Las Vegas lo tiene todo. Lo que se busque del mundo, allí está en una muestra apropiada para una ciudad no tan grande como debería, pero desorbitada, diversa, extravagante. Casi como una mina de piedras preciosas a cielo abierto, en ningún otro sitio como allí las estrellas del cielo deben brillar menos.
En medio de tanta extravagancia, hay una serie de reductos más deslumbrantes aún (si eso es posible), donde un montón de millonarios excéntricos satisfacen su gusto exagerado, adecuado para una diversión sin censura.
Es posible que Las Vegas sea la cuidad que lleve mejor el título de “la más grande del mundo”, mal que le pese a los cariocas. En esta ruta para abrir las apuestas hay que dejar más que el crédito de la tarjeta.
Puede ser Chic
Las Vegas puede tener su lado barroco, pero también cierto glamour esmerado. La sofisticación artística es de lo que se trata The Cosmopolitan. Ubicado en el corazón del Strip de Las Vegas, es uno de los pocos lugares que ofrece habitaciones con terrazas al aire libre. Los interiores tienen un diseño contemporáneo de terminaciones limpias.
Cuenta con una gran selección de opciones de habitaciones para elegir. Cosmopolitan tiene algunos de los mejores restaurantes de Las Vegas, lo que permite no perderse ni una noche de prueba en las diferentes opciones.
Es el sitio ideal para sentarse a mirar a los habitués entra una gran multitud.
Una inversión de 100 mil dólares
Palms Casino Resort alberga una de las suites más caras del mundo. La Empathy diseñada por Damien-Hirst cuesta 100.000 dólares por noche. Pero eso no es todo. No la abren si el huésped no se queda, al menos, un par de veladas. De modo que se puede dejar un Ferrari a cambio de dormir en la suite más extravagante.
Es una especie de villa en el cielo de casi 900 metros cuadrados y dos pisos tiene una serie de características únicas, además del precio.
Está decorada con algunas de las mejores obras de Damien Hirst, como el “Ganador Perdedor”, que tiene dos tiburones toro suspendidos en formaldehído. También hay una sala de relajación con sal para superar los peores días de resaca o cuando la banca se ha llevado todo. Y, por supuesto, un jacuzzi estilo infinito con vista al Strip de Las Vegas y servicio de mayordomo las 24 horas.
El chico de estreno
El resort más nuevo es el Conrad Resorts World que, gracias a ser el recién llegado, está siendo frecuentado por la cream de la crema de los habitués de la ciudad de las apuestas.
Ha logrado ponerse a la altura de la competencia, cuestión que no es nada sencilla. Las opciones gastronómicas del hotel van desde auténtica comida callejera hasta restaurantes con estrellas Michelin y salones exclusivos, para reservar y no ser visto. Starlight on 66, por ejemplo, está ubicado precisamente a 66 pisos de altura y ofrece un panorama increíble de la ciudad junto con una colección excepcional de licores finos y bastante poco comunes.
La frutilla del postre: cuenta con un complejo de piscinas de 20.000 metros cuadrados. Es el más grande del Strip, con siete experiencias de piletas diferentes.
Menores abstenerse
Una propuesta exclusiva para adultos se ha convertido en una de las adiciones más recientes para los millonarios. Guarda un truco invisible bajo la manga. La característica épica de Circa es el colosal Stadium Swim. Tiene una pantalla de 45 metros y seis enormes piscinas que pueden alojar a hasta 4.000 personas.
Está concebido para transformarse en el lugar perfecto para ir de fiesta o ver eventos deportivos.
Otra condición que ofrece este lanzamiento es que acaba de sumarse a la nueva era de la digitalización. Una tablet permite al huésped cambiar la temperatura o la iluminación de su habitación, comunicarse con el personal del hotel y acceder a prestaciones, incluso es posible hacer reservas en los restaurantes del hotel desde allí.
Apuesta con vistas
Aunque parece que todo se trata de dinero, cuando éste se va con frente a algunas imágenes que parecen pinturas, al menos se siente que algo llega a cambio. Si lleva el sello de Waldorf Astoria va a ofrecer algo más que una buena ruleta.
Este hotel de lujo de 47 pisos está decorado en estilo oriental diseñado por Adam D. Tihany. Las suites más lujosas tienen bañeras independientes con vista a la ciudad, pero no importa a qué habitación o suite se termine uno alojando, todas tienen fantásticas vistas.
El spa, uno de los hitos más galardonados en la materia en la ciudad, se extiende por dos pisos y cuenta con 17 salas de tratamiento y salones de relajación.
Además, en el último piso hay una terraza completa hecha piscina de aguas cristalinas, bañeras de hidromasaje y cabañas de uso exclusivo.
¿El mejor lugar para tomar algo? El SkyBar del piso 23. Además de ser el lugar perfecto para disfrutar de un panorama inolvidable, especialmente durante las puestas de sol, es el sitio que frecuentan aún los que no se alojan en el hotel.
Entre tiburones
Aunque uno crea que los zarpazos más importantes se dan en las mesas de juego, en el caso de este hotel se extienden más allá de los crupieres.
Golden Nugget es un hotel que propone aventuras y particulares sorpresas. ¿Qué tal un tanque de tres pisos lleno de tiburones con un tobogán de agua que lo atraviesa? Si eso es demasiado riesgoso para el visitante, entonces cuentan con la piscina estilo laguna calma y relajada alejada del terror de los depredadores.
El restaurante Chart House propone una experiencia gastronómica deslumbrante: se puede cenar mientras se observa la vida marina dentro del acuario de peces tropicales de casi 300 mil litros de capacidad.
Las 2.400 habitaciones se distribuyen en cuatro torres. La más lujosa es la Spa Suite que está ubicada en la Spa Tower y tiene ventanales a todo lo alto, espejos gigantes en el techo y un baño de mármol que podría funcionar como habitación completa.
Todas las apuestas del presidente
Si dice Trump la exageración es el sello. Aunque la marca pueda atraer controversias, la torre del ex presidente de los Estados Unidos con su brillo de lingote esbelto erguido en medop de Las Vegas encaja de manera perfecta con el estilo de la ciudad y el gusto de los concurrentes.
La fachada dorada de la torre brilla durante las puestas de sol, y el edificio sobresale del horizonte de Las Vegas como un inconformista excéntrico. Y no lo es en vano, porque aquí no se aceptan fumadores ni jugadores. ¿Se puede ser más extraño en Las Vegas?
Para el viajero que está buscando un hotel de lujo sin un enjambre de jugadores, y prefiere dejar sus ahorros en un sitio donde luego no apoya la cabeza para dormir, Trump cumplió su sueño.
Además ofrece un spa de última generación y vistas increíblemente buenas del Strip de Las Vegas.
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