¿Cómo hizo un microscópico virus la proeza de llegar a la cima más alta del planeta? La respuesta es fácil. Gracias a nuestro organismo huésped. A pesar de que muchos estimaban que este patógeno no iba a llegar a países distantes o lugares recónditos de la Tierra, el SARS-CoV-2 ha demostrado que un año y medio después sigue más fuerte que nunca y continúa expandiéndose, inclusive, hasta llegar al monte Everest, de 8848,86 metros de altura.
Los alpinistas más aventurados han creído que esta temporada iban a tener que dejar sus sogas y equipos de escalada a un lado debido a la pandemia. Pero no. Las autoridades de Nepal consideraron que el virus no iba a ser un riesgo y que los montañistas que se atrevan a realizar la hazaña de escalarlo y dieran positivo, simplemente no podrían hacerlo. Pero dos aguerridos montañeros islandeses lograron llegar a la cima del Everest a fin de mayo y descender sin problemas, pese a tener coronavirus. Su hazaña es una proeza, pero pone de nuevo en el ojo en las autoridades nepalesas, que siguen autorizando las ascensiones pese a que está habiendo casos positivos de COVID-19.
Sigurdur Sveinsson y Heimir Hallgrímsson comenzaron a toser cuando estaban a 7.000 metros, según un mensaje que ellos mismos publicaron el 27 de mayo, cuando contaron la dificultad de llegar de vuelta al campamento base. “En ese momento y en ese lugar había cero posibilidades de someterse a un test”, dijeron los montañistas en una publicación en la página web de Umhyggja, una organización de caridad que atiende a niños enfermos y para la que están recolectando fondos.
Antes de iniciar la ascensión, ambos habían dado negativo en un test de diagnóstico. Tras 67 días de viaje, los dos alpinistas llegaron a la cima, a 8.849 metros, el lunes 31 de mayo a las 4.30 locales (22.45 GMT del domingo). “En el descenso, comenzamos los dos a sentirnos muy cansados, a toser y a encontrarnos mal”, dijeron. Pese a las dificultades respiratorias lograron bajar y llegaron al campamento base, donde una prueba confirmó que eran positivos. Varios casos de coronavirus se están registrando en las últimas semanas entre los alpinistas extranjeros y ya han sido necesarias varias evacuaciones.
El gobierno de Nepal se niega a hablar de explosión de casos en el Everest y sigue permitiendo las ascensiones, a diferencia de lo ocurrido el año pasado. Pero al menos 100 escaladores y personal de apoyo se han infectado de coronavirus en el monte Everest. El austriaco Lukas Furtenbach, que se convirtió en el único guía que suspende su expedición al Everest por precaución frente al coronavirus, dijo que uno de sus guías extranjeros y seis sherpas nepalíes dieron positivo.
“Todos los casos que conocemos ahora, de pilotos de rescate, aseguradoras, médicos, líderes de expedición fueron confirmados y tengo las pruebas para demostrarlo”, declaró Furtenbach a The Associate press en Katmandú, la capital de Nepal. “Tenemos por lo menos a 100 personas que han dado positivo al COVID en el campamento base, y las cifras podrían ser entre 150 o 200”, agregó y afirmó que muchos casos eran evidentes en el campamento base del Everest porque vio a personas enfermas y las escuchó toser dentro de sus tiendas de campaña.
Este año, los candidatos a la ascensión de la cima más alta del mundo fueron muy numerosos, después de que todo quedara anulado en 2020. Un total de 408 extranjeros recibieron esta temporada permisos para escalar el Everest con la asistencia de centenares de sherpas y personal de apoyo que estaban estacionados en el campamento base desde abril.
Pero las autoridades nepalesas de montañismo han desmentido la existencia de algún caso activo de COVID-19 esta temporada entre los escaladores y personal de apoyo en todos los campamentos base en la cordillera del Himalaya. El montañismo en la región fue suspendido el año pasado debido a la pandemia.
Furtenbach dijo que la mayoría de los equipos que ascendieron no llevaban kits para pruebas de coronavirus y que antes de que el suyo se retirara ayudaron a efectuar exámenes y confirmaron dos casos. A finales de abril, un escalador noruego se convirtió en el primer caso positivo en el campamento base del Everest. Fue trasladado en helicóptero a Katmandú, donde fue atendido y regresó después a su país. “Nepal invitó a las expediciones extranjeras y nos garantizó la seguridad con relación al covid. Mis clientes no se sentían seguros en el campamento base”, agregó. El sector del alpinismo criticó mucho al gobierno nepalés por haber continuado autorizando las ascensiones. “No hay excusas para las mentiras flagrantes, las negaciones y los disimulos del gobierno esta temporada”, afirmó el bloguero especializado en la montaña Alan Arnette.
La temporada más difícil
Lakpa Sherpa ha escalado el Everest siete veces. Pero esta temporada 2021, marcada por la epidemia de covid-19, el rechazo de las autoridades nepalesas a admitir los contagios y dos ciclones que han impedido las ascensiones, es sin duda la más difícil de su carrera como guía.
“Esta temporada ha sido muy difícil. Ya trabajábamos bajo presión por el covid y el (mal) tiempo nos ha traicionado”, explicó este organizador de expediciones.
“Antes, había los ataques de tos, los resfriados corrientes y el riesgo de las avalanchas y las fisuras. Pero este año, el peligro está en el hecho que, en caso de infección de covid, no se es capaz de subir ya que (esta enfermedad) hace difícil respirar y causa cansancio”, explicó el guía Mingma Dorji Sherpa.
Tormenta de nieve
La anulación de la temporada el año pasado supuso una gran pérdida para la economía de Nepal, un país que depende mucho del turismo. Además de la pandemia, dos ciclones sacudieron India en mayo y limitaron el acceso al techo del mundo.
La semana pasado, cuando el segundo ciclón alcanzó el territorio indio, se produjo una gigantesca tormenta de nieve en el Everest que sepultó las tiendas de los últimos candidatos a la ascensión.
El número total de alpinistas que consiguieron llegar a la cima este año todavía no se ha publicado, pero el ministerio de Turismo estima que son unos 400, frente a los 644 en 2019.
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