Los niños nacidos durante la pandemia de COVID-19 tienen un coeficiente intelectual más bajo debido a interacciones reducidas durante los cierres y esquemas diversos de restricciones, según alertó un reciente estudio.
Investigadores de la Universidad de Brown en Rhode Island encontraron que los bebés nacidos desde marzo de 2020 tienen peores habilidades cognitivas, verbales y motoras que los niños que llegaron al mundo antes del coronavirus.
El coeficiente intelectual medio de los niños de tres meses a tres años se redujo de alrededor de 100 en la década anterior a la pandemia a 79 durante este período.
Y la caída fue peor en los niños de origen más pobre, alertaron los científicos.
Los encierros han significado que los niños tengan una interacción significativamente menor con el mundo exterior, lo que ha llevado a un desarrollo cognitivo “sorprendentemente” bajo.
Los especialistas dijeron no saber si la caída en el desarrollo afectará o no a los niños en la edad adulta. El cerebro de los bebés es más maleable que el de los adultos y es probable que puedan recuperarse, dijeron
El pediatra Sean Deoni, autor principal del estudio, explicó que la caída en los puntajes de CI fue significativa. “No es sutil en absoluto. Por lo general, no observamos cosas así, fuera de los principales trastornos cognitivos”, alertó.
El estudio, que no ha sido revisado por pares, fue publicado en Medrxiv. Los científicos analizaron a 672 niños en Rhode Island, Estados Unidos.
De ellos, 308 nacieron antes de enero de 2019, 176 nacieron entre enero de 2019 y marzo de 2020 y 188 nacieron después de julio de 2020.
Evaluaron a los niños en habilidades verbales, no verbales y de aprendizaje temprano para evaluar su desarrollo. Para ello calcularon un compuesto temprano en lugar de usar la prueba de coeficiente intelectual habitual que se usa para adultos.
Todos los niños nacieron a término y en su mayoría eran blancos. Los expertos encontraron que a los niños de estratos socioeconómicos más bajos les fue peor en las pruebas.
El doctor Deoni dijo: “Los padres están estresados y agotados. Esa interacción que el niño tendría normalmente ha disminuido sustancialmente”.
“Si bien la caída en el coeficiente intelectual a edades tempranas no garantizará que los niños sean menos inteligentes en la vida posterior, la capacidad de corregir el rumbo se reduce a medida que el niño crece”, añadió.
El factor principal detrás de la caída en el rendimiento en las pruebas fue el estrés de los padres mientras trabajaban desde casa, sostuvieron los autores.
Agregaron que el uso de máscaras por parte de los adultos también puede haber afectado el desarrollo de los bebés porque los niños eran menos capaces de aprender de las señales faciales.
Los autores, Sean Deoni, Jennifer Beauchemin, Alexandra Volpe y Viren D’Sa, resaltaron en el documento científico: “El miedo a la infección y la posible pérdida del empleo ha puesto estrés en los padres, mientras que los padres que podían trabajar desde casa enfrentaban desafíos tanto para trabajar como para brindar cuidado infantil atento a tiempo completo”.
“Para las personas embarazadas, el miedo a asistir a las visitas prenatales también aumentó el estrés materno, la ansiedad y la depresión. Los niños nacidos durante la pandemia tienen un rendimiento verbal, motor y cognitivo significativamente reducido en comparación con los niños nacidos antes de la pandemia”, agregaron.
Además, hallaron que los hombres y los niños de familias socioeconómicas más bajas han sido los más afectados. “Los resultados destacan que incluso en ausencia de infección directa por SARS-CoV-2 y enfermedad COVID-19, los cambios ambientales asociados a la pandemia por COVID-19 están afectando de manera significativa y negativa el desarrollo de bebés y niños”, detallaron.
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