Cuando en agosto del año pasado Rusia daba a conocer la presentación de la primera vacuna contra COVID-19 denominada Sputnik V, el Centro Gamaleya que la había desarrollado explicó que consistía en dos dosis y que la segunda aplicación debía ser entre los 21 y los 28 días.
A continuación, aseguraron que el intervalo entre las dos aplicaciones podría extenderse hasta un máximo de dos meses. Luego, por retrasos en la logística mundial y la limitada producción en su planta en Moscú, Rusia extendió el plazo 3 meses. Alexander Gintsburg, director del Instituto Gamaleya que desarrolló la vacuna, dijo en abril que la brecha entre las inyecciones podría aumentarse a 90 días.
Pero hoy, un nuevo comunicado del Fondo Ruso de Inversión Directa (RDIF), que es el encargado de producir la vacuna, aseguró que la brecha entre las dos inyecciones de la vacuna contra el coronavirus Sputnik V se puede extender hasta 180 días y seguirá siendo efectiva.
Un funcionario del RDIF, que comercializa la vacuna en el exterior, hizo los comentarios luego de que algunos países decidieran ampliar la brecha entre la primera y la segunda dosis de la vacuna desarrollada en Rusia debido a la escasez existente en la actualidad. También citó los ensayos de Gamaleya que mostraban que las brechas más largas habían asegurado una mejor respuesta inmune, pero no dio más detalles de los ensayos. El funcionario emitió la declaración después de una solicitud de comentarios de Reuters y negó que estuviera relacionada de alguna manera con las entregas rusas de Sputnik V.
Al domingo último, sumaban 6.168.340 las personas que esperan la segunda dosis de la Sputnik V. De esta cifra, 885.822 tienen el plazo vencido para la aplicación del segundo componente de la vacuna rusa, que es distinto del primero y se necesita para completar la inmunización contra el COVID-19.
El cálculo fue hecho por la Unidad de Datos de Infobae, en función de los arribos de las dosis provenientes de Moscú y las aplicaciones que se realizaron antes del 3 de abril. Es decir, las personas que recibieron la primera dosis de la vacuna rusa hace más de 90 días, pero que aún no fueron convocadas para la segunda. O como denunciaron residentes en la Provincia de Buenos Aires, por ejemplo, les cancelaron en los últimos 15 días el turno asignado para la segunda aplicación.
La falta de segundas dosis que permitan completar los esquemas de vacunación es uno de los principales problemas que enfrenta el Gobierno hoy en su estrategia contra la pandemia. Al punto que la administración de Alberto Fernández convocó a expertos para estudiar la posibilidad de combinar vacunas de distintos laboratorios para completar los esquemas de inoculación ante el posible ingreso de la variante Delta al país. Básicamente esta alternativa está pensada para suplir la falta del componente dos de la Sputnik.
Por lo pronto, en la Capital Federal comenzó un estudio de combinación de vacunas y con 5000 voluntarios que tengan la primera dosis de la Sputnik V hace más de 30 días.
Inmunidad de la vacuna rusa
Un análisis global sobre la respuesta inmune inducida por la vacuna Sputnik V, en el que participaron 288 individuos, indicó que el 94% mostró presencia de anticuerpos específicos tras recibir una sola dosis. Asimismo, el estudio reveló que el 96% de las personas menores de 60 años tienen anticuerpos a los 21 días de la primera aplicación.
En los mayores, esa tasa es del 89%. Y dos inmunizaciones generan anticuerpos en el 100% de los vacunados, según concluyó la primera etapa de un estudio longitudinal de la Plataforma de Estudios Serológicos de la Provincia de Buenos Aires.
Para llegar a esos resultados, los investigadores tomaron muestras de plasma de los voluntarios del personal de salud del subsector público de la Provincia de Buenos Aires antes de la vacunación (nivel basal), a los 21 días de la primera dosis y a los 21 días de la segunda.
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