Es de esperar que a un año y medio de pandemia la ciencia se supere a sí misma y cada vez aparezcan más herramientas para hacer frente al avance del COVID-19 en todo el mundo.
Ahora, científicos del University College de Londres desarrollaron un método que, por la suma de cinco euros podría eliminar la necesidad del incómodo hisopado nasal.
Aseguran que limpiar el teléfono móvil de una persona para detectar COVID-19 es tan preciso como hacer que se someta a una prueba de flujo lateral, sugiere un estudio publicado en el Daily Mail.
Los investigadores descubrieron que los pacientes infectados con SARS-CoV-2 exhalaban suficiente virus en la pantalla de su teléfono celular para dar un diagnóstico preciso entre el 81 y el 100% de las veces.
“Eso es tan preciso como las pruebas rápidas de flujo lateral actualmente en uso masivo en Gran Bretaña, que pasan por alto hasta el 40% de los portadores asintomáticos”, aseguraron.
Si bien el método de hisopado telefónico requiere que las muestras se analicen en un laboratorio, de la misma manera que se llevan a cabo las actuales pruebas de PCR, sus creadores destacaron que las pruebas se pueden realizar en seis horas, en comparación con al menos 24 horas que se necesitan para obtener un resultado de PCR.
Y producen menos falsos positivos que las pruebas de flujo lateral, según los autores del estudio.
“El cribado globalmente activo de COVID-19 sigue siendo una prioridad, ya que siguen apareciendo nuevas variantes y el despliegue de la vacunación no está garantizado en muchos países”, consideraron los investigadores, para quienes, “sin embargo, las pruebas son costosas y pueden resultar físicamente desagradables, lo que constituye obstáculos importantes en el camino hacia un sistema eficaz de pruebas y rastreo”.
El nuevo método, conocido como Phone Screen Testing (PoST) es una prueba ambiental, en lugar de una prueba clínica, por lo que no es invasiva y es menos costosa que una PCR de frotis nasal tradicional. “Esto significa que no solo es adecuado para su implementación en países de bajos ingresos, sino que también elimina la incomodidad de las opciones actuales de prueba de COVID-19, lo que potencialmente aumenta la aceptación de las pruebas regulares entre la población en general -destacaron los investigadores-. Además, el muestreo de PoST toma menos de un minuto y no requiere personal médico, lo que facilita la adopción masiva en grandes instalaciones y aplicaciones a gran escala”.
El doctor Rodrigo Young, autor principal del estudio, consideró que las pruebas telefónicas pueden significar el fin del uso de hisopos nasales en escuelas y lugares de trabajo.
“Los hisopos nasales y las pruebas de laboratorio siguen siendo el estándar de oro para demostrar que alguien no tiene COVID, pero este método puede usarse para pruebas masivas y detener la transmisión asintomática cuando las personas no saben que han sido infectadas”, apuntó.
El descubrimiento fue que hay una fuerte concentración del virus -cantidades similares a las que se encuentran en la nariz- en los móviles debido a que las personas los tocan y les hablan.
Las muestras se toman directamente de la superficie y el empaque del teléfono y se envían a un laboratorio para su análisis.
Una vez allí, las pruebas siguen el mismo procedimiento que las pruebas de PCR habituales para determinar si alguien ha contraído el virus o no.
“Inmediatamente supimos que esto era algo especial, ya que PoST es un método que no solo facilitaría mucho las pruebas masivas de COVID-19, sino que también podría usarse para contener brotes de nuevos virus naturales y artificiales, para evitar futuras pandemias”, aseguró Young.
Las pruebas de PoST son producidas por la startup Diagnosis Biotech, con sede en Chile, y ya se utilizaron en escuelas y oficinas del país sudamericano.
Young reconoció que la compañía está considerando diversificarse para vender kits directamente a las personas. Y aseguró que no tomará mucho tiempo producir pruebas caseras que se puedan enviar en un sobre a los laboratorios para obtener resultados precisos.
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