El Departamento de Terapia Ocupacional y Recreacional de INECO se planta el siguiente interrogante: ¿alguna vez pensaste cuáles son las habilidades que ponés en juego a la hora de cocinar? Las actividades que realizamos habitualmente, como preparar una comida, requieren la acción simultánea de diferentes funciones y habilidades.
Anne Fisher, en su modelo OTIPM (Occupational Therapy Intervention Process Model), describe a las habilidades de procesamiento que se desarrollan a partir de los distintos dominios cognitivos, como las acciones observables que nos permiten dirigir nuestras acciones para seleccionar y utilizar materiales y herramientas, desarrollar la receta con una secuencia lógica de pasos y modificar la ejecución cuando ocurren problemas.
Por otro lado, nuestras estructuras y funciones corporales serán la base de las habilidades motoras necesarias para movernos y mover los objetos de la tarea adecuadamente dentro del entorno de la cocina.
Un desempeño seguro y eficiente, necesitará de la participación articulada de cada uno de estos componentes y a medida que estas experiencias se repiten, hay mecanismos que se van automatizando. Por otro lado, cada persona va generando sus propias estrategias para ahorrar recursos, como tener la receta a la vista para no memorizarla o colocar alarmas para no estar atento a los tiempos de cocción.
Si queremos realizar el camino inverso, es decir, incrementar la demanda cognitiva de este tipo de actividades, podemos generar pequeños desafíos a nuestras “zonas de confort”.
Presentamos algunos ejemplos para mantener tu mente activa a la hora de cocinar:
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