Entre la mirada ajena y la exigencia por el cuerpo perfecto, cada vez más personas demandan retoques estéticos. Cuando todavía no nos hemos acostumbrado a intervenciones como el lifting corporal o el relleno de pechos caídos con grasa de la cintura, llegan los cirujanos y nos ponen de nuevo la piel de gallina. Resulta que ya se puede una cambiar la forma del ombligo. La intervención, por rara que parezca, comienza a despuntar.
La umbilicoplastia o cirugía del ombligo es un procedimiento que se realiza para cambiar su forma, tamaño, altura o localización. Muchas mujeres quieren cambiarlo porque en ocasiones pueden presentarse alteraciones por hernias, cicatrices secundarias, piercing o por los cambios debidos a variaciones del peso y/o embarazo.
“La umbilicoplastía tiene como objetivo mejorar las características del ombligo para lucirlo de forma natural y joven. El ombligo, al igual que el resto del cuerpo, va sufriendo modificaciones y cambiando su forma con el correr de los años, pasando de tener forma verticalizada o elíptica en la adolescencia y juventud temprana, redondeada en la juventud tardía o adultez y aplastado o ‘triste’ después de los 45 años”, sostuvo en diálogo con este medio el doctor Juan Manuel Di Diego (MN 103503), cirujano plástico y director médico de CRENYF.
Para el experto en cirugía abdominal y del contorno corporal, miembro de la Comisión Directiva de la Sociedad de Cirugía Plástica de Buenos Aires (SCPBA), la American Society of Plastic Surgeons (ASPS) y la Sociedad Argentina de Cirugía Plástica (SACPER), “estas modificaciones naturales que tienen que ver con el envejecimiento, pueden verse aceleradas por procesos como el embarazo o las variaciones de peso de un individuo, y pueden acompañarse en muchos casos de estrías, hernias o diástasis (separación) de músculos rectos abdominales”.
Siempre se ha dicho que el más sexy tiene forma de T. En 2009, el investigador Aki Sinkkonen de la Universidad de Helsinki, puso su mente a pensar y elaboró un estudio que concluyó con la publicación en la revista Live Sciences que los ombligos en forma de T u ovalados y verticales son los más atractivos. Hacia afuera no suelen gustar, como tampoco demasiado profundos.
Se sabe que el ombligo tiene su propio lenguaje erótico y desprende sensualidad al que está predispuesto a sentirla, sea cual sea su forma y tamaño. Lo que no quita que, trasladados al territorio fashion y tras la inoportuna llegada de los crop tops, muchos pacientes bajaron la mirada hacia el centro de su vientre y no se sintieron satisfechos con lo que ven. Muchos consideran que sus bordes deben estar a nivel de la pared abdominal, tiene que encontrarse ligeramente hundido, con cierta forma alongada en las jóvenes y redondeada en las personas de mayor edad.
“La estética está de moda. El mundo entero tiende mostrar una perfección irreal y falsa. Las personas quieren verse bellas, perfectas y atractivas. A menudo, las consultas para realizar este procedimiento provienen de pacientes con hernias en el ombligo, hombres o mujeres que hayan subido o bajado de peso, o mujeres post embarazos. En algunos casos, lo que se realiza es una cicatriz alrededor del ombligo, extrayendo piel y haciendo que se vea de una apariencia joven ovalado en el sentido vertical. A veces es necesario también reparar alguna dilatación de este orificio umbilical con la misma cirugía. Y en otros casos, cuando el exceso de piel alrededor del ombligo acompaña a la deformación del mismo, es necesario realizar una abdominoplastía”, dijo ante la consulta de este medio el cirujano plástico Fernando Felice (MN 108.614).
Con frecuencia, la cirugía de ombligo también se realiza en pacientes que se someten a una abdominoplastia. “Las técnicas de reparación o rejuvenecimiento del ombligo generalmente van asociadas a técnicas de reparación integral del abdomen denominadas abdominoplastías, en la cual se asocia una lipoaspiración del abdomen y contorno abdominal, se reparan los músculos si estuviesen separados, se cierran las hernias asociadas, se quita piel o colgajo sobrante si existiese y finalmente se reconstruye el ombligo para lograr un abdomen joven y natural”, aseveró Di Diego. Y añadió: “En los casos en que solo el ombligo estuviese envejecido, ‘triste’ u horizontal, una pequeña lipoaspiración laser asociada a una suspensión interna con suturas podría devolverle la forma elíptica o vertical de la juventud”.
La cirugía puede ser realizada con anestesia local, indicada para la sutura de orificios secundarios o piercings, con algún grado de sedación en el caso de desgarros o la falta de “hundimiento”, mediante suturas de fijación, y con anestesia general en el supuesto de una abdominoplastia completa o en corrección de hernias en esa zona. En todos los casos se requiere de la valoración previa del paciente, de la zona umbilical, del abdomen general, del exceso de grasa y de la presencia de abultamientos o hernias. “Los procedimientos de rejuvenecimiento umbilical o umbillicoplastía van de menor a mayor complejidad desde la suspensión con suturas hasta la reparación integral del abdomen. Cada caso debe ser evaluado de manera particular y realizado exclusivamente por un cirujano plástico entrenado en cirugía abdominal o del contorno corporal”, concluyó el experto.
La cirugía de la pared abdominal o abdominoplastia es un procedimiento muy común y se ve en los consultorios habitualmente. Así lo explica el médico cirujano Jorge Pedro (MN 69.163), miembro de la SACPER, para quien la umbilicoplastia “no es una técnica que esté generalizada y no existe como tal una demanda de pacientes que quieran lucir un tipo de ombligo en particular”. En cualquiera de los casos para Pedro, “nos encontramos ante una cirugía que puede conllevar complicaciones, aunque se trate de un procedimiento mínimo”. “A veces las cicatrices quedan visibles o hacen un queloide. No son procedimientos libres de complicaciones”, remarcó el especialista.
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