“Nuestro estudio aborda cómo las experiencias, como aprender a leer, dan forma al cerebro en desarrollo”. Una investigación realizada por científicos de la Universidad de Stanford buscó probar las respuestas cerebrales en niños para comprender cómo reacciona el cerebro a los estímulos visuales durante el desarrollo.
La investigación publicada en la revista Nature Human Behavior reveló nuevos conocimientos sobre el desarrollo de la visión en el cerebro que podrían ayudar a informar las estrategias de prevención y tratamiento de los trastornos del aprendizaje.
Los científicos estudiaron la actividad cerebral de los niños en edad escolar durante el desarrollo y encontraron que las regiones que se activaban al ver las extremidades (manos, piernas, etc.) se activaban posteriormente al ver caras o palabras cuando los niños crecían.
Kalanit Grill-Spector es profesora de psicología en la Facultad de Humanidades y Ciencias y una de las autoras del estudio y sostuvo que los hallazgos, además, “arrojan luz sobre el papel funcional inicial de las regiones del cerebro que más adelante en el desarrollo procesan las palabras escritas, antes de que apoyen esta importante habilidad de la lectura”.
El equipo de Grill-Spector utilizó resonancia magnética funcional para estudiar áreas en la corteza temporal ventral (VTC) que son estimuladas por el reconocimiento de imágenes. Aproximadamente 30 niños, de 5 a 12 años en su primera resonancia magnética, participaron en el estudio. Mientras estaban en el escáner de resonancia magnética, los niños vieron imágenes de diez categorías diferentes, incluidas palabras, partes del cuerpo, caras, objetos y lugares. Los investigadores mapearon áreas de VTC que exhibieron estimulación y midieron cómo cambiaron en intensidad y volumen en las pruebas de resonancia magnética posteriores de los niños durante los próximos uno a cinco años.
“Los resultados mostraron que las regiones VTC correspondientes al reconocimiento de rostros y palabras aumentaron con la edad -concluyeron los investigadores-. En comparación con los niños de 5 a 9 años, los adolescentes tenían el doble del volumen de la región selectiva de palabras en VTC”.
En palabras de la licenciada en Psicología Paula Tripicchio, del Departamento de Neuropsicología Infantojuvenil de Ineco, “el área del cerebro que comienza a desarrollarse desde los primeros meses de vida y que más tarda en finalizar su maduración (aproximadamente hasta los 25 años de edad) es la corteza prefrontal, la cual está ubicada en el lóbulo frontal del cerebro, y ésta tiene un rol fundamental en el proceso cognitivo”.
“Durante toda la etapa de la niñez y adolescencia es fundamental su estimulación a fin de promover un mejor desarrollo y maduración de lo que se denominan las funciones ejecutivas, funciones que se desarrollan en esta área del cerebro. Las funciones ejecutivas son muy importantes para el rendimiento tanto escolar como social, y se encargan de coordinar y organizar nuestra mente, nos ayuda decidir qué tenemos que hacer, a guiar nuestras acciones y poder autorregularnos para lograr una tarea determinada”, aseguró la especialista a Infobae.
En particular, a medida que el volumen VTC selectivo de palabras se duplicó, el volumen selectivo de extremidades en la misma región se redujo a la mitad. “La disminución de la selectividad de las extremidades está directamente relacionada con el aumento de la selectividad de palabras y rostros, lo que proporciona la primera evidencia del reciclaje cortical durante el desarrollo infantil”, observaron los científicos, a quienes sorprendió “la pérdida de volumen selectivo de las extremidades”.
Según la primera autora Marisa Nordt, becaria postdoctoral en el laboratorio de Grill-Spector, “esto desafía una teoría del desarrollo cortical, que establece que las nuevas representaciones, como las regiones emergentes involucradas en el reconocimiento de palabras, están esculpidas en una corteza previamente no comprometida. Nuestro estudio sugiere que durante la infancia, la selectividad cortical puede cambiar de una categoría a otra”.
Así las cosas, los autores del estudio sugieren que el reciclaje cortical en VTC probablemente refleja ajustes a las demandas visuales cambiantes durante la niñez. Por ejemplo, los bebés tienden a mirar caras. A medida que se convierten en niños pequeños y aprenden el lenguaje, exploran objetos y descifran gestos. El reconocimiento de palabras se vuelve cada vez más importante a medida que los niños aprenden a leer.
Grill-Spector y sus colegas planean explorar en estudios futuros si las disminuciones en el volumen de VTC selectivo de las extremidades tienen implicaciones conductuales, y se preguntarán si las desviaciones de las tendencias observadas influyen en los trastornos del desarrollo.
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