Mientras el frío y el cielo gris cubren la mayor parte de los días parisinos, los grandes almacenes apuestan por darle todo el brillo que le retacea el clima a la ciudad. Desde mediados de noviembre, las tradicionales tiendas de la capital francesa se preparan para recibir las fiestas de Fin de Año. Y lo hacen con una creatividad y despliegue que suele ser inigualable.
El encanto de las decoraciones y los adornos es un espectáculo tradicional en sí mismo. Recorrer calles y avenidas iluminadas son una celebración aparte. Durante largos meses, cuando debieron cerrar por la pandemia, las grandes tiendas se privaron de ventas y turistas. Remontar una caída comercial y de visitas pocas veces vista, hace además que la apuesta en colores e iluminación sea este año más especial.
Como nunca, los grandes bazares franceses buscan demostrar que son “cunas” del comercio, lugares además imprescindibles para este período de celebraciones. Los parisinos, como los viajeros, suman a los lanzamientos de productos, posibles regalos, la ansiedad para descubrir vidrieras, árboles gigantes y brillos en todos los rincones de la gran “ville” francesa.
Cada año, el público desea redescubrir las decoraciones, las grandes creaciones, la moda, los estilos, las propuestas de las marcas de lujo y los temas de animación en cada uno de los escaparates de las espléndidas tiendas. Estas vidrieras o ventanas, estos espacios, además se transmiten en todos los medios de comunicación, se esparcen desde París, por todos los rincones del mundo. Una celebración aparte, que se introduce en las fiestas de Fin de Año.
Este año, Le Bon Marché, la tienda sobre Rue de Sèvres, fue la primera en desvelar sus trajes festivos durante el último fin de semana de octubre. Para 2021, quizás el más elegante de los centros comerciales en el distrito 7, tomó la expresión Feliz Navidad en su eslogan, colmando cada rincón de sus espacios con un “manjar gourmet”, como lo describen sus realizadores. El gran almacén, que se distingue entre otros por su exquisito espacio de alimentación, eligió un hombre de pan de jengibre, como la mascota de la temporada. En el interior, las columnas y la icónica escalera parecen estar cubiertas de chocolate.
Sobre el famoso Boulevard Haussmann, Le Printemps, secundó la apertura. Un grupo gracioso de elfos se ocupan de mostrar los regalos. Con una galería exterior con iluminación que se tiñe entre azul y un blanco cálido, una de sus vidrieras asociadas al perfume Chanel N°5 y, en otra, ropa para Prada, son las que más se destacan, entre las patrocinadoras durante esta temporada festiva.
Muy tradicional, elegido entre los parisinos y visitantes por tener precios accesibles y excelente calidad, sobre Rue de Rivoli, el BHV Le Marais decidió, para los festejos, asociarse a Suiza. Para su Navidad en la cima, el histórico bazar que se encuentra frente al Palacio del Ayuntamiento ha cubierto de un manto de nieve alpina todas sus ventanas y escaparates. Vacas, perros, ardillas, juegan en las vidrieras con pequeñas y sobrias banderas suizas. Además, las ardillas hacen música con distintos instrumentos, espectáculo que los chicos suelen mirar con mucho asombro.
La competencia es feroz. Continuando por la misma calle, poco antes de llegar al museo del Louvre, La Samaritaine, reabierta en junio, tiene sus espacios invadidos por jardines franceses. El bautismo de este histórico almacén, reinaugurado después de dieciséis años de cierre, desde el 1 de diciembre propone una “sorpresa” de Navidad por día. La consigna es París brilla, en particular con un árbol de Navidad de 10 metros de altura que se destaca con mil luces. Un gran logro, pero aún lejos de rivalizar con el árbol suspendido de las Galeries Lafayette Haussmann que alcanza, con sus decoraciones y un Papá Noel astronauta, los 23 metros de altura.
Quedándonos en la mas famosa galería, frente a la Ópera de París, Lafayette, se ha asociado con el Atelier Bournillat para diseñar sus escaparates de Navidad del 2021. El tema de esta edición: ¡1, 2, 3 Navidad! La aventura comienza con el descubrir de los juguetes embarcados en un recorrido lleno de sorpresas a bordo del trineo de Santa Claus. Bajo la majestuosa cúpula de su tienda de Boulevard Haussmann, el enorme árbol de Navidad decorado cobra vida cada 30 minutos para deleite de todos los visitantes.
Galerías Lafayette debe definir antes de finales de febrero su temática de las celebraciones del año siguientes. Desde marzo, deben realizarse decorados y personajes navideños. Escultores, pintores, diseñador de iluminación, titiriteros, efectos especiales, músicos. Varias empresas de diferentes oficios trabajan en las vitrinas, con un total de unas 60 personas, revela Nathalie Bournillat, directora de Atelier Bournillat Sculpture.
La instalación para este año ocupa a 120 personas durante cuatro semanas. Mucha logística para volcar la magia de la Navidad que contribuye a la notoriedad de los grandes almacenes. Galeries Lafayette se ubica en el top 10 de marcas favoritas en 2021 por los franceses, según una reciente encuesta. Los eventos de Fin de Año tienen un papel esencial para reforzar esta preferencia que, además, se confirma entre los turistas.
Las cifras sorprenden. 40.000 elementos decorativos, entre bolas, flores y otros adornos, así como 3,5 kilómetros de guirnaldas de luz que requieren seis noches de instalación. En cuanto a las vitrinas con sus 121 personajes animados, son necesarias 650 horas de edición, realizadas en aproximadamente tres semanas. Le Printemps declara que 150 personas se movilizan durante un año para prepararse para la operación. De hecho, dada la importancia de este período, los equipos trabajan para la puesta durante todo el año.
Finalmente, para despedir 2021 y recibir 2022, la ciudad de París planeó, para las inmediaciones de la Torre Eiffel, una sesión de DJ de 2 horas, desde las 22 a la medianoche, con Maud Geffray y Jennifer Cardini, y luego una breve “final pirotécnico” para los primeros minutos del Año Nuevo. Sumará proyecciones sobre el Arco de Triunfo, visible desde la Place de l’Étoile y la avenue des Champs-Élysées.
El evento, que suele seguirse presencialmente, este año tiene un programa exclusivo para transmitirse por televisión, y de esta manera evitar aglomeraciones que rompan las normas sanitarias por el coronavirus. En ese marco, el primer ministro francés, Jean Castex, anunció el viernes limitaciones para los festejos.
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