Pese a un retorno progresivo a la normalidad, París abrió la Semana de la Moda masculina con pocos desfiles y grandes marcas ausentes, lo que deja en el aire si las pasarelas volverán a brillar como en tiempos precovid.
Entre las 72 firmas inscritas en el calendario oficial, solo Dior, Hermès y otras cuatro marcas invitaron al público a asistir a sus desfiles.
Este mes, en Milán, solo hubo tres presentaciones físicas de pesos pesados, entre ellos, Dolce & Gabbana, Etro y Giorgio Armani. La Semana de Nueva York no regresará hasta septiembre y Londres se celebró en formato digital.
En París, firmas como Louis Vuitton, Dries Van Noten, Yohji Yamamoto, Issey Miyake, Loewe y Tom Browne siguen apostando por el formato video, así como la española Oteyza. Sus compatriotas Alled Martínez y Arturo Obegero harán lo propio, además de una breve presentación.
Pese a ello, “hay una gran voluntad de regresar al formato físico”, asegura a la AFP Pascal Morand, presidente ejecutivo de la Federación de la Alta Costura y de la Moda de Francia, que organiza las Semanas. Pero tras la pandemia que aceleró la revolución digital, “entramos en un universo ‘digital’. No será ni lo uno ni lo otro: serán los dos, es un factor innovador”, agrega.
Las grandes ausencias temporales
En esta Semana de la Moda también hay grandes ausentes, como Berluti, que seguirá su propio calendario, y Celine, cuyo director artístico, el francés Hedi Slimane, ya calificaba el calendario de “caduco” incluso antes de la crisis sanitaria.
“Puede haber ausencias temporales”, afirma, a la vez que destaca el regreso de Corrèges y Balenciaga respectivamente a la Semana de la Moda masculina y a la de la alta costura, prevista entre el 5 y el 8 de julio. Además, “jóvenes marcas del mundo entero quieren venir” a desfilar a París, según Pascal Morand.
El diseñador Francisco Terra fue uno de los primeros en retirar su marca Neith Nyer del calendario parisino. Pero “frustrado” con las presentaciones virtuales, el brasileño tiene previsto organizar un desfile el jueves en París, seguido de un evento de cuatro días, incluido una tienda efímera, para “probar la reacción de los clientes directamente después del desfile”.
“No es necesario un calendario. La imagen de una joven marca se labra en Instagram, con los famosos y sobre todo al margen de las temporadas”, explica a la AFP.
En cambio, el presidente de actividades de moda de Chanel, Bruno Pavlovsky, instó en mayo pasado a “volver a un poco de disciplina” y reintegrar las fechas oficiales.
“La idea de regresar al desfile físico nos vuelve optimistas”, afirma la directora artística de la línea femenina de Dior, la italiana Maria Grazia Chiuri, que defiende el ritmo de las colecciones para apoyar a los proveedores y artesanos afectados por la pandemia. Es así que tanto Chanel como Dior desfilarán en julio en París.
Sin embargo, las casas más modestas de alta costura que visten principalmente a princesas de Oriente Medio estiman que es demasiado pronto para regresar a los desfiles físicos.
“No vamos a organizar un desfile a sabiendas que los creadores de opinión no pueden venir de China, de Arabia Saudita, de Qatar o de Estados Unidos”, según el diseñador francés Julien Fournié.
En este momento, “falta el ambiente”, según su compatriota Stéphane Rolland. “No echo de menos los desfiles porque sé que regresarán”, concluye.
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