A medida que el mes de desfiles de moda llega a su fin, solo hay un contendiente para el premio de “mejor vestida”; Kate Moss. Para asistir a eventos en Londres, Milán y París durante las últimas semanas, la supermodelo británica de 48 años lució atuendos frescos pero muy acertados tanto dentro como fuera de la pasarela.
Posó para grandes firmas como Gucci, Dolce & Gabbana, Versace, Calvin Klein, Chanel, Missoni o Burberry para quien ha sido imagen de su fragancia junto a Cara Delevingne, y en 2018 volvió a las pasarelas para desfilar con Louis Vuitton. En 2007 la revista Time la colocó en la lista de las 100 personas más influyentes del mundo, un grupo exclusivo del que parece que no está dispuesta a salir tan fácilmente cuando hablamos de moda. Moss sigue acaparando portadas de moda y continúa siendo la modelo estrella de campañas internacionales, su atractivo incombustible al paso del tiempo, provoca admiración en compañeras de profesión y fascinación en las marcas.
Comenzó a los 14 años su carrera como modelo por casualidad y se la llegó a definir como la “antimodelo”, sin curvas, sin la altura de sus compañeras y sin mucho pecho. Pero, a pesar de ello y del paso del tiempo, la industria de la moda continúa rindiéndose a su magnetismo, donde consigue contratos multimillonarios tanto en la moda como imagen de belleza. ”Yo era diferente y por eso me contrataron”, explicó la modelo en la edición británica de Vogue hace algunos años, una máxima que permanece.
Recientemente, el ícono de la moda ofreció su opinión sobre los códigos de vestimenta implícitos de cada ciudad, ya sea al lanzar su colección de joyas con Messika en París, aparecer en la pasarela Fendi x Versace (Fendace) en Milán o sentarse en la primera fila en Londres para ver a su hija Lila Moss desfilar en el show de Richard Quinn. Desde su nuevo (pero también muy familiar) estilo de jeans, hasta sus básicos de ropa casual elegante, estas son las lecciones para tomar y las piezas para codiciar.
1. Blusas con lazo
Un look effortless chic y sexy, especialmente cuando se combina con pantalones negros y una campera biker de cuero. Optar por llevar la blusa dentro benefició su silueta, mientras que los pantalones de terciopelo y el par de botas con plataforma funcionaron a la perfección para hacer que las piernas de supermodelo se vean aún más largas. Visto en las calles de París, Moss completó el atuendo con un bolso clásico de Chanel.
2. Chaquetas de terciopelo
Moss y su hija Lila, de 19 años, mostraron dos versiones de la misma tendencia al salir del hotel Ritz en París. Mientras que la interpretación de terciopelo de Lila fue un par de pantalones deportivos lilas, la versión de Kate fue una chaqueta con cinturón, que vistió con una falda de seda negra y botas de cuero brillante de tacón bajo. Se puede usar una gran chaqueta de terciopelo con todo, desde jeans hasta pantalones a medida.
3. Jeans bootcut
El denim es una prenda omnipresente en la Semana de la Moda de Londres, pero Moss encontró una manera de hacerlo sentir fresco y adulto al mismo tiempo, en lugar de moderno y esforzado. Su misión de revivir los jeans bootcut podría ser un éxito; con otra chaqueta de terciopelo, una camisa blanca y botas marrones de punta redonda, ha hecho un caso convincente para su regreso.
4. Recortes
En el desfile de Fendace, Moss adoptó la tendencia recortada y el estilo de vestir más sexy de Milán con un minivestido negro. Aunque fue diseñada por Donatella Versace y Kim Jones de Fendi para el desfile, la idea para llevar de un escote en forma de ojo se puede aplicar a todo tipo de blusas y siluetas de noche, y puede ser una ruta más atractiva hacia la tendencia recortada que un vestido o una blusa cortada alrededor del abdomen.
5. Cómo mejorar un look de noche total black
Para un evento nocturno durante la Semana de la Moda de París que celebra el lanzamiento de su colección de joyería fina Messika, Moss lució adecuadamente glamorosa. A lo largo de los años, la modelo ha optado con frecuencia por un look de noche completamente negro como una solución a prueba de fallas e instantáneamente elegante, pero la incorporación de elementos de brillo hizo que este atuendo se sintiera más especial y nada aburrido a pesar de la paleta monocromática.
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