No es novedad que las marcas de moda y hasta las tiendas departamentales y las series exitosas lancen colecciones cápsulas. La industria del fast fashion ya lo ha hecho y esta fusión se han convertido en un suceso en ventas para todos los fanáticos de estos filmes.
El último caso es el de Halston, la serie de moda que se puede ver por Netflix. Ahora, sus fanáticos podrán también adquirir algunos de los diseños del recordado Roy Halston.
“Estoy muy emocionado por poder traer al presente este legado a través de esta colección con Netflix. Ha sido muy interesante poder recrear los vestidos de archivo de Halston y reinterpretarlos para el presente”, declaró recientemente el actual director creativo de Halston, Robert Rodriguez.
Horas después del estreno de la miniserie el pasado viernes, Netflix y la firma de moda anunciaban su alianza en forma de colección cápsula. Así, una decena de vestidos, inspirados en los que aparecen en la serie, podrán comprarse a través de la web de la firma y en dos grandes almacenes de lujo estadounidense, Saks Fifth Avenue y Neiman Marcus, a un precio que oscilará entre los 900 y los 2.000 dólares a partir del 7 de junio.
La colección recrea los emblemáticos diseños con prendas de estética disco, con diversos guiños a los años 70 y los icónicos y atemporales vestidos fluidos, característicos del diseñador.
Halston, la nueva serie de moda para ver en la plataforma
“Dios bendiga a Jackie Kennedy”, “Que se joda Jackie Kennedy; dejó de llevar sombreros para no estropearse su horrible peinado” son los primeros diálogos de Halston, la serie que recrea la vida del diseñador más influyente del Nueva York de los años 70, el fundador de una firma que era sinónimo de lujo, sexo y fama.
Jackie Kennedy, Liza Minnelli, Greta Garbo o Elizabeth Taylor fueron algunas de las clientas de este diseñador que cambió las reglas del vestir y revolucionó el prêt-à-porter de Estados Unidos con prendas que exhalaban elegancia y un aire práctico, al tiempo que se vivía la noche con intensidad. Este diseñador que adquirió reconocimiento internacional, murió de sida a los 57 años.
Ahora, en cinco capítulos, Netflix compila la vida y obra de este creador visionario especialmente querido por el público de la famosa discoteca de Manhattan Studio 54 en la década de los 70 y los 80 en Halston.
En este biopic se ve que nació en una familia de clase media en Iowa, en Estados Unidos, en 1932 y que su padre maltrataba a su madre, un dolor que paliaba creando sombreros para ella con coquetas plumas de gallinas y pájaros de la zona.
“Los sombreros son esculturas, hacía sombreros para animar a mi madre, tuve una infancia especial”, dice en la serie un Roy Halston Frowick Halston, interpretado por Ewan McGregor.
Escapó de ese ámbito rural para convertirse en estrella y alcanzó la fama cuando creó el famoso sombrero “pillbox”, que llevaba Jackie Kennedy en la ceremonia de investidura presidencial de su marido.
En la serie dirigida por el exitoso Ryan Murphy, aparece como un diseñador exigente, autoritario, con (mal) carácter y muy obsesionado con el trabajo. En su vida privada se muestra en ocasiones frágil y en otras, déspota. Sin embargo, de cara a la galería vendía una imagen más reflexiva, cautivadora y libre.
Halston era la sofisticación y el exceso, con gran poder de seducción ante mujeres y hombres. Alto, delgado y guapo, un encantador de damas que vestía con chaqueta americana y jersey de cuello vuelto. Sus buenos modales, junto con su figura, le abrían todas las puertas y potenciaban un aura de éxito a su alrededor. Por la noche, se transformaba, buscaba sexo fácil, prefería esmoquin y bufanda de seda blanca, el uniforme con el que acudía a toda fiesta de empaque.
En estos capítulos, se ve cómo Halston apuesta por la sencillez extrema frente a la forma de vestir recargada. No pasan desapercibidos sus patrones cortados al bies de una pieza, sus vestidos túnica, los modelos drapeados y sus sencillos trajes pantalón y chaqueta que tanto gustaban a Bianca Jagger.
Trabajó para facilitar el vestir de las mujeres que se incorporaban al mundo laboral, al tiempo que se esforzaba por crear prendas de noche y festivas sensuales, amplias y vaporosas sin lazos o unos botones que lucían sus modelos, conocidas como “halstonettes”.
Su nombre y su estilo construyeron un imperio y definieron una era de lujo, fama y sexo, pero también tuvo que bregar para salvar su bien más preciado: Halston. Con tesón alcanzó la cima, lo más alto, pero tras sus gafas de sol y sus impulsivas caladas a un cigarrillo, Halston vio cómo perdía el control de su vida como consecuencia de grandes fiestas de alcohol y drogas.
Un diseñador con gran ambición que soñaba con vestir a todas las mujeres del país y que se presentaba diciendo “llámeme sencillamente Halston”, un caballero que termina su vida (al menos en la serie) contemplando el mar, solo, sin rumbo determinado y pidiéndole a su chofer: “Llévame a donde sea, tú únicamente conduce”.
Con información de EFE
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