La administración de Joe Biden levantará las restricciones de viaje a EEUU a partir de noviembre para aquellos extranjeros que estén completamente vacunados contra el coronavirus. Pondrá así fin a una prohibición de ingreso implementada para limitar la propagación de enfermedades y reabrirá el país a personas que han sido separadas de sus familias y a empleados de empresas.
Los viajeros extranjeros que presenten pruebas de que están completamente vacunados antes de abordar un vuelo podrán ingresar a EEUU a partir de “principios de noviembre”, dijo el lunes Jeff Zients, coordinador de la pandemia de la Casa Blanca.
“Los viajes internacionales son fundamentales para conectar a familias y amigos, para impulsar a las pequeñas y grandes empresas, para promover el intercambio abierto de ideas y cultura”, aseveró. “Es por eso que, con la ciencia y la salud pública como nuestra guía, hemos desarrollado un nuevo sistema de transporte aéreo internacional que mejora la seguridad de los estadounidenses aquí en casa y mejora la seguridad de los viajes aéreos internacionales”.
La administración ha restringido los viajes para los extranjeros que buscan volar a Estados Unidos desde un grupo de países europeos, Irán y China durante más de un año. Los viajeros completamente vacunados también deberán mostrar una prueba negativa para el coronavirus dentro de los tres días antes de llegar al país norteamericano.
Los estadounidenses no vacunados en el extranjero que deseen viajar de regreso al país deberán cumplir con requisitos de prueba más estrictos. Tendrán que dar negativo en la prueba del coronavirus un día antes de viajar y deberán volver a hacerse el test después de llegar. Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) también emitirán pronto una orden indicando a las aerolíneas que recopilen los números de teléfono y las direcciones de correo electrónico de los viajeros para un nuevo sistema de rastreo de contactos. Luego, las autoridades harán un seguimiento con los viajeros después de su llegada para preguntarles si están experimentando síntomas del virus.
La Casa Blanca aún debe indicar qué vacunas serán aceptadas. Estados Unidos tiene aprobadas las vacunas de Pfizer, Moderna y Johnson & Johnson. Las vacunas chinas, además de Sputnik V y AstraZeneca fabricadas por Covishield, que se aplicaron en la Argentina, no han sido autorizadas por Washington.
Las nuevas exigencias, que la Casa Blanca se preparaba para anunciar esta tarde, y fueron anticipadas primero por el Financial Times, implica en los hechos el fin del turismo de vacunas a Estados Unidos. Decenas de miles de argentinos viajaron este año a Estados Unidos para inmunizarse ante la falta de vacunas en la Argentina, algo que también hicieron miles de otros ciudadanos de países como México, Colombia, Panamá o Costa Rica, por citar algunos. Ahora, con las nuevas reglas que implementó la Casa Blanca, la posibilidad de viajar a EEUU sin estar vacunado estará vedada.
En la actualidad, el país prohíbe a la mayoría de los ciudadanos no estadounidenses que en los últimos 14 días hayan estado en el Reino Unido, los 26 países Schengen de Europa sin controles fronterizos, Irlanda, China, India, Sudáfrica, Irán y Brasil. Y permite que el resto de viajeros habilitados ingresen sin un certificado de vacunación.
La vacuna contra el COVID-19 más efectiva
Un nuevo estudio publicado el viernes por los CDC sugirió que la vacuna Moderna contra el COVID-19 confiere una mejor protección a largo plazo contra la hospitalización que Pfizer. Los investigadores de los agencia estadounidense realizaron un análisis de casi 3.689 adultos que fueron hospitalizados por COVID-19 grave entre el 11 de marzo y el 15 de agosto de 2021, un periodo que precede e incluye el auge de la variante Delta.
En general, el 12,9% fueron vacunados completamente con la vacuna Moderna, el 20,0% con Pfizer-BioNTech y el 3,1% con Johnson & Johnson. A lo largo de todo el periodo, la vacuna de Moderna tuvo una eficacia del 93% contra la hospitalización, la de Pfizer del 88% y la de J&J del 68%. La pérdida de eficacia contra la hospitalización en el caso de Pfizer fue especialmente pronunciada: cayó del 91% entre 14 y 120 días después de la vacunación al 77% más de 120 días después de la vacunación. Por el contrario, Moderna cayó del 93% al 92% al comparar los mismos dos periodos.
El estudio también incluyó un análisis separado de los niveles de diferentes tipos de anticuerpos generados por las vacunas, tomados de 100 voluntarios. La vacuna Moderna provocó niveles más altos de anticuerpos en comparación con Pfizer y J&J para una parte clave de la proteína de espiga del virus, que utiliza para invadir las células.
Si bien las razones no están del todo claras, podría deberse a que los niveles de dosis son más altos: 100 microgramos frente a 30. También podría estar relacionado con el intervalo de dosificación, ya que las inyecciones de Pfizer se administran con un intervalo de tres semanas, mientras que las de Moderna se administran con un intervalo de cuatro semanas.
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