El legado de Virgil Abloh: el diseñador multifacético más influyente de la última década

El mundo de la moda está conmocionado. El primer afroamericano en ser director creativo de una casa de moda francesa, el hombre que fusionó el street wear con la música urbana y la sastrería de lujo, murió ayer a los 41 años.

Virgil Abloh fue un pionero en innumerables formas: el primer hombre de raíces africanas en dirigir una marca de lujo francesa y global, un creativo que impuso la ropa de calle y el atuendo deportivo en la moda masculina de alta costura y, también, un ingeniero civil que trabajó como DJ y como diseñador de muebles.

Para los amantes de la moda, Abloh cambió el lenguaje de la industria de la última década. Convirtiendo en espectáculo cada intervención artística, y revolucionando los códigos establecidos al fusionar las camisetas, zapatillas deportivas y prendas oversize de su Chicago natal con la sastrería de lujo de la emblemática marca Louis Vuitton.

Nacido el 30 de septiembre de 1980 en Rockford, Illinois, ciudad a la que emigraron sus padres desde Ghana, Abloh creció rodeado de cultura urbana, skate y hip-hop. Se formó en una escuela católica, fue a la Universidad de Wisconsin a estudiar Ingeniería Civil y obtuvo un máster de Arquitectura en el Illinois Institute of Technology.

De adolescente, empezó a expresar su faceta artística a través de la música y comenzó tímidamente a trabajar como DJ: mezclaba pistas y reelaboraba los sonidos y así comenzó a surgir su faceta de diseñador. En 2002, con 22 años, se convirtió en la mano derecha del rapero Kanye West y en su estilista. Trabajando junto al rapero y compositor, su papel se amplió desde el diseño de las portadas de los álbumes hasta la escenografía.

Desde entonces, Abloh fue apodado ‘colaborador en serie’. ¿Por qué? Entre el armado de cada colección, él diseñaba muebles -en colaboración con IKEA-, organizaba eventos y realizaba colecciones cápsulas para diferentes marcas como Nike, Levi’s, Jimmy Choo, Kith, el New York City Ballet y Sunglasses Hut.

Abloh convirtió su propia marca, Off White, creada en 2012, en una de las más atractivas para el público joven gracias en parte a su relación con West y otros cantantes. Off-White, se convirtió rápidamente en un ícono gracias a su ropa de calle lujosa: camisetas con capucha de inspiración deportiva y zapatillas urbanas en colores estridentes.

El diseñador fue nombrado al frente de la dirección creativa de la línea masculina de Louis Vuitton (LVMH) en marzo de 2018, como sucesor del británico Kim Jones. Abloh apuntó entonces que la herencia y la “integridad creativa” de Louis Vuitton eran fuentes de inspiración clave para él y que les iba a rendir homenaje, además de intentar tender puentes con la actualidad.

Su llegada a LVMH lanzó el matrimonio entre el street wear y la moda de lujo, mezclando zapatillas y pantalones de camuflaje con trajes elegantes y vestidos de noche. Sus influencias incluyeron el arte del graffiti, el hip hop y la cultura del skate.

El estilo fue adoptado por la icónica casa de moda francesa, ya que buscaba dar nueva vida a algunas etiquetas y atraer a clientes más jóvenes. En julio de este año, LVMH amplió el poder de Abloh, dándole la autoridad para lanzar nuevas marcas y asociarse con las existentes en una variedad de sectores más allá de la moda. LVMH también compró una participación del 60% en la etiqueta Off-White de Abloh, que incorporó al conglomerado de licores a joyería.

En su tiempo en Louis Vuitton, creó experiencias asombrosas e inmersivas: había una alfombra de 200 metros de largo en tonos arcoíris a lo largo de los jardines del Palais Royal en París, una destartalada variedad de piedras rojizas de Brooklyn a gran escala para evocar el distrito en los años 80 y, quizás lo más memorable, una plaza entera en París convertida en un parque de juegos para niños.

Su primera colección al frente de Louis Vuitton vio la luz en junio de 2018. En los jardines del Palais Royal de París, unas 3.000 personas acudieron al evento y otras cientos esperaban en las cuatro entradas del parque para ver a las estrellas que acudieron al desfile, entre ellas West y su entonces mujer, Kim Kardashian. Abloh, padre de dos hijos, dijo entonces haber cumplido su sueño y esperó motivar a otros a perseguir los suyos: “Tú también puedes hacerlo”, escribió en Instagram tras el desfile.

La sastrería inspirada en la cultura de la ropa de calle y de las prendas deportivas son producto de la mente innovadora de Abloh. Él fue el pionero en combinar dos tendencias que parecían antagónicas en un mismo look.

En la última década, los trajes y los modos de vestir tradicionalmente formales se fueron reemplazando por un enfoque más informal y centrado en el deporte: camisetas, zapatillas deportivas y enfoques menos estructurados de la sastrería. Muchos no conocían el nombre de Abloh hasta ayer, pero él era parte de un espíritu de época que cambió la forma en que los hombres se acercan a sus guardarropas.

Además de diseñador, el estadounidense ostentaba una larga y variada trayectoria que entrecruzaba y potenciaba disciplinas: DJ, músico, productor de música, diseñador de muebles. La colaboración de Abloh con Ikea se convirtió en una de las colecciones más esperadas que el minorista sueco de artículos para el hogar había lanzado jamás: las entradas para el lanzamiento se agotaron en menos de cinco minutos y la gente hizo cola durante la noche para tener la oportunidad de comprar la gama cuando se lanzó en abril de 2019.

Todo esto fue suficiente para que la revista Time lo considerara en 2018 una de las 100 personas más influyentes del mundo.

Abloh se basó en mensajes de inclusión y amplitud de género para expandir la popularidad de la etiqueta Louis Vuitton, entramando temas de identidad racial en sus desfilescon representaciones de poesía e instalaciones artísticas.

“En última instancia, me enorgullece ser un diseñador negro, y mi objetivo es abrir la puerta a más diseñadores negros y personas de color, mujeres de color, para que en un año o varios años, no tengan para mencionar que son un diseñador negro “, dijo en una entrevista a principios de año en la revista Rolling Stone.

“Virgil Abloh fue la esencia de la creatividad moderna”, decía una publicación en Instagram de Alexandre Arnault, uno de los hijos de Bernard Arnault y vicepresidente ejecutivo de productos y comunicaciones de la joyería estadounidense Tiffany, que LVMH compró este año.

Abloh fue un artista integral, no sólo un diseñador de moda, un hombre que supo expresa y expandir la cultura urbana y moderna en las pasarelas, en la música y en sus intervenciones artísticas para diferentes marcas. De raíces ghanesas, fue el pionero afroamericano en conquistar la moda de París. Su legado, seguramente, marcará un antes y un después en la alta costura.

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