La cera de abeja se ha utilizado siempre para la formulación de cosméticos por sus cualidades hidratantes y cremosas. Desde lápices labiales, hasta rímel o lociones limpiadoras y espumas de afeitar, otorga una inigualable sensación de suavidad. También se emplea en emulsiones para reducir las marcas de las cicatrices, para aquellas destinadas al mantenimiento de las rastas y para la creación de perfumes sólidos.
Pero la industria de productos de belleza se ha preocupado en los últimos años por incorporar prácticas que protejan a los animales y varios componentes han sido reemplazados por opciones sintéticas. En el caso de la cera de abeja, si bien su utilización no implica la muerte de los insectos, significa una intervención en su hábitat que perturba el normal desarrollo de las colmenas.
Por eso los productos que utilizan la cera de las abejas no son considerados sea “libre de crueldad animal”. Por ese motivo, muchas personas han dejado de adquirir productos que la incorporan en su formulación.
Si bien es imposible replicar la miel o el propóleo, ambos obtenidos de las abejas y con gran cantidad de beneficios para la salud, los científicos han logrado crear cera sintética.
Se trata de un producto generado en laboratorio que imita las propiedades de la que dan las abejas. Se formula con ácidos grasos y con alcoholes, todo ello se filtra para obtener un producto muy similar a la cera. Además, es mucho más barato que la cera natural y es fácil de producir a gran escala.
Como es un producto en el que no intervienen las abejas, es apto para ser usado por personas veganas. De todas formas, en el caso de quienes practican el veganismo, no todos los productos que contienen cera sintética están libres de la utilización de animales, ya que hay diferentes maneras de elaborar la cera sintética y algunas incorporan lanolina, una sustancia derivada de la oveja, que no se considera vegana.
INCI Beauty, una organización francesa independiente que ayuda a descifrar el contenido de los cosméticos, informa en su página web que la cera sintética (Synthetic Beezwax) es un “agente de fijación: permite que diferentes ingredientes cosméticos se cohesionen” y es “estabilizador de emulsiones: promueve el proceso de emulsión y mejora la estabilidad y la vida útil de la emulsión” Asimismo, es un “agente de control de viscosidad: aumenta o disminuye la viscosidad de los cosméticos”.
Según esa entidad, “este ingrediente está presente en el 0.77% de los cosméticos”. Dentro de este grupo el 22,01% son rímel, el15,81% lápices de ojos, el 9,08% lápices de labios, el 7,23% delineadores de ojos y el 7,09% lápices de cejas.
El trabajo en laboratorio ha conseguido que esta réplica casi exacta proporcione prácticamente los mismos beneficios que la cera natural. Se puede decir que la piel es la gran beneficiada de este descubrimiento.
Por una parte, ayuda a prevenir la pérdida de la humedad de la piel ya que crea una capa protectora que impide que el agua que contiene la dermis escape. Esto al tiempo que suaviza y la dota de brillo. Por otro lado, imita la textura cremosa de la cera natural, una propiedad por la que ambas se han incorporado a productos de belleza para crear fórmulas agradables de aplicar y que dotan a los productos de la consistencia necesaria para que sean fáciles de usar y se deslicen sin problema sobre la piel.
La cera sintética es casi una copia idéntica de la producida por la abeja, pero hay algo que no se ha podido incluir en la fórmula de laboratorio. Y es que la cera natural contiene componentes como el betacaroteno y los flavonoides, que tienen propiedades antioxidantes y antimicrobianas, algo de lo que no se van a poder beneficiar quienes opten por la opción manufacturada.
Otro de los beneficios que ha traído la elaboración de cera sintética es que las personas alérgicas a la miel o al polen pueden usar sin problemas el producto, contrariamente a lo que ocurre con aquellos cosméticos que contienen cera de abeja. Tal como ocurre con otros, sí podrían verse perjudicados los alérgicos a formulaciones que mejoran el color o el aspecto de la cera sintética. Hay marcas que generan productos más puros que otras.
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