La aparición de la pandemia de SARS-CoV-2 a fines de 2019 tomó a los científicos bien preparados ya que los coronavirus eran estudiados desde años antes y eso permitió la elaboración de vacunas con una rapidez nunca antes vista. Pero ahora varios investigadores comienzan a pensar qué ocurrirá si en los próximos años otros virus quedan fuera de control sin que se hayan realizado investigaciones previas.
El director del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas, Anthony Fauci, está pidiendo a las autoridades de EEUU que liberen fondos por varios miles de millones de dólares para que en los próximos 5 años sea posible prepararse para afrontar una nueva pandemia a través de la creación de “vacunas prototipo” para enfrentar la posible aparición de otros virus.
El científico, principal consejero del presidente de EEUU, Joe Biden, en temas de la actual pandemia, dijo que este proyecto demandará “unos pocos miles de millones de dólares” al año al país y llevaría unos cinco años para obtener resultados, a través del trabajo de un grupo muy numeroso de científicos.
La iniciativa consistirá en fabricar “vacunas prototipo” contra unas 20 familias de virus con capacidad potencial de generar una nueva pandemia. Las herramientas científicas que se utilizarían serían las mismas que resultaron exitosas para elaborar los inoculantes contra el COVID-19. Los investigadores deberán descubrir la estructura molecular de cada virus y aprenderían como generar en el organismo humano los anticuerpos exactos para combatir esos virus.
“Si obtenemos el financiamiento, que creo que lo haremos, probablemente comenzará en 2022”, reveló Fauci, y agregó que ha estado promoviendo la idea “en discusiones con la Casa Blanca y otros” organismos del estado norteamericano.
Para el director de los Institutos Nacionales de Salud, Francis Collins, el proyecto de Fauci de “convincente” y estimó probable que consiga los fondos necesarios. “A medida que comenzamos a contemplar un final exitoso de la pandemia de COVID-19, no debemos volver a la complacencia”, dijo Collins.
La gran barrera que deberá atravesar Fauci será conseguir el apoyo de los congresales como para que aprueben un presupuesto multimillonario. El proyecto partiría del instituto que maneja el infectólogo, pero necesitará fondos adicionales que deberán ser aceptados por los representantes del Congreso. Según reveló The New York Times, el presupuesto de este año para el instituto de enfermedades infecciosas es de poco más de 6 mil millones de dólares, pero Fauci no especificó cuánto dinero adicional se necesitaría.
El nuevo coronavirus, SARS-CoV-2, responsable de la enfermedad COVID-19, suma más de 4,1 millones de fallecidos en el mundo y más de 194 millones de personas infectadas. Varios científicos han advertido que existe el riesgo de que se repita una pandemia con otro tipo de virus. En línea con esto surgió la iniciativa de Fauci que permitiría adelantarse en la creación de vacunas.
Si bien la elaboración de vacunas contra el COVID-19 se llevó a cabo en forma récord, los países avanzan en forma desigual en la vacunación, ya que la mayoría de las personas que accedieron a inmunizarse viven en países desarrollados. Según datos de Our World in Data, el cómputo mundial de dosis administradas supera los 3.830 millones de inyecciones. La campaña de vacunación avanza en alrededor de 200 países de todo el planeta, pero con una gran diferencia de acceso en los distintos continentes. La vacunación está especialmente extendida en la Unión Europea, donde más del 57 % población ya cuenta con al menos una dosis, seguida de América del Norte con el 46 % y, a más distancia, Latinoamérica con 39 % y Asia con 26 %. En cambio, África apenas ha conseguido vacunar a poco más del 3 % de su población.
Según el criterio del principal infectólogo de EEUU, si se detectara en el futuro un nuevo virus con capacidad de transmisión de un animal a los seres humanos se podría bloquear su contagio de una forma que sólo se produzca un brote de esa enfermedad y ya no una pandemia, que implica un alcance mundial. Los científicos podrían detenerlo inmunizando a las personas rápidamente con esas “vacunas prototipos” que ya estarán fabricadas. La existencia previa de esos inoculantes permitiría una fabricación, distribución y aplicación de las vacunas mucho más rápida que la ya récord de la actual pandemia.
“El nombre del juego sería tratar de restringir los efectos de contagio a los brotes”, dijo Dennis Burton, investigador de vacunas y presidente del departamento de inmunología y microbiología del Instituto de Investigación Scripps. El proyecto de vacunas prototipo es una creación de Barney Graham, subdirector del Centro de Investigación de Vacunas del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas. Presentó la idea en febrero de 2017 en una reunión privada de directores de instituto.
Graham fue quien advirtió que cada año hay virus que amenazan con convertirse en pandemias, como fue el caso de la gripe porcina H1N1, en 2009; Chikungunya en 2012; MERS, en 2013; Ébola, en 2014; Zika, en 2016. Cada vez que los científicos se apresuraron a intentar hacer una vacuna . Su único éxito fue parcial, con una vacuna contra el ébola que ayudó a controlar la epidemia, pero no funcionaría contra otras cepas del ébola. Las otras epidemias se desvanecieron antes de que se pudieran fabricar o probar las vacunas.
Pero los investigadores desarrollaron nuevas herramientas durante la última década que podrían marcar una gran diferencia. Permitieron a los científicos ver las estructuras moleculares de los virus, aislar anticuerpos que bloquean los virus y descubrir dónde se unen. El resultado fue la capacidad de realizar un “diseño basado en la estructura” de nuevas vacunas que se dirigen al patógeno con mayor precisión.
Fauci se inspiró en la idea de Graham, según dijo. “Me pareció a mí ya otros en el comité ejecutivo como algo realmente factible”, dijo. Graham publicó un artículo de revisión que describe la propuesta en Nature Immunology en 2018. En ese momento, la idea no prosperó, pero ahora podría lograr encarrilarla.
El instituto de alergias y enfermedades infecciosas ha creado una hoja de cálculo para cada una de las 20 familias de virus que muestra lo que se sabe sobre la anatomía y las vulnerabilidades de cada patógeno, dijo John Mascola, director del Centro de Investigación de Vacunas del instituto. “Para cada familia de virus, estamos en un estado diferente de conocimiento y desarrollo de vacunas”, aseguró. Las vacunas contra la fiebre de Lassa y el virus Nipah, por ejemplo, se encuentran en sus primeras etapas. Las vacunas contra el chikungunya y el zika están más avanzadas.
El trabajo para llenar los vacíos en el desarrollo de vacunas se haría con becas de investigación para científicos académicos. “Hay mucho entusiasmo” entre los investigadores académicos, dijo Barton Haynes, director del Duke Human Vaccine Institute. Aunque la propuesta no es muy conocida entre el público en general, Fauci dijo que la ha discutido en charlas con audiencias científicas.
El programa también establecería acuerdos de colaboración con compañías farmacéuticas para producir prototipos de vacunas rápidamente, dijo Fauci. Las epidemias de SARS y MERS llevaron a los científicos a trabajar en una vacuna contra el coronavirus. Eso llevó al descubrimiento de que los coronavirus usan una proteína de pico para infectar las células, pero el pico cambia de forma fácilmente y debe mantenerse en una posición para que sea útil como vacuna. Eso se podría hacer, descubrieron los investigadores, con pequeños cambios moleculares en la proteína de pico.
Días después de que se publicara la secuencia del nuevo coronavirus, los científicos habían diseñado vacunas para combatirlo, recordó Fauci, es lo que puede hacer la preparación para una pandemia. Le gustaría tener vacunas prototipo para 10 de las 20 familias de virus en los primeros cinco años de trabajo. “Requeriría grandes sumas de dinero”, reconoció Fauci. “Pero después de lo que hemos pasado, no está descartado”.
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