El mundo entero parece estar hablando de la crisis climática, gracias a los meses de clima intempestuoso y a los nuevos datos científicos que demuestran que tenemos que actuar más rápido de lo que pensábamos para evitar las peores consecuencias.
La Cumbre de Clima de las Naciones Unidas en Glasgow comenzó oficialmente el domingo y dio inicio a dos semanas de intensas negociaciones diplomáticas entre casi 200 países sobre cómo combatir el desafío común del calentamiento global.
Los negociadores buscan soluciones a cuestiones pendientes desde el Acuerdo Climático de París de 2015 e impulsan sus esfuerzos para impedir que las temperaturas globales suban más de 1,5 grados Celsius (2,7 Fahrenheit) este siglo en comparación con las era preindustrial. Para hacerlo, sin duda utilizarán mucha jerga técnica. La terminología no es especialmente clara y puede resultar desalentadora.
Incluso el nombre de la cumbre, COP26, se parece más a un mal drama policial que a un evento climático. Pero COP es la abreviatura de la Conferencia de las Partes de la Convención de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático que convoca a líderes mundiales, científicos y negociadores sobre el clima, y suele celebrarse anualmente. El “26″ significa que Glasgow será la 26ª reunión.
La lista de términos que hay que conocer entender lo que está en juego
- Emisiones netas cero
Las emisiones netas cero se consiguen eliminando de la atmósfera tantos gases de efecto invernadero como los que se emiten, de modo que la cantidad neta añadida es cero. Para ello, los países y las empresas tendrán que recurrir a métodos naturales, como plantar árboles o restaurar praderas, para absorber el dióxido de carbono (CO2), el gas de efecto invernadero más abundante que emitimos, o utilizar la tecnología para “capturar” el gas y almacenarlo donde no se escape a la atmósfera. Decenas de países ya se han comprometido a lograr la emisión neta cero para mediados de siglo y existe una enorme presión sobre los países que aún no lo han hecho para que se comprometan antes de la COP26.
- Emisiones negativas
Para salvar al mundo de los peores efectos del cambio climático, los científicos afirman que probablemente no baste con alcanzar el cero neto. Las emisiones negativas netas se dan cuando la cantidad de gas de efecto invernadero que se elimina de la atmósfera es mayor que la cantidad que los seres humanos emiten en un periodo de tiempo determinado.
- Sumideros de carbono
Los sumideros de carbono son depósitos que absorben el dióxido de carbono de la atmósfera y lo encierran. Los sumideros naturales, como los árboles y otra vegetación, eliminan el CO2 de la atmósfera a través de la fotosíntesis: las plantas utilizan el dióxido de carbono de la atmósfera para crecer. El océano también es un importante sumidero de carbono debido al fitoplancton que, como planta, también absorbe dióxido de carbono. Los científicos afirman que la preservación y ampliación de los sumideros naturales, como los bosques, son fundamentales para reducir las emisiones. También hay sumideros artificiales que pueden almacenar carbono y mantenerlo fuera de la atmósfera. Más información a continuación.
- Captura y almacenamiento de carbono
La tecnología para eliminar y contener el dióxido de carbono de la atmósfera se conoce como captura y almacenamiento de carbono. El carbono se suele capturar en su origen, directamente del carbón, el petróleo o el gas cuando se quema, pero se está desarrollando una nueva tecnología para aspirar literalmente el carbono del aire. En ambos casos, el carbono puede almacenarse, normalmente enterrado en depósitos subterráneos o bajo el fondo del mar, en lo que se conoce como sumideros artificiales de carbono. Algunos científicos advierten que podría ser arriesgado inyectar tanto carbono bajo tierra, y este proceso no se utiliza actualmente a gran escala. El Global CCS Institute afirma que solo 27 instalaciones comerciales están en pleno funcionamiento en todo el mundo, mientras que otras más de 100 están en fase de desarrollo. Pero otros expertos afirman que la captura y almacenamiento es necesaria para reducir realmente nuestras emisiones.
Si bien hay muchas formas de capturar y almacenar carbono, estas son algunas de las principales:
- La captura y almacenamiento de dióxido de carbono (CAC) es un proceso en el que el CO2 producido por la industria pesada o las centrales eléctricas se recoge directamente en el punto de emisión, se comprime y se transporta para su almacenamiento en formaciones geológicas profundas.
- La captura, utilización y almacenamiento de carbono (CCUS) se refiere a la recogida de CO2 de fuentes industriales, que luego se utiliza para crear productos o servicios, como la fabricación de fertilizantes o en la industria de alimentos y bebidas.
- La captura y almacenamiento directo en el aire (DACS, DAC o DACC) es un proceso químico que extrae el CO2 directamente del aire para almacenarlo. Según un informe de la Agencia Internacional de la Energía (IEA, por sus siglas en inglés) de junio de 2020, hay 15 plantas de captura directa del aire en funcionamiento en todo el mundo.
-NDCs
Las Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional -o NDC por sus siglas en inglés- es un término utilizado por la ONU para el plan nacional individual de cada país para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. En el Acuerdo de París de 2015, al que se adhirió casi todo el mundo, se dio a los países la libertad de determinar por sí mismos cómo iban a cumplir los objetivos clave del acuerdo para frenar el calentamiento global. Se supone que las NDC se actualizan cada cinco años y se presentan a la ONU, con la idea de que la meta de cada país crezca con el tiempo. Decenas de países no han presentado sus actualizaciones antes de la COP26.
- Niveles preindustriales
Este término suele referirse a la concentración media de dióxido de carbono en la atmósfera antes de la Revolución Industrial, que comenzó a finales del siglo XVIII. Se calcula que los niveles de CO2 eran de unas 280 partes por millón en aquella época. En 2020, esa concentración había aumentado a 412,5 partes por millón, según cifras del gobierno de Estados Unidos.
Los científicos también hablan de niveles preindustriales para las temperaturas medias, utilizando el periodo 1850-1900 para determinar lo caliente o fría que era la Tierra antes de que los humanos empezaran a emitir gases de efecto invernadero en volúmenes mayores, como los que vemos hoy.
- Financiación del clima
Hace más de 10 años, en la COP16 de Cancún, México, el mundo desarrollado acordó transferir dinero a los países en desarrollo para ayudarles a limitar o reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero y adaptarse a la crisis climática. Crearon el Fondo Verde para el Clima (GCF, por sus siglas en inglés) para facilitar parte de esta transferencia, pero los países y los donantes pueden enviar el dinero por los medios que deseen.
El dinero debía acumularse y alcanzar los USD 100.000 millones anuales en 2020, y ese compromiso se reafirmó en el Acuerdo de París. Este dinero se suele denominar en general “financiación climática”. Sin embargo, no se alcanzó el objetivo de 2020, y llenar ese vacío es una de las prioridades de las conversaciones de Glasgow.
Los países en desarrollo, especialmente los del Sur Global, que son los más vulnerables a los efectos del cambio climático, argumentan que las naciones industrializadas son históricamente más responsables del cambio climático y deben hacer más para financiar los cambios que ayuden a las naciones en desarrollo a adaptarse. El presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, se comprometió a duplicar los montos de contribución actuales, incluyendo el dinero para el Fondo Verde para el Clima, en un discurso en la Asamblea General de la ONU en septiembre. Algunos críticos dicen que debería prometer más para compensar los años de Trump, en los que no se aportó dinero al fondo.
- 1,5 grados
Un objetivo clave del presidente de la COP26, el diputado británico Alok Sharma, es “mantener vivo el 1,5″, que se refiere al objetivo de mantener el aumento medio de la temperatura global en 1,5°C por encima de los niveles preindustriales. Es un objetivo al que se han resistido algunos países productores de combustibles fósiles, y los científicos han advertido de impactos significativamente peores si se supera este umbral.
Los países que firmaron el Acuerdo de París en 2015 acordaron limitar el aumento de las temperaturas globales muy por debajo de los 2°C respecto a los niveles preindustriales, pero preferiblemente a 1,5°C. Sin embargo, un análisis publicado el mes pasado por el organismo de control Climate Action Tracker (CAT) descubrió que ni una sola de las principales economías, incluyendo a todos los integrantes del G20, tenía un plan climático que cumpliera con sus obligaciones establecidas en el Acuerdo de París.
El Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) de las Naciones Unidas afirmó en su último informe sobre el estado de la ciencia que el mundo ya se ha calentado 1,1°C por encima de los niveles preindustriales, y que ahora se precipita rápidamente hacia los 1,5°C. Alcanzar el objetivo de 1,5°C, acordado en París con mucha fanfarria en 2015, requerirá un aumento del impulso político y el esfuerzo diplomático para compensar la acción insuficiente y las promesas vacías que han caracterizado gran parte de la política climática global.
- Carbón no compensado
El carbón no compensado se refiere al carbón que se quema en centrales eléctricas en las que no se toma ninguna medida, o “reducción”, para disminuir los gases de efecto invernadero emitidos por su uso. En pocas palabras, esto crea una laguna para que continúe la energía del carbón en un mundo neto cero, si se capturan los gases de efecto invernadero que emite. Sin embargo, muy pocas centrales de carbón en el mundo utilizan tecnologías de reducción, y la transición a las energías renovables suele ser más factible económicamente a largo plazo que su empleo. En su informe de 2021 “Net Zero by 2050″, la Agencia Internacional de la Energía afirma que se necesitará un “rápido cambio” para abandonar los combustibles fósiles y lograr el objetivo, lo que exige medidas como “eliminar todas las centrales eléctricas de carbón y petróleo que no compensan sus emisiones para 2040″.
- Adaptación
La adaptación se refiere a la forma en que los seres humanos pueden cambiar sus vidas para afrontar mejor los impactos del cambio climático. Por ejemplo, construyendo sistemas de alerta temprana de inundaciones o barreras para defenderse de la subida del nivel del mar. En algunos lugares en los que las precipitaciones disminuyen, plantar variedades de cultivos resistentes a la sequía puede ayudar a garantizar que las comunidades tengan suficientes alimentos para comer.
- Mitigación
En pocas palabras, se refiere a la forma en que los seres humanos pueden reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, o eliminarlas de la atmósfera, para aliviar las consecuencias del cambio climático. Los ejemplos incluyen el uso de combustibles fósiles como el carbón, el petróleo y el gas de manera más eficiente para los procesos industriales, el cambio de carbón y gas a fuentes de energía renovables como la energía eólica o solar para la electricidad, la elección del transporte público para desplazarse en lugar de los vehículos privados que funcionan con gasolina, y la expansión de los bosques y otros medios de absorción de carbono.
- Biodiversidad
La biodiversidad se refiere a todos los sistemas vivos de la Tierra, en la tierra y en el mar. El informe Perspectivas de la Biodiversidad Mundial de la ONU, publicado hace poco más de un año, advertía de que la aceleración de la crisis climática estaba empeorando las perspectivas de la biodiversidad, que puede referirse a todos los árboles, plantas y animales de un bosque, o a todos los peces y corales de un arrecife. “La biodiversidad está disminuyendo a un ritmo sin precedentes, y las presiones que impulsan este declive se están intensificando”, rezaba.
Los desafíos incluyen la pérdida y degradación del hábitat, la extinción masiva de especies, la disminución de los humedales y la contaminación por plásticos y pesticidas. A principios de este año, los países del G7, las siete mayores economías avanzadas, acordaron conservar el 30% de la tierra y el mar de sus naciones para proteger la biodiversidad, un compromiso que esperan que sea adoptado por más países en la COP26.
- Transición justa
Se refiere a la idea de que los cambios drásticos necesarios para combatir el cambio climático deben ser justos para todos. En palabras de la organización ecologista Greenpeace: “Una transición justa consiste en pasar a una economía ambientalmente sostenible sin dejar atrás a los trabajadores de las industrias contaminantes. Su objetivo es apoyar puestos de trabajo de buena calidad y medios de vida decentes cuando las industrias contaminantes disminuyan y otras se expandan, creando una sociedad más justa e igualitaria: eso es lo que la hace ‘justa’”.
- EV o vehículos eléctricos
A medida que aumente la disponibilidad de electricidad generada por energías renovables, como la eólica y la solar, se espera que la gente empiece a comprar vehículos eléctricos en mayor número, sobre todo cuando sean más asequibles. Eso significará que habrá menos autos impulsados por gasolina en las carreteras, que es otro de los temas de la agenda de la COP26. Es posible que también se haga referencia a los PHEV, es decir, a los vehículos eléctricos híbridos enchufables, que se alimentan principalmente de una batería cargada de una fuente eléctrica, pero que también tienen un motor de combustión interna híbrido para poder recorrer distancias más largas.
- El libro de reglas de París
En la COP24 de 2018, los líderes mundiales acordaron elaborar un conjunto de normas destinadas a ayudar a frenar el calentamiento global, el llamado Libro de Reglas de París o Paris Rulebook, que se supone que pondrá en marcha el Acuerdo de París. Sin embargo, no resolvieron una cuestión crucial y compleja que implica cómo los países comercian y contabilizan ciertos tipos de contaminación. El presidente de la COP26, Sharma, mostró recientemente su frustración por el hecho de que, seis años después de París, el libro de reglas siga sin estar terminado. “Esto debe resolverse si queremos aprovechar todo el potencial del Acuerdo de París”, dijo a principios de octubre.
Los organizadores de la COP26 afirman que las prioridades del reglamento son: encontrar una solución a los mercados de carbono mediante la creación de un sistema sólido de créditos de carbono; resolver las cuestiones relacionadas con la transparencia, implementando un sistema que anime a todos los países a cumplir sus compromisos; y negociar un acuerdo que impulse la ambición de los gobiernos para cumplir el objetivo de mantener el umbral de 1,5°C.
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