Según un estudio publicado a fines del 2020 por el investigador italiano Stefano Stagi (“Increased incidence of precocious and accelerated puberty in females during and after the Italian lockdown for the coronavirus 2019 -COVID-19- pandemic”) tras la pandemia del coronavirus COVID-19 hubo un incremento de la incidencia de pubertad precoz y acelerada en las mujeres durante y después del confinamiento italiano.
La investigación advirtió una mayor incidencia de la Pubertad Precoz Central recién diagnosticada y una tasa más rápida de progresión de la pubertad en pacientes con un diagnóstico previo, durante y después de las medidas de distanciamiento social, en comparación con años anteriores. Aparentemente, esto podría deberse a distintos factores ambientales desencadenantes, como el IMC (Índice de Masa Corporal) y el uso prolongado de dispositivos electrónicos, enfatizando su posible papel en desencadenar / influir en la pubertad y su progresión. Cabe destacar que aún no hay evidencia suficiente para determinar un real incremento a nivel global o qué factores estuvieron involucrados y cómo interactuaron.
Se denomina Pubertad Precoz Central a la aparición de alguno de los caracteres sexuales secundarios antes de la edad normal (en Argentina se considera edad normal después de los 8 años para las niñas y de los 9 años para los niños), en la cual hormonas provenientes de la glándula hipófisis (una glándula que se encuentra en el medio del cerebro) estimulan a los ovarios o testículos para fabricar hormonas sexuales.
En la mayoría de los casos, la causa de la Pubertad Precoz Central se desconoce y se denomina idiopática. En otras ocasiones, menos frecuentes, la Pubertad Precoz se produce como consecuencia de “agresiones” que recibió el cerebro y/o la glándula hipófisis, las cuales, en su gran mayoría, forman parte del historial clínico de los pacientes.
Por otro lado, también existen algunos factores ambientales que podrían propiciar su aparición -aunque todavía no hay evidencia fehaciente- como la exposición prolongada a pantallas de dispositivos móviles, una mala alimentación y/o los disruptores endócrinos.
Señales a tener en cuenta
El primer cambio físico de la pubertad en las niñas es la aparición del crecimiento mamario o botón mamario. A veces se inicia de forma unilateral. El primer cambio físico en los varones es el crecimiento de los testículos en un volumen mayor a 4 ml (aproximadamente mayor al de una aceituna). En algunos casos estos cambios también pueden acompañarse de vello pubiano y/u olor sudoral. Cuando el cuadro progresa, se manifiesta también la aceleración del crecimiento (estirón) en forma temprana con una maduración precoz de los cartílagos de crecimiento.
Por ello, aquellos niños/as en los que se detecta tempranamente la aparición de alguno de estos signos de desarrollo sexual precoz deberán consultar con su pediatra de cabecera, quien recomendará la consulta con un endocrinólogo infantil. El especialista evaluará el cuadro para definir qué tipo de estudios requiere y luego su tratamiento o seguimiento. La detección de este trastorno de forma temprana es fundamental para poder optimizar los beneficios de tratamiento en detener el progreso del desarrollo sexual.
Según resaltan los especialistas, la obtención de un diagnóstico preciso y, mismo, el inicio del tratamiento de forma temprana se convierte en algo fundamental para revertir los efectos no deseados que conlleva el desarrollo sexual precoz.
Tratamiento
El tratamiento de la Pubertad Precoz Central es seguro y efectivo. Su acción es transitoria y su efecto es completamente reversible. Su duración dependerá de cada caso en particular, dependiendo fundamentalmente de la edad del diagnóstico y lo que hace es suprimir la producción de hormonas que produjeron el inicio de los cambios físicos, los cuales van a retroceder o desaparecer. La supresión de las hormonas va a evitar la progresión de la maduración ósea postergando entonces el cierre de los cartílagos de crecimiento. Esto tiene como objetivo mejorar el pronóstico de talla adulta buscando preservar el potencial genético de talla. En el caso de las niñas, el tratamiento demorará la aparición de la menarca hasta la edad adecuada para la población.
Consiste en la aplicación de inyecciones de forma intramuscular (en la zona glútea) que, de acuerdo al medicamento utilizado, pueden aplicarse cada 4 o cada 12 semanas (trimestral); o bien de forma subcutánea cada 24 semanas (semestral). Para que el efecto del medicamento sea óptimo es importante respetar el intervalo de aplicación indicado por el médico.
Según precisó Analía Freire, pediatra y endocrinóloga infantil, médica de la División de Endocrinología del Hospital de Niños Dr. Ricardo Gutiérrez (MN 102.572):”El inicio del tratamiento para la pubertad precoz central luego de un diagnóstico oportuno permitirá alcanzar los mayores beneficios. Estos se evidencian por mejorar la adaptación psicosocial de los niños/as sincronizando su maduración física a la psíquica y por evitar la progresión de la maduración esquelética que permitirá alcanzar la talla adulta adecuada a su potencial genético”.
Es importante recordar, que, a pesar del contexto de pandemia, es fundamental respetar la periodicidad de cada una de las aplicaciones y el intervalo entre éstas indicado por el médico para que el efecto del medicamento sea óptimo. Por ello, se aconseja programar los turnos con su endocrinólogo pediatra de cabecera o solicitarle las recetas con antelación.
“La Pubertad Precoz Central es un trastorno infrecuente, pero tiene signos que pueden ser detectados por padres y/o pediatras atentos, estudios de baja/mediana complejidad y un tratamiento eficaz y seguro, por el cual los niños pueden disfrutar de su infancia, crecer y desarrollarse en el momento adecuado”, detalló.
Teniendo en cuenta esta tendencia y para preservar el Derecho de los niños a seguir siendo niños en su mes, -en agosto se conmemora el mes de las infancias- se presentó la tercera edición de “#HablemosDePubertadPrecoz”, una campaña para seguir visibilizando la Pubertad Precoz Central y concientizando a la sociedad sobre los principales síntomas para alcanzar un diagnóstico temprano.
Este año la iniciativa además presentó su apoyo durante todo el mes de la niñez en la iniciativa del “Paseo la Plaza de los Chicos”, el festival de teatro infantil organizado por Paseo La Plaza. La actividad fue de acceso gratuito y a beneficio del Banco de Alimentos que, bajo el lema “Menos hambre, más futuro”, colabora con la alimentación de más de 400.000 personas por día, de los cuales el 76% son niños y adolescentes.
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