La variante Delta del nuevo coronavirus se expande en el mundo y no hay nada que la detenga. Hace un mes estaba presente en 50 países y hoy afecta a 92 naciones en todo el mundo.
Si bien se detectó en la Argentina, se trató de tres casos aislados de pasajeros provenientes de otros países y no configura la categoría de “circulación local”, como sí lo hacen ahora las variantes Gamma (Brasil) y la Alfa (Reino Unido) que representan más del 50% de los contagios diarios en el país.
Pero esta variante Delta, que los infectólogos advierten que es un 80% más contagiosa que el virus original y hasta un 40% más que otras variantes, es la que realmente preocupa a las autoridades gubernamentales, sanitarias y expertos en inmunología, de cara a una temida tercera ola de COVID-19 en el país.
Surgida en la India, la nueva cepa está generando un fuerte impacto epidemiológico en Reino Unido, Rusia y Estados Unidos, donde ya representa más del 90% de los contagios nuevos diarios. Y provocó un cambio en la proyección sanitaria de la Casa Rosada. La pandemia aún no terminó, pese a los avances en el plan de vacunación que pudo mostrar la gestión de Alberto Fernández en el último mes, con la llegada de millones de vacunas por diferentes vías y el discurso optimista del oficialismo sobre la pronta llegada de la nueva normalidad.
Así, en el último decreto de necesidad y urgencia (DNU) el Presidente decidió sumar restricciones en el control de las fronteras y limitar el ingreso de pasajeros al país. El cupo, que estaba en 2.000 personas por día, se redujo a 600, hecho que afecta a gran cantidad de pasajeros en varios países con los que Argentina tiene vuelos directos. Además, estipuló que quienes regresen del exterior entre el 1 de julio y el 31 de agosto, van a estar obligados a aislarse en los lugares que determinen los gobiernos locales durante 10 días. La cepa ya afecta a México, Perú, Chile, Brasil y España, mientras en Estados Unidos uno de cada cinco casos de COVID-19 corresponde a la temida variante. De esos países se encuentran operativos los aviones procedentes de Miami, Lima y Madrid, en tanto que del resto de esas naciones fueron cancelados.
“El ingreso de la variante Delta podría arruinar todo un proceso de vacunación”, advirtió hoy la titular de la Dirección Nacional de Migraciones, Florencia Carignano, que defendió ayer la medida de limitar el regreso del exterior a 600 pasajeros por día al justificarla como una medida “de necesidad sanitaria” que tiene como prioridad evitar la llegada de la variante Delta y un eventual rebrote de contagios de coronavirus, que obligue a restringir con más severidad las actividades en el país. “Es preferible que quienes estén de vacaciones se retrasen unos días en su vuelta al país a que, por ejemplo, haya un rebrote de casos y deban suspenderse las clases presenciales o no puedan mantenerse las aperturas logradas en las últimas semanas”, añadió la funcionaria, según Télam.
Lautaro de Vedia, infectólogo y ex presidente de la Sociedad Argentina de Infectología (SADI), afirmó a Infobae que “potencialmente” puede pasar la llegada de la variante Delta al país. “Se está trabajando intensamente en los controles de los viajeros. Se les hace un seguimiento estricto tanto en CABA como en provincia de Buenos Aires. Hasta el momento no se ha detectado circulación viral de esta variante en forma local”, completó el experto.
La preocupación del infectólogo reside en que, en los últimos 15 días, 4 de cada 10 personas que volvieron al país desde el exterior no cumplieron con la cuarentena obligatoria en sus domicilios. “Los argentinos que retornan a la Argentina deben hacerse tres testeos. Un PCR antes de abordar el avión, un antígeno al llegar al país y otro PCR al séptimo día, cuando finaliza el aislamiento”, estipula el último decreto presidencial. En el Gobierno entienden que mucha gente a la que los dos primeros testeos le dan negativo asume que está libre del virus e incumple las reglas. Y los síntomas de un posible contagio pueden registrarse en el tiempo de cuarentena. Por eso la importancia del aislamiento.
“Los dos elementos a resaltar para protegerse de las variantes nuevas, aparte del control de los viajeros, es que debemos seguir cuidándonos, acentuando las medidas preventivas. El otro gran pilar es la vacunación. Cuanto más estemos vacunados, menos va a circular el coronavirus entre nosotros”, agregó De Vedia.
Para la doctora Cristina Freuler, médica infectóloga, jefa del Departamento de Medicina Interna del Hospital Alemán, el ingreso de la variante Delta en el país es una cuestión de tiempo. Los virus mutan todo el tiempo. Y esta variante es el resultado de una mutación más contagiosa, que se replica más rápida y fácilmente. Pronto va a ser la variante dominante. Como los virus mutan cuando se replican, a media que tengamos más circulación van a seguir apareciendo las variaciones. Tenemos que disminuir la circulación viral en la población y eso se logra básicamente a través de la vacunación”, coincidió Freuler con De Vedia.
El físico e investigador del Conicet Jorge Aliaga, especialista en análisis de datos, explicó a Infobae que por un lado estamos observando una subida de casos diarios de COVID-19 en Argentina que podría ser una tercera ola de COVID-19. Por otro lado, se registra una reducción de los internados en terapia intensiva. “Es probable que se observe también una reducción en fallecidos en los próximos días, pero es parte de la segunda ola que había empezado en marzo”, precisó Aliaga, físico de la Universidad Nacional de Hurlingham, quien analiza los datos de la situación epidemiológica diariamente.
“La duda ahora es si los casos de COVID-19 seguirán subiendo las próximas semanas. Hubo factores como mayor movilidad y la gente se queda más en lugares cerrados que pueden contribuir al aumento, pero también ahora hay menos personas susceptibles al virus porque avanzó mucho la vacunación. Lo que no sabemos es si las variantes del coronavirus pueden cambiar el escenario”, comentó.
En la Argentina predomina la circulación de la variante Gamma, originalmente identificada en Manaos, detectada en el 41% de los casos. Seguida por la cepa Lambda (Andina), en el 14% de los análisis realizados, y por último la variante Alpha (Británica) con el 11%. Según el informe, del análisis de las últimas semanas epidemiológicas se desprende que en todo el país más del 90% de los casos corresponden a variantes consideradas de “preocupación” por su transmisibilidad y virulencia.
“No hay ninguna duda de que el país enfrentará una tercera ola de coronavirus en las próximas semanas o meses, probablemente vinculada a las nuevas variantes con carga viral más grande. Sabemos que esa ola podrá ser significativa en términos de casos, pero el grado de daño dependerá de cómo avancemos con la campaña (de vacunación). Antes de que suceda eso, tenemos que tener una importante cantidad de porteños vacunados”, aseguró el viernes último el ministro de Salud de la Ciudad de Buenos Aires, Fernán Quirós.
Con el plan de vacunación intensificado por la llegada de vacunas, el Gobierno aspira a preservar al máximo el logro de haber alcanzado el 35% de la población vacunada contra la COVID-19 mientras se amplía diariamente la inmunización en los 24 distritos del país.
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