Uruguay abrió hace una semana sus fronteras a extranjeros, después de casi veinte meses de mantenerlas cerradas. Ya recibe a turistas de todo el mundo camino a la temporada de verano 2022 que tiene lugar entre diciembre y abril.
El sector turístico representa alrededor del 8% del PBI del país y emplea, directa e indirectamente, 100.000 personas. “Vemos el 1° de noviembre como el día más especial desde que ingresamos al gobierno”, dijo el subsecretario de Turismo, Remo Monzeglio, al diario El País.
“Se marca un cambio de rumbo”, agregó Monzeglio, en cuanto a la activación del sector turístico y las políticas dedicadas a este que, hasta ahora, fue una de las áreas económicas más golpeadas por la pandemia en Uruguay.
“No debería cambiar el tema sanitario por la apertura de fronteras, pero sí lo que estamos esperando: que esta sea una temporada de recuperación turística”, dijo el presidente Luis Lacalle Pou.
En este marco, Punta del Este es los Dedos, la escultura ícono del artista chileno Mario Irarrazábal, es la península que administra los embates del mar, es también las playas Mansa y Brava, las arenas blancas, las playas azules, la composición agreste en contraste con una arquitectura distinguida. Punta del Este es el balneario top de Sudamérica, el límite entre el Río de la Plata y Atlántico, el puerto y las lagunas, la exclusividad de José Ignacio y la magia de los atardeceres en Casapueblo, la arquitectura ícono del artista uruguayo Carlos Páez Vilaró.
Es una ciudad ambigua: sofisticada y, entrañablemente, amigable. Una combinación que le permitió generar una filiación especial con sus visitantes. Tiene en sus costas su principal atracción. Kilómetros de playas con distintas variables. Cada una tiene su peculiaridad y encanto: desde sus características geográficas hasta su público. Aquí una guía para los desprevenidos: las siete playas imperdibles de Punta del Este.
1-Mansa
Las playas de Punta del Este combinan el ambiente natural con sofisticadas construcciones.
La península esteña divide en dos sus playas. De una costa, el oleaje es particularmente intenso y interactúa con la orilla todo lo que no hace del otro lado. El movimiento de las olas define los nombres de las dos playas más populosas de Punta del Este: la Mansa y la Brava. Son divididas por el Faro, una referencia que alumbra la inmensidad atlántica. La primera es ideal para niños y familias por su mar calmo y sereno. Es la costa oeste de la ciudad balnearia, una bahía que baña la Isla Gorriti, un refugio silvestre sin nada más que playas y vegetación a 20 minutos de navegación del puerto.
La Mansa se extiende desde la península en la parada 1 hasta la parada 24. Es un escenario ideal para los atardeceres en Punta del Este, especialmente cuando el sol se oculta tras la Isla Gorriti.
Según los usuarios más exigentes, si al turista le gusta nadar, no hay mejor opción que Playa Mansa. “Es maravillosa, con poco movimiento de oleaje y una vista única. Desde la Isla Gorriti hasta el Puerto De Punta del Este se pueden apreciar los diferentes atractivos que la distingue sentados en su blanca arena. No dejen de aprovechar una linda y saludable caminata a sus orillas”, aporta una visitante habitual.
Las valoraciones son de lo más diversas. Pero en lo que todos coinciden es que es para todo público, ideal para niños y para quienes desean tomar un placentero baño de mar, donde hay pocas olas, usualmente de pequeño tamaño. Sus principales características son: en la Parada 1, tiene arena fina, con bloques, el oleaje calmo, poca profundidad y pendiente; en la Parada 3 está el muelle del Club de Pesca y en la Parada 7, tiene arena fina a media, mar de viento, profundidad gradual.
2-Brava
La escultura de los Dedos, obra del artista chileno Mario Irarrazabal, emerge de la arena de Punta del Este para coronarse en un sitio histórico de la ciudad balnearia. Allí se atribuye el comienzo de la Brava, que se extiende hasta el puente de la Barra con la desembocadura del arroyo Maldonado. Ocupa la cara este de la península y es el complemento de la Mansa con otras condiciones y actividades. La Brava recibe a las aguas más picadas del Océano Atlántico. Sus olas proporcionan el escenario ideal para practicar surf. Durante 8 kilómetros deslumbra a los visitantes.
Suele tener más movimiento que en la Mansa por tramar una atmósfera más activa. Dispone de servicios como alquileres de sombrillas, paradores con oferta gastronómica, una movida surfer y sitios reservados para los más exigentes fashionistas.
El arte público, las olas, las escuelas de surf y fabulosos amaneceres y atardeceres se fusionan en esta playa, de estilo familiar, que concentra la mayor concentración de visitantes, durante todo el año. Cuenta con varias paradas que cuentan con diferentes servicios, como paradores (bares de playa) y renta de equipo para practicar deportes acuáticos.
¿El Imperdible? Sin lugar a dudas Parada 1, que es el punto ubicado más al sur de la playa, para tomar una foto emblemática de Punta del Este.
3-Bikini
Una de las expresiones más fieles de Punta del Este. Bikini es una playa top del balneario Manantiales, a doce kilómetros de la península. La distancia le transmite más exclusividad. Por eso es una de las costas más elegidas por las celebridades y principalmente dominada por el círculo de turistas argentinos. Sobra el glamour, la distinción, los eventos sociales, los desfiles de moda, la juventud, la música y las barras de tragos. Sus actividades son variadas: clases de surf, jet ski y gimnasia aeróbica. Su playa suele ser peligrosa y estar custodiada por un servicio reforzado de guardavidas.
Su atardecer es un valor agregado. El grueso de sus visitantes llegan a partir de las tres de la tarde, convocados por los entretenimientos y la particular caída del sol. La península intercede y no deja ver cómo el mar se confunde con el sol: eso genera un atardecer distinto e igual de hipnotizante con un efecto visual único e instagrameable. Es, para quienes la conocen, una playa para ver y dejarse ver.
Atracción de surfistas. Esta playa animada convoca a los surfistas de los puntos más remotos del globo y a los jóvenes atractivos y bronceados con sus fiestas al atardecer, sus sesiones de entretenimiento con DJs, sus espectáculos de moda y sus fabulosas olas.
Playa Bikini es uno de los sitios más populares para disfrutar el verano en Uruguay, ya que ofrece una combinación de paisajes naturales hermosos y personas atractivas. Si se opta por una estadía silenciosa, es aconsejable pasear por la arena dorada hacia el extremo sur de la playa. Visita esta zona a la hora en la que el sol se oculta detrás de las grandes torres de Punta del Este, que se pueden ver a lo lejos. Después, regresa al parador para disfrutar una fiesta animada al anochecer.
4-José Ignacio
A 40 kilómetros de Punta del Este, en el kilómetro 182 de la Ruta Nº 10, por el camino E. Sainz Martínez, el viajero se encuentra con un paradisíaco y privilegiado rincón de la costa atlántica uruguaya: el balneario de José Ignacio.
La intimidad que otorga este exclusivo balneario, ubicado a 40 kilómetros de Punta del Este, es principalmente valorado por las celebridades que la visitan.
La bohemia y el chic se mezclan en la segunda península más reconocida del departamento de Maldonado. La exclusividad, el rasgo de privilegio, es su sello de pertenencia. Su paisaje agreste, natural y autóctono armoniza con un bagaje arquitectónico refinado: hay hoteles boutique, complejos del más alto lujo, un gran abanico de ofertas gastronómicas, hasta galerías de arte, desfiles de moda, eventos tops y campeonatos de polo. En José Ignacio la naturaleza prevalece e invita a descansar en un rincón paradisíaco.
Se trata de una pequeña península que se interna en el mar a través de sus dos kilómetros de largo y 800 metros de ancho. A un lado, mirando al Oeste, está la Playa Mansa, con sus pequeños barcos pesqueros y sus mágicos atardeceres. Al otro lado, admirando el Este, la Playa Brava, ancha y de imponentes olas.
Tiene, como Punta del Este, una península, un faro medular y la misma división de playas: la Mansa y la Brava, un ideal para valorar la pasividad del mar y otra donde jugar con las olas. El balneario, incluso, se encuentra rodeado por agua al estar custodiado por dos lagunas, la Garzón y la José Ignacio. Y tiene, además de los hoteles de cinco estrellas, posadas y chacras turísticas y estivales con suficientes playas solitarias para disfrutar de un verano al más refinado estilo de Punta del Este.
José Ignacio debe su nombre a un poblador del lugar que habitó la zona en la época de la conquista española. El Faro, símbolo del lugar, lleva el mismo nombre, y fue construido en 1877 en el extremo más saliente y rocoso de la península. Su altura focal es de 32.5 metros.
En general es un escenario donde la naturaleza ha hecho prevalecer su abrumador encanto. Un pueblo seductor y delicado, perfecto para disfrutar de un descanso eterno. Un balneario donde la tranquilidad y la paz son sólo interrumpidas por el viento.
5-La Barra
La Barra es un antiguo puerto de pescadores. Su impronta mantiene cierta estética silvestre, con construcciones originales y modestas. Su significado proviene del término barra que es usada en Uruguay para designar la desembocadura de un curso de agua en el mar. El arroyo Maldonado desemboca en el Atlántico en las playas de La Barra, donde Desembocadura es uno de sus balnearios más importantes. Su conexión a Punta del Este también es icónica: lo hace el “Puente de la Barra” -también conocido como “puente ondulante”-, una construcción que finalizó en 1999 y es un símbolo del turismo uruguayo.
La Barra tiene todo: un paisaje marino decorado con playas magníficas que permiten la realización de actividades deportivas tan variadas como pesca, surf, canotaje y esquí acuático; un polo nocturno con diversos bares y boliches emplazados mayoritariamente sobre la ruta 10; un estilo arquitectónico con identidad propia; más un atractivo cultural permanente con galerías de arte, mercado de pulgas y tiendas de antigüedades.
Se trata de un antiguo puerto de pescadores y lugar de veraneo de los habitantes de Maldonado y San Carlos, así como de otras zonas de Uruguay. Sus construcciones originales eran relativamente modestas. Su nombre deriva de la palabra barra, que en Uruguay es usada para designar la desembocadura de un curso de agua en el mar. En este caso lo que desemboca en el Atlántico es el arroyo Maldonado, volcando sus dulces aguas en el océano. Con la inauguración en 1965 del puente sobre el arroyo Maldonado, el pueblo comenzó a adquirir las características actuales de balneario refinado.
6-Montoya
La playa más convocante de La Barra. Es el parador donde se concentra la movida joven. En 2012, el periodista Richard Green publicó en el diario británico The Sunday Times un listado con las diez mejores playas del mundo: Montoya era una de ellas. “Esta ciudad de vacaciones para el jet set, a 45 minutos de vuelo desde Buenos Aires, es el lugar donde la ‘gente linda’ de Argentina viene a demostrar qué hermosos son. En las arenas blancas de Montoya, verá pasar a los nadadores frente a usted, a surfistas corriendo olas en otro lado, y el encanto de lo ‘precario’ de los locales de La Barra, a sólo un paso más allá”, describió.
Es una playa extensa con grandes olas. Se destacan sus eventos de surf por la calidad del oleaje oceánico que permite la celebración durante todo el año de diferentes certámenes de deportes acuáticos. Su faceta deportiva y su público joven la convierten en el balneario más activo de la costa esteña.
Montoya está gobernada por centennials. La playa se mueve a su ritmo. Miriam está hace diez días y siempre baja a la costa en este parador, guiada por sus dos hijos adolescentes. “Hoy me tuve que traer a otros cinco en el auto”, reveló. Es que la dinámica de los jóvenes es ésa: ir a Montoya cada día de playa sin convocatoria previa, sencillamente porque saben que allí encontrarán más gente de su edad.
La cancha de fútbol vive históricamente colapsada. En ella juegan dos equipos y afuera esperan otros tantos. Ninguno es mayor de 18 años y todos están, en apariencia, solos. Uno pasó pidiéndole a otro si podía dejar su mochila donde estuviesen parando sus padres. Hay adultos fiscalizando todo desde el perímetro. En la cancha, los varones que van desde 13 a 18 años. En los médanos, grupitos de chicos de doce años corren aventurosos. Como a veces los más pequeños son desplazados por los más grandes, se juntan en la Desembocadura, la primera playa de la zona de La Barra, siempre llevados por sus padres.
7-Chihuahua
En un entorno natural de arenas, mar, bosques y arroyo, los turistas disfrutar desnudos amparados por la legislación.
En Uruguay y muy cerca del centro de Punta del Este, con costa a la Bahía de Portezuelo y en un entorno natural de arenas, mar, bosques, arroyo y con muy fácil acceso en auto hasta la playa, se encuentra Chihuahua, una de las mejores playas del mundo para hacer nudismo, que también cuenta con hoteles en los que se puede pasear como dios lo trajo al mundo.
Exótica. Precisamente diez kilómetros al este del centro neurálgico de Punta del Este, esta playa se extiende por dos kilómetros hacia el arroyo El Portero donde desemboca la corriente de la Laguna del Sauce. Es Chihuahua, un paisaje natural que recibe por día cerca de tres mil turistas en la temporada alta. El balneario tiene una condición que la distingue del resto: es una playa nudista.
La práctica se popularizó en la década del sesenta. Los turistas españoles, alemanes e italianos impusieron una moda que en Sudamérica se escondía. Recién en 1994 adquirió la personería jurídica y hacia comienzos de siglo se legalizó su estatus con el apoyo de la Intendencia, que designó personal de limpieza y seguridad para promover la actividad de la Playa Nudista Naturista Chihuahua. La playa y el nudismo crecieron tanto en la zona que se edificó un polo hotelero donde incluso no es necesario andar vestido.
También se destaca el Chihuahua Resort Punta del Este, para una estadía de lujo en un ambiente totalmente libre. Este alojamiento ofrece relax y diversión con la exclusividad de ser el primer hotel nudista de Uruguay y orientado al turismo swinger. Piscinas, fiestas temáticas con shows imperdibles, deliciosa gastronomía y un relajante spa son algunas de las propuestas de placer que ofrece. Está situado a solo 100 metros de la playa nudista, a 10 km de la ciudad de Punta del Este y a pocos minutos del aeropuerto.
La Playa Chihuahua se ubica dentro del balneario de Chihuahua, en el departamento de Maldonado, en la Bahía de Portezuelo. Fue inaugurada como playa naturista en el 2000, pero ya se practicaba el nudismo desde la década del 60 por turistas alemanes, italianos y españoles, entre otros.
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