“Ama sonquykita rikchachiichu, / Ama kausayta qanrachaychu” - “Vive en silencio, / no ensucies la vida”. César Augusto Guardia Mayorga (Kusi Paukar)
Hay algo sagrado en el silencio de los Andes. Un rumor antiguo, impreciso, que los recorre implacable condensándose en un río de imágenes inconexas. Las palabras no logran abarcar la fantasía ocre y geométrica del universo inca, que desciende desde la desolación de la sierra a la riqueza de la costa y la selva. Tal vez por eso se haga tan difícil hablar de Escvdo, una marca de diseño peruana que nace de la tradición y la iconografía precolombinas. La delicadeza y la rusticidad de sus creaciones esconden los secretos y recuerdos de Latinoamérica, esquivan la razón y reniegan el lenguaje, tal vez como todo aquello provisto de alma, de aquello esencial.
Logré hablar con Chiara Macchiavello, fundadora y diseñadora de la marca, en uno de los pocos momentos en los que no se encontraba de viaje por Perú. “Hace 16 años que trabajo con comunidades en extrema pobreza de las tres regiones del país -costa, sierra y selva-”, explica en diálogo exclusivo con Infobae, “y están realmente aisladas, no son lugares en donde hay turismo”. Y fue dentro de una de estas comunidades, originarias de un pueblo de la región Ancash, que nació el vestido Abanico que Katy Perry usó en “Electric”, el video de la canción que produjo por los 25 años de Pokémon y que ya cuenta con más de 25 millones de reproducciones en YouTube.
La prenda fue realizada por artesanas de un taller textil del proyecto Tejiendo Esperanza de Misión Huascarán, una ONG orientada a mejorar la calidad de vida de los habitantes de las regiones rurales de Perú de la que Chiara es embajadora. En su entramado de celdas tricolores se refleja una herencia de técnicas ancestrales que corre, por enseñanza y por nacer del mismo suelo, en la sangre de estas trabajadoras. “Promovemos el aprendizaje de las generaciones más jóvenes para preservarlas ya que la única forma de transmitirlas es de generación en generación”, sostiene Chiara, y agrega que “se puede ver un cambio en la vida de las familias con las que trabajamos, se genera un bienestar y una estabilidad económica dentro de un ecosistema familiar que valora lo propio”.
Una nueva perspectiva sobre la riqueza cultural del Perú es lo que dio lugar a la marca. Durante las vacaciones de sus estudios en Central Saint Martins en Londres, Chiara emprendió un viaje de investigación de tres meses en el que atravesó todos los relieves de su país. De comunidad en comunidad y trabajando con artesanos de todas las regiones armó una colección con el objetivo de vender las piezas en el Spitalfields Market, un mercado histórico de la capital inglesa.
Sin embargo, su plan cambió rotundamente al mostrarle las prendas a un conocido que trabajaba en la industria, “me dijo que era alta moda”, recuerda. “Armamos un showroom que fue la semilla de lo que hago hoy: me di cuenta que podía crear un producto de diseño contemporáneo desde la tradición de mi país y que fuera entendido por un público internacional”.
Bajo este mandato nace Escvdo, cuyo slogan reza “devotos al diseño y comprometidos con la tradición”. “La mirada siempre ha sido hacia adentro”, aclara Chiara, “y cada una de nuestras colecciones tiene una historia que tiene que ver con el país además de una mirada social y sostenible”. La velocidad y la agresividad del sistema de la moda se oponen diametralmente a la lentitud titánica de las colecciones de Escvdo cuyo foco está puesto en “tener un efecto positivo en el entorno, utilizando materiales que no contaminan y midiendo su impacto”. Sus prendas, atemporales y escasas, reniegan de la naturaleza descartable del fast fashion, “la pieza gana valor en el tiempo, no lo pierde... la tendencia, la moda rápida no es saludable para el ser humano”, sostiene.
Lo rústico no necesariamente es sencillo, y es eso justamente lo que las representaciones previas, extranjeras, de los remanentes de la cultura nazca no han logrado dibujar. Atravesando los vaivenes del tiempo y en la soledad de la altura, repitiendo el idioma ensortijado de los incas que reverbera en el espacio eterno de la montaña, pequeñas comunidades andinas replican técnicas que sobreviven en el entrecruzar de sus dedos. Lo aparentemente rudimentario ha sido refinado, en realidad, por milenios. Esta sutileza, la elegancia de lo terreno, es lo que Escvdo captura en sus diseños. No existe forma de describir la complejidad de su simpleza.
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