Iniciado el otoño en el hemisferio norte, la preocupación de las autoridades sanitarias europeas y estadounidenses está centrada en la propagación del virus en los niños menores de 12 años, con variantes altamente contagiosas. Este grupo, no alcanzado actualmente por las vacunas desarrolladas para detener al coronavirus, registra un aumento significativo en la velocidad de circulación de la infección, situación que podría convertirlo en el nuevo reservorio del Sars-CoV-2.
Tras los anuncios de los laboratorios Pfizer y BioNTech de que su desarrollo contra el coronavirus había demostrado ser efectivo y seguro en dosis bajas en niños de 5 a 11 años, la presión ahora apunta a las autoridades regulatorias para saber cuándo podrá comenzar a inyectarse.
La cautela se explica, por un lado, debido al regreso de los chicos a las escuelas, y por el otro al aumento de contagios en una población que aún no cuenta con una inyección aprobada que los inmunice. En España, por ejemplo, los menores de 12 años se han convertido en el grupo que más circula el coronavirus, mientras la propagación sigue a la baja en todas las otras franjas etarias. La incidencia acumulada entre los más pequeños era este lunes de 123,3 casos por cada 100.000 personas en los 14 días previos, mientras que la media de toda la población se situaba en 83,4 casos.
El debate en torno a la vacunación de los niños menores de 12 años no se ha resuelto con los datos de eficacia de Pfizer y BioNTech. De hecho, hace varios meses los dos laboratorios han tenido que aumentar sus ensayos para verificar la seguridad y tolerancia de su suero en chicos para garantizar sus buenos resultados y tolerancia. Sin embargo, la vacunación entre los 5 a 11 años provoca mayor desconfianza que en otros grupos.
Entonces, a pesar de una posible aprobación de la Agencia Regulatoria de Estados Unidos (FDA) y de su par de Europa (EMA) para fines de este año, ¿cuántos padres vacunarán a sus hijos? La pregunta no tiene respuesta hasta el día de hoy.
No obstante, puede referenciarse lo ocurrido en el grupo de chicos mayores. En Estados Unidos, hasta el momento, sólo alrededor del 40% de los niños de 12 a 15 años han sido completamente vacunados, en comparación con el 66% de los adultos, según datos federales . Las cifras indican que la aceptación de los padres a la vacunación baja en la medida que disminuye la edad del niño.
Alrededor del 20% de los padres con hijos entre 12 a 17 años dijeron que no planeaban vacunar a sus hijos, según un trabajo reciente de Kaiser Family Foundation. El grupo “definitivamente no” subió a alrededor del 25 por ciento en los padres de niños de 5 a 11 años, y al 30 por ciento entre los padres de menores de 5 años.
Con apenas unas semanas de actividad, luego de las vacaciones de verano en el hemisferio norte, los casos de contagios suben aunque no de manera alarmante. Sin embargo, los expertos no saben cómo incidirá el virus entre la infancia en las próximas semanas, por lo cual sólo han pedido que se incrementen las pruebas rápidas de antígenos y los rastreos de contagios para contener posibles rebrotes otoñales.
Para Arnaud Fontanet, epidemiólogo y miembro del Consejo Científico de Francia, “la vacuna es una de las formas de garantizarles a los chicos la vuelta a la vida normal y desde este punto de vista es importante”. Al mismo tiempo, el experto francés, cree que la vacuna llegará “no antes de 2022”.
La mitad de los adolescentes de 12 a 17 años en Francia ya han recibido una primera dosis de la vacuna. Fontanet sostiene que “la escuela es la situación más compleja que nos espera este otoño. Según nuestros modelos, la mitad de las nuevas infecciones se producirán en niños, ya que no están vacunados. Y nadie tiene una receta milagrosa”
Mirando el cuadro de evolución de la pandemia, la situación de España parece ser importante para los especialistas. Incluso dado que el país tiene una tasa de vacunación completa por encima de 75 puntos porcentuales, uno de las mejores del mundo.
Pese a la mayor incidencia en chicos por debajo de los 12 años, la curva de contagios ibérica sigue cayendo en todas las edades. No obstante, en este grupo, lo hace de forma más lenta. En el país, con una de las tasas de vacunación mas altas del mundo, la incidencia es menor conforme avanza la edad: entre los jóvenes de 20 años está en 87,7; en los 30 es de 87,1; en los de 40 en 82,6; baja a 66,1 entre personas de entre 50 y 59; los sexagenarios marcan 63,6 y los septuagenarios, 63,7. En mayores de 80 la cifra se sitúa un poco más alta, en 89,1 casos por 100.000 habitantes.
Los resultados del ensayo de Pfizer son alentadores, pero un paso. Además eran esperados por muchas autoridades que desean garantizar la actividad educativa, pero fundamentalmente la salud entre escolares y maestros. Aunque, la luz verde dependerá finalmente de la revisión de los datos que deberá enviar el laboratorio a los reguladores.
Luego de ello, también vendrá el debate entre las autoridades sanitarias de cada país, lo que puede generar que una primera dosis para niños no se concrete este ano. La duda es riesgos y beneficios: si siendo un grupo donde la posibilidad de enfermar gravemente o morir es sumamente reducida, vale la aplicación con beneficios que pueden ser defendidos fundamentalmente en los adultos.
La oposición más grande es que las vacunas no son barrera para la propagación del virus. Es decir, inmunizados los chicos no garantizan que no sigan siendo vectores de contaminación. Aqui la protección seria frente a casos de infecciones complejas, algo que es poco frecuente en los menores de 12 años.
Los expertos suman distintos criterios a la hora de resolver su utilización. Considerando diferencias en su metabolismo y su sistema inmunitario, los científicos no están de acuerdo con la dosis a suministrar, algo que los ensayos deberían aclararlo.
Por ahora, China autorizó el uso en agosto de la vacuna de Sinopharm en niños de 3 a 12 años, después de completar las fases 1 y 2 de ensayos en ese grupo de la población. Las autoridades informaron que el 96,1 por ciento de los vacunados con dos dosis habían producido anticuerpos y que no se registraron efectos secundarios graves. También Emiratos Árabes Unidos tomó la misma decisión con la misma vacuna desarrollada en China. En Cuba, el 3 de septiembre se lanzó una campaña de vacunación para bebés a partir de los 2 años con Soberana 2, diseñada y producida en la isla.
Desde principio de septiembre, funcionarios de salud de Chile aprobaron el uso de la vacuna Sinovac contra el Covid-19 para niños de 6 años en adelante. De esta forma, el país es el primero de Sudamérica en dar este paso y, además, es el primero de la región en cantidad de población totalmente vacunada, con casi el 74 por ciento de sus habitantes con esquema completo de inmunización.
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