani quien además es jefa del Servicio de Dermatología del Hospital Central de San Isidro y Jefa del Área de Dermatología en el Hospital de Boulogne.
El Dermabidiol CB es el primer dermocosmético que contiene CBD aprobado por ANMAT. Se trata de una crema de aspecto ligero y fácil evanescencia, con las siguientes propiedades: es hidratante, antioxidante y calmante de la piel. Además, ayuda a reparar y reconstituir la barrera cutánea, y contribuye a incrementar la resistencia de la dermis al estrés externo e interno.
Está formulada con niosomas, una tecnología de avanzada que facilita la vehiculización de los ingredientes activos a las capas más profundas de la piel y es apta para todo tipo de pieles. Se trata de un producto controlado desde su inicio, con garantía en la pureza y concentración de sus componentes y elaborado con tecnología suiza, asegurando así su eficacia y seguridad. Además, está testeado dermatológicamente.
El tratamiento es aconsejado para: dar luminosidad y mejorar la textura de la piel, colaborar en atenuar las arrugas y las líneas de expresión, contribuir en la reducción de las manchas y demás signos del fotodaño, cooperar en el mantenimiento del nivel de hidratación de los tejidos, ayudar a calmar la irritación y el ardor, propiciar la regulación de la producción de sebo, mejorar los casos de acné y sus secuelas, complementar los tratamientos específicos para la rosácea, eczemas, psoriasis, dermatitis seborreica y atópica.
Estos productos tienen que ser controlados desde su inicio, con garantía en la pureza y concentración de sus componentes. Además, tienen que estar testeado dermatológicamente. Además del CBD, el Dermabidiol CB tiene otros ingredientes como honokiol, magnolol, vitamina E, ácido hialurónico, aloe vera, alantoina, aceite de argán, de oliva y de almendras, entre otros compuestos. Estos potencian la acción antioxidante, aclarante, humectante y protectora del CBD. “Debido a sus múltiples efectos, puede reemplazar el uso de varios cosméticos. Otra de las características es que puede utilizarse dos veces al día y combinarse con el protector solar”, manifestó Giuliani.
Además, es el fitoingrediente con mayor cantidad de investigaciones en curso para su uso dermocosmético. Con lo cual, se esperan nuevos hallazgos e indicaciones. La dermocosmética con CBD no tiene contraindicaciones.
“Las fórmulas a base de CBD no presentan en principio efectos secundarios graves. Aunque la aplicación deberá estar supervisada por un profesional. Por otro lado, no debe utilizarse durante el embarazo, la lactancia, en niños y adultos mayores. Tampoco en lesiones o sobre piel dañada o irritada”, finalizó la dermatóloga.
SEGUIR LEYENDO: