En su debut como directora creativa de Dior en 2016, Maria Grazia Chiuri llevó a la pasarela una camiseta blanca con la inscripción “We Should All Be Feminists” (Todos deberíamos ser feministas). Instagrameada hasta el cansancio y fotografiada en celebridades como Rihanna, Chiara Ferragni y Natalie Portman, el fenómeno ayudó a remarcar la relevancia social y cultural de las graphic tees y, con ellas, de la moda en general.
Utilizada como ropa interior a fines del siglo XIX, popularizada por James Dean y Marlon Brando en los ‘50, intervenida y empleada en los ‘60 como símbolo de protesta y habiendo logrado su boom en los ‘70 con las estampas de bandas, la t-shirt es, junto con los blue jeans, una prenda ubicua, versátil, democrática y cargada de simbolismo. En diálogo con Infobae, Melissa Soto, una diseñadora e ilustradora argentina especializada en el desarrollo de estampas radicada en Los Ángeles, reveló cómo es el proceso para crear una prenda aparentemente sencilla y hacia dónde se dirige el futuro de su trabajo.
-¿Qué es una graphic tee (camiseta gráfica) para vos?
-La graphic tee es una representación de la sociedad y de los tiempos que vivimos. La remera estampada lleva un mensaje y, por ende, es una extension nuestra y de nuestras creencias y convicciones. Para mí es la prenda que más dice de una persona: si llevás una remera de una banda ya entiendo qué música te gusta, si estás luchando por una causa puedo conocer tus creencias. En cierto sentido es una forma de decir “esto es lo que soy”. Por ejemplo, esta remera que diseñé para Lou & Grey con la frase “Girl Power” fue furor en muchas de las marchas por los derechos de las mujeres en Estados Unidos.
-¿Cómo es el desarrollo de una estampa?
-En primer lugar se habla con el cliente para entender qué es lo que está buscando. Muchas veces el concepto nace de una tendencia, a veces de una bajada concreta y en otros casos de una idea o una referencia más abstractas. Luego de que se aprueba el concepto, se crea un mooboard (un tablero de imágenes que ayuda a construir la estética de la propuesta y funciona como fuente de inspiración) y finalmente se pasa a la etapa de dibujo. Primero se hace un sketch y luego se trabaja en la computadora, aunque en varias ocasiones los clientes pidan piezas dibujadas a mano alzada.
-¿Qué es lo más importante a la hora de crear una estampa?
-Para mí es fundamental pensar en la prenda en sí. Preguntarse cuál va a ser el espacio en el que la estampa va a vivir, qué forma va a tener la remera y de qué tela va a estar hecha. Algo que suelo hacer es imprimir la imagen en tamaño real para ver si funciona antes de pasar a hacer una muestra. De todos modos una vez que se la envía a fábrica es posible hacer muchas correcciones. Creo que para muchos no es claro el camino que recorren las prendas hasta llegar a los locales: es un proceso largo que empieza muchos meses antes de que salgan a la venta.
-¿Cuáles son tus trabajos favoritos?
-En mi caso, todas las piezas que hice a mano. Y en cuanto a marcas, me encantan Madeworn por la forma en la que recrean remeras vintage y Online Ceramics.
-¿Qué es lo que se viene en el diseño de estampas del futuro?
-En este momento lo que más se está trabajando es lo funky y colorido, los mensajes positivos, la psicodelia, las referencias a lo atlético y las remeras de bandas inspiradas en los ‘70. Además, contrario a lo que se podría pensar, cada vez más marcas se animan al dibujo a mano y le dedican más tiempo a cada prenda para darle un valor agregado, cosa que también tiene que ver con un movimiento generalizado hacia el slow fashion y a la moda sustentable. Creo que lo que se busca es devolverle la magia al trabajo artesanal y enfatizar la relevancia de la prenda y el arte en sí mismos.
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