Los cigarrillos electrónicos y productos similares son peligrosos para la salud y deben ser regulados para cortar de raíz las tácticas de la industria del tabaco para captar clientes, advirtió la Organización Mundial de la Salud (OMS). Muchos países progresan en la lucha contra el tabaco, pero en un nuevo informe de la OMS se demuestra que algunos no se ocupan de los productos emergentes de nicotina y tabaco ni alcanzan a reglamentarlos.
El número de personas protegidas por al menos una medida de control del tabaco recomendada por la OMS se ha cuadruplicado en comparación con 2007, según datos de la organización. Sin embargo, es necesario hacer frente a las amenazas de los nuevos productos de nicotina y tabaco
Por primera vez, el informe de 2021 presenta datos sobre los sistemas electrónicos de administración de nicotina, como los cigarrillos electrónicos. Estos productos van dirigidos con frecuencia a niños y adolescentes en las promociones de las industrias tabacaleras e industrias conexas que los fabrican, mediante miles de aromas atractivos y afirmaciones engañosas.
La OMS constata con preocupación que los niños que consumen dichos productos tienen hasta el triple de probabilidades de consumir productos de tabaco en el futuro. La Organización recomienda a los gobiernos que pongan en marcha reglamentaciones para evitar que los no fumadores empiecen a consumir tales productos, impedir que el hábito de fumar vuelva a normalizarse en la sociedad y proteger a las generaciones futuras.
“La nicotina es sumamente adictiva. Los sistemas electrónicos de administración de nicotina son dañinos y deben regularse mejor”, señaló Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la OMS. “De no prohibirlos, los gobiernos deben adoptar políticas adecuadas para proteger a su población de los daños que causan los sistemas electrónicos de administración de nicotina e impedir que los niños, los adolescentes y otros grupos vulnerables empiecen a utilizarlos”.
Actualmente, la venta de sistemas electrónicos de administración de nicotina (SEAN) está prohibida en 32 países. Otros 79 países han adoptado al menos una medida parcial para prohibir el uso de dichos productos en lugares públicos, poner cotas a la publicidad, promoción y patrocinio conexos o exigir advertencias sanitarias en el empaquetado. Ello significa que en 84 países los SEAN no están reglamentados ni restringidos de ningún modo.
La mayoría de los países de ingresos altos (78%) regulan los SEAN y el 7% prohíben su venta sin ninguna otra reglamentación. El 40% de los países de ingresos medianos regulan los SEAN y el 10% han prohibido su venta sin ninguna otra reglamentación, lo que significa que la mitad de los países de ingresos medianos no regulan los SEAN ni prohíben su venta. En cambio, en el caso de los países de ingresos bajos ese porcentaje sube al 76%.
Michael R. Bloomberg, embajador mundial de la OMS para las Enfermedades No Transmisibles y los Traumatismos y fundador de Bloomberg Philanthropies, observó que “más de mil millones de personas en todo el mundo todavía fuman. Y puesto que las ventas de cigarrillos han caído, las empresas tabacaleras comercializan agresivamente nuevos productos –como los cigarrillos electrónicos– y presionan a los gobiernos para que limiten su reglamentación. Su objetivo está muy claro: enganchar a otra generación a la nicotina. No podemos permitirlo”.
El doctor Rüdiger Krech, director del Departamento de Promoción de la Salud de la OMS, subrayó los retos de reglamentar dichos productos. “Se trata de productos que presentan gran diversidad y que evolucionan rápidamente. El usuario puede modificarlos en algunos casos, por lo que es difícil reglamentar la concentración de nicotina y los niveles de riesgo. Otros se comercializan como productos ‘sin nicotina’, pero cuando se someten a prueba, se revela con frecuencia que contienen este adictivo ingrediente. Distinguir los productos con nicotina de los que no la contienen, o incluso de algunos productos que contienen tabaco, puede ser una empresa casi imposible. Esta es solo una de las formas en que la industria tergiversa y socava las medidas de control del tabaco”.
La proporción de personas que consumen tabaco se ha reducido en la mayoría de países, pero debido al crecimiento demográfico el número total de personas que fuman se ha mantenido elevado de forma recalcitrante. Actualmente, de los mil millones estimados de fumadores, en torno al 80% viven en los países de ingresos bajos y medianos. El tabaco provoca la muerte de 8 millones de personas al año, 1 millón de ellas a causa del humo ajeno.
En este octavo informe OMS sobre la epidemia mundial de tabaquismo presentado hoy se resumen las iniciativas nacionales para aplicar las medidas de reducción de la demanda más eficaces del Convenio Marco de la OMS para el Control del Tabaco (CMCT de la OMS) que funcionan para reducir el consumo de tabaco. Se conocen en conjunto con el nombre de plan de medidas MPOWER. Cuenta con seis estrategias de control del tabaco acordes con el CMCT de la OMS, a saber:
-Vigilar el consumo de tabaco y las políticas de prevención
-Proteger a la población del humo de tabaco
-Ofrecer ayuda para el abandono del tabaco
-Advertir de los peligros del tabaco
-Hacer cumplir las prohibiciones sobre publicidad, promoción y patrocinio del tabaco
-Aumentar los impuestos al tabaco
Los peligros para la salud del cigarrillo electrónico
Según Mayo Clinic los cigarrillos electrónicos son dispositivos a batería que calientan una solución líquida (que generalmente contiene nicotina, aunque no siempre) y la convierten en un vapor que se puede inhalar. A veces, se los llama e-cigarrillos, vaporizadores electrónicos o sistemas electrónicos de administración de nicotina. El uso de cigarrillos electrónicos se conoce como vapear.
Algunos cigarrillos electrónicos se parecen a los cigarrillos, cigarros o pipas tradicionales. Otros, en cambio, parecen bolígrafos, memorias flash o tienen un diseño completamente diferente. Los cigarrillos electrónicos pueden desecharse o recargarse. La mayoría de la gente usa un cartucho, que cuando es desechable se conoce como “pod”, o tiene un tanque recargable que contiene el líquido o jugo electrónico. Ese líquido generalmente contiene nicotina, saborizantes, glicol propileno y glicerina vegetal.
A principios de octubre de 2019, la Administración de Drogas y Alimentos había vinculado los casos a productos de vapeo que contenían tetrahidrocannabinol (THC), el principal componente psicoactivo de la marihuana, y emitió una advertencia pública para evitar tales productos. Los investigadores de la FDA comenzaron a tomar muestras de líquidos de vaporización de THC y descubrieron que la mitad contenía acetato de vitamina E, una sustancia que se usa comercialmente para espesar cremas para la piel. No se han examinado sus efectos cuando se inhala.
En el CDC, un equipo de investigación estudió muestras de líquido pulmonar de 51 pacientes y encontró acetato de vitamina E en 48 de ellos. “Eso nos ayudó a conectar todos los puntos entre lo que había en el producto y lo que había en el cuerpo de las personas”, dice el epidemiólogo Brian King, quien ayudó a dirigir el equipo de respuesta a emergencias de la agencia y fue coautor de un informe sobre los hallazgos en el New England Journal of Medicine.
EVALI es una de al menos tres enfermedades causadas por el vapeo y los cigarrillos electrónicos. La cicatrización de los diminutos sacos de aire de los pulmones, conocidos popularmente como pulmón de palomitas de maíz, se ha atribuido a vapear líquidos que contienen diacetilo, un saborizante que solía agregarse a los pochoclos. Los vapores de nicotina están asociados con un tipo de neumonía. “Mucha gente piensa que vapear en general es seguro, pero se agregan miles de productos químicos para darle sabor, sensación en la boca, el aspecto a la nube exhalada”, dice Crotty Alexander, y se desconocen los riesgos de muchos aditivos.
Datos publicados en un informe en Scientific American indican que alrededor del 20% de los estudiantes de secundaria de EEUU dicen que usan algún tipo de cigarrillo electrónico o dispositivo de vapeo, en comparación con el 27,5% en 2019. La caída probablemente refleja acciones regulatorias federales, incluido el aumento de la edad mínima para comprar productos de tabaco de 18 a 21 y prohibir los cartuchos con sabor a frutas y dulces que atraen a los usuarios jóvenes. Pero los vaporizadores de THC son más difíciles de regular, porque la mayoría son fabricados por productores pequeños e informales, legal o ilegalmente.
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