Casi todas las partes importantes de nuestras vidas dependen del plástico: los autos, trenes y aviones que nos llevan a donde queremos ir, la tecnología que nos conecta, el equipo que necesitamos para caminar, acampar y practicar deportes. Además, el plástico nos ayuda a resolver algunos de nuestros mayores desafíos como sociedad: el sistema de salud se basa en gran medida en materiales plásticos modernos para crear las herramientas que ayudan a proteger nuestra salud; el plástico es el material clave en muchas cosas de las que dependemos para mantenernos seguros; y los componentes de plástico habilitan los dispositivos cotidianos que nos mantienen conectados como teléfonos celulares, tabletas, computadoras y televisores.
Desde vehículos eléctricos hasta dispositivos médicos que salvan vidas, y desde conectividad hasta tecnologías avanzadas de reciclaje, los fabricantes de plástico aportan materiales esenciales, tecnologías e innovaciones de vanguardia respaldadas por la ciencia, al mismo tiempo que trabajan para acabar con los residuos plásticos. “Podemos beneficiarnos de las muchas ventajas del plástico para promover la infraestructura sostenible de nuestro planeta; mejorar la eficiencia en vehículos eléctricos, edificios y hogares; y el apoyo a los objetivos nacionales de reducción de carbono”, aseguran los principales líderes de la industria del plástico.
Durante demasiado tiempo, algunos plásticos se consideraron desechables. Pero, al reconocer el valor de los plásticos usados, podemos cambiar nuestra perspectiva, nuestro comportamiento y el mundo. Ahora, los fabricantes de plástico, las marcas minoristas, los gobiernos, las ONG y las personas están trabajando juntos para crear un futuro con bajas emisiones de carbono y cambiar la forma en que pensamos sobre los materiales plásticos una vez que han llegado al final de su ciclo de vida.
En nombre del American Chemistry Council y el International Council of Chemical Associations, que representan a los principales fabricantes de productos químicos y plásticos a nivel mundial, el presidente y director ejecutivo de Dow, Jim Fitterling, y el director ejecutivo de LyondellBasell, Bob Patel, dos de las empresas químicas más grandes del mundo, participaron en el evento especial del Wall Street Journal titulado “Cómo llegar: un acuerdo global para acabar con los residuos plásticos”, con el objetivo de llamar a un acuerdo global entre las naciones para eliminar los desechos plásticos en el medioambiente, instando a los gobiernos y partes interesadas de todo el mundo a presionar por una resolución del tratado en las próximas reuniones de las Naciones Unidas.
En diálogo con Phillipa Leighton-Jones del Journal, aseguraron que los fabricantes de plástico están “ansiosos por aumentar el compromiso constructivo con los gobiernos y otras partes interesadas para promover una economía circular, en la que los plásticos se reutilizan en lugar de descartarse”. “En pocas palabras -dijo Fitterling-, nuestra visión es evitar que los plásticos entren en nuestro medioambiente al lograr el acceso universal a la recolección y reutilización de desechos en lugar de desechar los plásticos”.
Los expertos instaron a apoyar una resolución en la Asamblea de la ONU para el Medioambiente en febrero de 2022 que iniciaría las negociaciones sobre un acuerdo global para acabar con los desechos plásticos en el medioambiente. “No debemos confundir el valor de los plásticos con el problema de los residuos plásticos”, sostuvo Patel. Y advirtió: “Este es un desafío global que requiere una solución global. Con el apoyo de la ONU, podemos desarrollar un marco global que nos ayude a resolver este problema crítico“.
Al menos 100 naciones ya han expresado su apoyo a un tratado de plástico, y los involucrados en las conversaciones preliminares son optimistas de que uno podría aprobarse a un ritmo que podría marcar la diferencia, al igual que el histórico protocolo de Montreal de 1987 evitó el agotamiento del ozono estratosférico. El principal argumento en contra de tratar de impulsar un tratado a través de las Naciones Unidas y sus 193 estados miembros es que las negociaciones pueden prolongarse durante una década o más, y en el tema de los plásticos, hay poco tiempo que perder.
Cada año se crean nuevos residuos plásticos a un ritmo de 303 millones de toneladas. Hasta la fecha, el 75% de todo el plástico producido se ha convertido en desperdicio, y se espera que la producción se triplique para el 2050. Investigaciones recientes sugieren que la acumulación de desperdicios plásticos en los océanos también se triplicará para el 2040 a un promedio de 32 millones de toneladas al año.
La contaminación plástica ha estado en la agenda de las Naciones Unidas desde 2012. En 2019, cuando la Asamblea Ambiental de la ONU se reunió por última vez cara a cara en Nairobi, las conversaciones sobre los desechos plásticos fueron obstaculizadas principalmente por Estados Unidos, que se opuso a un tratado vinculante. El único acuerdo que surgió fue un acuerdo para seguir hablando.
Durante la última década, el terreno ha cambiado drásticamente. “En 2015, ningún país había expresado interés en lograr un tratado global”, dice Erik Lindebjerg, quien encabeza la campaña de residuos plásticos del Fondo Mundial para la Naturaleza desde Oslo. Ayudó a supervisar la publicación de “The Business Case for a UN Treaty on Plastic Pollution”, un informe preparado en asociación con la Fundación Ellen MacArthur, que detalla cómo un tratado podría resolver una variedad de problemas comerciales. “En cierto sentido, hemos llegado a un punto de saturación, por lo que de repente ves impactos en todas partes”.
La industria mundial del plástico apoya el desarrollo de un acuerdo internacional que aborde el desafío de los residuos plásticos y desechos plásticos marinos a través del consumo y la producción sostenibles, el diseño y la innovación tecnológica, y la inversión en infraestructura. Sin embargo, esto requiere la colaboración entre los gobiernos, el sector privado, la sociedad civil y academia para identificar y replicar soluciones a escala.
“Jim y Bob han asumido un papel de liderazgo en el desarrollo de soluciones para eliminar los desechos plásticos en nuestro medioambiente, tanto en sus empresas como para la industria”, dijo Joshua Baca, vicepresidente de plásticos del American Chemistry Council. “Los fabricantes de plásticos esperan participar en las discusiones sobre un nuevo acuerdo que ayudará a brindar soluciones escalables para acabar con los desechos plásticos en todo el mundo”.
“La pregunta que me hacen a menudo es, ¿podemos disfrutar de los beneficios de los plásticos y abordar el problema de los residuos plásticos? Yo digo que sí. Podemos solucionar el problema de los residuos plásticos. El desafío es que no podremos hacerlo solos. Necesitamos que los gobiernos y las cadenas de valor se unan para resolver este problema”, sostuvo Patel.
En este sentido, Fitterling manifestó: “Si no se controlan en un buen entorno de gestión, los residuos llegan al medioambiente y crean problemas. Una de las dimensiones que deberíamos comenzar por considerar es la capacidad de las personas para reciclar materiales. Los países no tienen suficiente infraestructura para mantenerse al día con el peso que esto supone. Necesitamos mejorar las recolecciones, involucrar a la comunidad en el reciclaje porque, como mencionamos, la oferta está comenzando a superar la demanda”.
Para el experto, los plásticos son “una herramienta para un futuro sostenible porque su uso puede reducir significativamente las emisiones de gases de efecto invernadero en comparación con muchas alternativas comunes que se han estudiado”. “Los plásticos son un producto importante para los consumidores del mundo, y mientras pensamos en un futuro, estamos tratando de abordar no solo los problemas de desperdicio y circularidad, estamos tratando de abordar un mundo que necesita menos emisiones de carbono. Los plásticos, por su naturaleza, han ayudado”, resaltó.
Imaginemos que cada producto de plástico nuevo tiene un ciclo de vida renovable, pasando directamente de usarse una vez a usarse una y otra vez. Esta es la idea básica detrás de la economía circular, también conocida como “circularidad”. Es un componente crítico para eliminar los desechos plásticos y, al mismo tiempo, poder aprovechar todos los beneficios que brinda el material. En esencia, significa reutilizar en lugar de descartar materiales.
“De hecho, resumiría que los plásticos son un material sostenible. Contribuyen a la sostenibilidad, mantienen los alimentos frescos y les permiten llegar más lejos. Lo que tenemos que hacer es separar el problema de los residuos plásticos del beneficio del plástico. Sin plásticos, no veo cómo podemos tener el tipo de reducción que necesitamos en múltiples cadenas de valor. Existe este debate del papel, la bolsa de papel o el plástico. Las bolsas de algodón deben usarse más de 130 veces para tener la misma huella ambiental que una bolsa de plástico de un solo uso. Piénsalo. Si podemos recuperar los residuos, claramente la bolsa de plástico es la mejor opción”, destacó Patel.
Para hacer posible su visión, los fabricantes de plástico plantearon un conjunto de cinco principios para eliminar los desechos plásticos, acelerar una economía circular para los plásticos y servir como base para un acuerdo global.
1. Que todos los gobiernos acuerden eliminar la fuga de desechos plásticos al medioambiente en una fecha específica y desarrollar políticas y planes de acción nacionales apropiados para la región que permitan la flexibilidad en función de las circunstancias locales.
2. Lograr un acceso generalizado a la recolección de residuos y apoyar el despliegue de tecnologías (incluido el reciclaje avanzado) para aumentar la circularidad de los plásticos.
3. Reconocer el papel que juegan los plásticos en un futuro con bajas emisiones de carbono al respaldar el análisis del ciclo de vida como un medio para evaluar los impactos de los plásticos y las alternativas.
4. Apoyar la innovación en el diseño de productos y empaques desarrollando, con aportes de la industria, orientación global sobre diseño, contenido reciclado y optimización de recursos.
5. Medir el progreso de los desechos plásticos a través de definiciones y métricas de informes aceptadas a nivel mundial, utilizando metodologías validadas y armonizadas.
La solución a la contaminación plástica en los océanos y en la Tierra: un acuerdo mundial sobre límites y controles
La forma de acabar con los residuos plásticos es mediante un cambio sostenible. Pero, ¿cómo? La solución a la plaga de la contaminación plástica en los océanos y en la tierra sería un acuerdo mundial sobre límites y controles, aseguran los científicos en un informe especial publicado en la revista Science.
Desde la década de 1950 se han producido alrededor de 8 mil millones de toneladas de plástico. Los efectos están en todas partes. Uno de los autores del informe, Nils Simon, aseveró: “Los plásticos se encuentran de manera ubicua en cantidades cada vez mayores en todo el mundo, incluso en entornos terrestres e incluso dentro del cuerpo humano”.
La mayor proporción de residuos plásticos proviene de materiales de embalaje (47%), mientras que los textiles son responsables del 14% y el transporte del 6%. Cada año, el 3% de los desechos plásticos de todo el mundo terminan en los océanos; en 2010 eso ascendió a alrededor de 8 millones de toneladas de plástico.
“La contaminación plástica representa una amenaza considerable, aunque aún no se comprende completamente, para el medioambiente, las especies y los hábitats, así como para el patrimonio cultural. Sus impactos sociales incluyen daños a la salud humana, en particular entre las comunidades vulnerables, y conlleva costos económicos sustanciales que afectan especialmente a las regiones que dependen del turismo”, advirtió el experto.
Para el politólogo alemán, “abordar estos desafíos requiere un enfoque transformador que facilite medidas para reducir la producción de materiales plásticos vírgenes e incluya pasos equitativos hacia una economía circular y segura para los plásticos”.
“La tecnología por sí sola no resolverá ni puede resolver la crisis de la contaminación plástica”, dijeron los autores. “No existe una solución mágica para la naturaleza multifacética de la contaminación plástica. En cambio, la respuesta radica en una combinación de enfoques desde un marco regulatorio sólido y la inversión en una infraestructura de gestión y recolección de residuos eficaz hasta el desarrollo de la química de los polímeros, el diseño del ciclo de vida y el comportamiento del consumidor“, finalizaron.
SEGUIR LEYENDO: