La Organización Mundial de la Salud (OMS) aprobó Coronavac para uso de emergencia, luego de detectarse que tiene una efectividad del 51% en la prevención de COVID-19 en ensayos en etapa tardía, y los investigadores aseguran que será clave para frenar la pandemia.
Esta protección general es menor que la proporcionada por las otras siete vacunas ya enumeradas por la OMS, pero los ensayos sugieren que la de virus inactivado producida por la empresa Sinovac con sede en Beijing, es 100% eficaz para prevenir enfermedades graves y la muerte.
“CoronaVac contribuirá significativamente a la lucha global contra COVID-19 como una vacuna segura y moderadamente eficaz contra el SARS-CoV-2”, declaró Murat Akova, investigadora clínica en enfermedades infecciosas de la Universidad Hacettepe en Ankara, quien ha hecho investigaciones en torno a este producto.
La aprobación de CoronaVac, el pasado 1 de junio, se produjo aproximadamente un mes después de que la OMS diera su visto bueno a otra vacuna china, fabricada en Beijing por la empresa estatal Sinopharm, que mostró una eficacia del 79% contra la enfermedad sintomática. Ambas vacunas ya se utilizan ampliamente en todo el mundo y están impulsando la campaña de inmunización interna masiva de China.
CoronaVac está llevando a cabo campañas de vacunación en más de 40 países, como Chile y Botswana. A nivel mundial, se han administrado más de 600 millones de dosis. La vacuna de Sinopharm ha sido aprobada en muchas más naciones. Pero la aprobación de emergencia de la OMS podría facilitar la distribución adicional de ambas vacunas a países de bajos ingresos, a través de la iniciativa COVID-19 Vaccines Global Access (COVAX).
La estimación de eficacia de la OMS del 51% se basó en datos de ensayos en etapa tardía entre trabajadores de la salud en Brasil, publicados en línea como preprint en abril. De los 9.823 participantes incluidos en el análisis, 253 tenían COVID-19: 85 en el grupo vacunado y 168 entre los que recibieron el placebo. Ninguno de los voluntarios vacunados fue hospitalizado ni murió a causa de COVID-19. Los ensayos más pequeños y de última etapa en Indonesia y Turquía han demostrado una eficacia más alta de hasta el 84%.
Los resultados preliminares de un estudio posterior al ensayo de 2,5 millones de personas en Chile estimaron que CoronaVac tenía un 67% de eficacia para prevenir COVID-19 y un 80% de eficacia para prevenir la muerte por la enfermedad, a pesar de la presencia del Alfa (B.1.1.7 ) y variantes Gamma (P.1) del virus SARS-CoV-2.
Los resultados preliminares detallados en una conferencia de prensa en Brasil sugieren que CoronaVac podría hacer una mella significativa en la pandemia. El Instituto Butantan de São Paulo realizó el estudio, en el que casi toda la población adulta de Serrana fue vacunada con CoronaVac, encontró que su aplicación redujo significativamente los casos de COVID-19, las hospitalizaciones y las muertes.
El hecho de que esta vacuna pueda proteger a una ciudad entera, a pesar de que casi el 40% de la población se desplaza diariamente a las áreas donde la pandemia estaba arrasando, es una “evidencia notable de que esta vacuna podría ser un cambio de juego en el control de la pandemia”, explicó el líder del ensayo. Ricardo Palacios, director médico de investigación clínica del Instituto Butantan.
Ambas vacunas chinas aprobadas usan tecnología establecida basada en virus inactivados y pueden almacenarse a temperaturas de heladera común, lo que las hace fáciles de distribuir en entornos de escasos recursos, pero este tipo de vacuna parece ofrecer menos protección contra la enfermedad que las de ARNm.
“Los investigadores dicen que esto podría deberse a la tecnología en sí. Las vacunas utilizan una versión muerta de SARS-CoV-2 para inducir al cuerpo humano a producir anticuerpos contra muchas regiones del virus. Pero solo algunos de estos anticuerpos son efectivos para desactivar el virus”, indica Gagandeep Kang, virólogo del Christian Medical College en Vellore, India, que también asesora a la OMS sobre inmunización.
Otras plataformas inducen respuestas más específicas contra partes precisas del virus, razón por la cual son más efectivas. Las vacunas de ARNm codifican la proteína de pico que el SARS-CoV-2 usa para ingresar a las células, por lo que desencadenan una gran cantidad de anticuerpos que bloquean esa proteína.
La mayoría de las vacunas COVID-19 se administran en dos dosis y se están realizando estudios para evaluar si las personas necesitarán recibir inyecciones de refuerzo después de eso. Este dato podría ser especialmente relevante para quienes reciben vacunas de virus inactivados como CoronaVac y la inyección de Sinopharm porque producen menos anticuerpos, según dicen los científicos. “Pero la prioridad por ahora debería ser vacunar a la mayor cantidad posible de personas con sus dos primeras dosis”, agregó Kang.
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