El Departamento de Salud y Servicios Humanos de EEUU determinó el año pasado que el humo del cigarrillo es la causa más importante de enfermedad pulmonar crónica, incluida la bronquitis crónica y el enfisema, además de causar cáncer de pulmón. Mecánicamente, se ha demostrado que el humo reduce la inmunidad innata de la mucosa, lo que conduce a un aumento de la replicación del coronavirus. También un estudio publicado en la revista Cell aportó evidencia sobre cómo fumar cigarrillos causa una infección más grave. La mayoría de los estudios demográficos de los pacientes de COVID-19 han indicado que los fumadores tienen un mayor riesgo de infección grave y muerte.
El riesgo de consumir tabaco y contagiarse el coronavirus depende del lugar donde se fume. “Si una persona se retira el barbijo en un patio o terraza, se pone a fumar tabaco, y permanece con otras personas a menos de dos metros, sí aumenta su riesgo de contraer el coronavirus y de contagiar al otro”, dijo a Infobae la médica Marita Pizarro, codirectora ejecutiva de la Fundación Interamericana del Corazón en Argentina (FIC Argentina), y afirmó: “Otro riesgo es que la persona que fuma tabaco puede tener ya alteraciones en sus vías respiratorias y esto la predispone a enfermar con cuadros más graves si se contagia”.
“En los espacios anexos al aire libre de los bares, restaurantes y hoteles, hoy se debería prestar más atención a que se cumpla realmente con el distanciamiento social de los dos metros entre las personas antes que prohibir fumar tabaco”, opinó la doctora Pizarro.
Asimismo, el consumo del cigarrillo aumentó en lo que lleva la pandemia, según lo afirman dos estudios internacionales y uno de ellos realizado en Argentina, en donde el 35,6% informó estar comiendo de más y el 41,5%, realizar menos actividad física que antes.
Según los resultados de un relevamiento nacional realizado a mediados de 2020 por la Consultora Julio Aurelio-ARESCO, a pedido del Centro de Investigaciones de Enfermedades No Transmisibles (CIENTA), 4 de cada 10 fumadores (41,6%) reconocieron estar fumando más que de costumbre durante la cuarentena. El trabajo, denominado “Estudio de Opinión sobre hábitos y tabaquismo en tiempos de cuarentena”, incluyó la participación telefónica de 3.418 individuos mayores de 16 años de todo el país durante el mes de junio del año pasado.
Del total de encuestados, se observó que el 20,8% fumaba, de los cuales el 16,1% eran fumadores habituales y el 4,7% restante lo hacía “ocasionalmente”. La 4º Encuesta Nacional de Factores de Riesgo del Ministerio de Salud de la Nación (realizada en 2018 y presentada en 2019), muestra una prevalencia de tabaquismo del 22,2% en los mayores de 18 años.
Cabe destacar que de los fumadores solo un 30% intentó dejar de hacerlo, pero sin éxito; un 48,1% lo pensó pero no lo intentó, y un 14,5% ni siquiera lo intentó.
Si bien la pandemia de COVID-19 ha obligado a muchos cambios en la sociedad, por el mismo el riesgo a contraer la enfermedad o llegar a padecer las complicaciones asociadas, los fumadores parecen no tomar nota de esto.
Aunque en muchas personas la infección causada por el nuevo coronavirus SARS-CoV-2 es asintomática, alrededor del 20% desarrollan la enfermedad COVID-19 sintomático y en algunas personas de éstas hay directamente una afectación pulmonar progresiva con insuficiencia respiratoria y consecuencias sistémicas generalizadas que tienen a futuro mal pronóstico.
En un nuevo estudio científico, investigadores británicos y estadounidenses confirmaron que el tabaquismo es un factor de riesgo significativo para las infecciones virales y bacterianas del sistema respiratorio, y los fumadores tienen cinco veces más probabilidades de desarrollar influenza y dos veces más probabilidades de tener neumonía, por lo que definitivamente es un importante factor de empeoramiento en SARS-CoV-2.
Los datos se recopilaron de millones de británicos a través de la aplicación ZOE del King’s College London. Los hallazgos, publicados en la revista Thorax del BMJ, determinaron en la investigación, proporciona la primera evidencia concluyente basada en datos del mundo real de que fumar duplica el riesgo de desarrollar un caso grave de coronavirus y necesitar hospitalización.
Riesgos del contagio para los fumadores
Una investigación encontró que los fumadores tienen un 14 por ciento más de probabilidades de tener los tres síntomas principales del coronavirus: fiebre, tos persistente y dificultad para respirar. Pero los fumadores también tienen un 50 por ciento más de riesgo de desarrollar más de diez síntomas a la vez, que incluyen tos, fiebre, pérdida del olfato, pérdida del apetito, diarrea, fatiga, confusión o dolor muscular, que las personas que no fuman.
Dada la importancia del cigarrillo en el desarrollo de enfermedades pulmonares crónicas, se ha sugerido que puede ser un factor de riesgo significativo para COVID-19 grave. Es probable que la falta de claridad sobre el tema se deba a que ha habido una prevalencia menor de la esperada reportada en bases de datos retrospectivas y observacionales debido a la notificación incompleta del estado de tabaquismo en pacientes en situaciones de emergencia. Por lo tanto, algunos estudios no informaron un aumento en la enfermedad relacionada con el cigarrillo, mientras que los análisis más detallados de los datos demográficos mostraron un mayor riesgo de COVID-19 grave asociado con el hecho de fumar.
Además, un estudio reciente mostró que es un factor de riesgo de COVID-19 más grave entre los adultos jóvenes. Varios estudios han examinado la expresión de ACE2 en las vías respiratorias de los fumadores y encontraron que el cigarrillo aumenta su expresión. Sin embargo, no se han realizado estudios directos para examinar el efecto sobre el epitelio de las vías respiratorias en el contexto de la infección por SARS-CoV-2 y, por lo tanto, no ha quedado claro si el cigarrillo influye en la infección por SARS-CoV-2.
“Por lo tanto -explica Purkayastha-, desarrollamos un sistema para exponer cultivos epiteliales mucociliares humanos primarios en la interfaz aire-líquido (ALI) a CS y posteriormente infectamos los cultivos con SARS-CoV-2. Se ha demostrado que la exposición al CS de los cultivos de ALI imita la exposición aguda al CS in vivo observada en pacientes”. Encontraron un aumento en el número de células infectadas después de la exposición al cigarrillo y que la exposición aguda a éste aumenta las células madre basales de las vías respiratorias (ABSC), mientras que la infección por SARS-CoV-2 evita la respuesta de reparación normal de dichas células.
También lograron detectar que la infección por coronavirus regula al alza a la respuesta al interferón, mientras que la exposición al humo del cigarrillo a corto plazo reduce la respuesta a esa sustancia, lo que sugiere que la modulación de la respuesta al interferón por el SARS-CoV-2 está causalmente relacionada con una infección más activa en culturas expuestas al humo. “De acuerdo con esta hipótesis, encontramos que el aumento inducido por afección al cigarrillo en la infección por SARS-CoV-2 podría anularse mediante el tratamiento con interferón β-1 exógeno”, afirma Purkayastha.
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