Hay muchas cosas que se saben y muchas otras que no sobre la variante B.1.617.2 del SARS-CoV-1.
“Sabemos que se está extendiendo rápidamente (aproximadamente se duplica cada semana en el Reino Unido y casi se triplica la semana pasada de 520 a 1313 casos), que se está estableciendo en varias áreas en todo el país y que ya es la variante dominante en lugares como Bedford, Bolton y Blackburn”. Así comenzaron a explicar a The BMJ Stephen Reicher y sus colegas lo que ocurre en ese país con la mutación india del nuevo coronavirus.
Asimismo, en comparación con la variante B.1.1.7 dominante, se sabe que es muy probable que B.1.617.2 sea más transmisible y que podría transmitirse mejor entre personas que están completamente vacunadas, argumentaron.
Todavía no se sabe cuánto de la transmisión más rápida se debe a las características de la variante en sí misma en comparación con las características de aquellos que están infectados y, por lo tanto, cuánto más transmisible es la variante en sí.
Tampoco se sabe si y en qué medida la nueva variante socava la capacidad de las vacunas para proteger contra la infección, la hospitalización y la muerte o para evitar que se transmita la infección a otros. Todavía no se sabe si esta variante causa una enfermedad más grave.
En resumen, se sabe lo suficiente como para decir que esta nueva variante podría ser extremadamente grave. Según sugirió el Grupo Asesor Científico para Emergencias (SAGE) de ese país, los casos de B.1.617.2 serían 40-50% más transmisible que B.1.1.7, lo que “podría causar un aumento en las hospitalizaciones”.
“No sabemos lo suficiente como para estar seguros de cuán grave sería si se convirtiera en la variante dominante en el Reino Unido”, coincidieron.
“Así que nos enfrentamos a un caso clásico de toma de decisiones bajo incertidumbre en el que nuestras elecciones dependen necesariamente no solo de los datos emergentes, sino también de nuestra evaluación de los diferentes resultados posibles, que es una cuestión tanto de moral y política como de ciencia -sostuvieron-. Esencialmente, ¿cómo sopesamos la posibilidad de tomar medidas (en particular, retrasar la reapertura de espacios interiores, incluidos hogares y lugares de entretenimiento) que posteriormente resulta no haber sido necesaria frente a la posibilidad de no tomar medidas (permitiendo que la reapertura continúe) que , a través de una nueva ola de la pandemia, resulta haber sido necesario después de todo?”.
Sin embargo, antes de llegar a esa elección, hay una serie de cosas que deberían hacerse de todos modos, independientemente de las características de la nueva variante, pero que se vuelven aún más urgentes por la amenaza potencial que representa.
En primer lugar, para ellos, la situación que genera el surgimiento de nuevas variantes peligrosas se deriva de la forma en que, a nivel mundial, la pandemia es más grave que nunca, con infecciones que se descontrolan en América del Sur, Asia meridional y comenzando a crecer en África, lo que refuerza el adagio de que “nadie está a salvo hasta que todos estén a salvo” y enfatiza la necesidad de la redistribución de vacunas a corto plazo y las exenciones de patentes de vacunas a mediano / largo plazo.
En segundo lugar, para limitar la circulación de nuevas variantes se necesitan controles fronterizos mucho más sistemáticos y efectivos. “El actual sistema de semáforos, según el cual la cuarentena solo es necesaria para quienes proceden de determinados países, tiene fugas y es lento -concidieron-. Para cuando un país se identifica como un problema y se coloca en la ‘lista roja’ de cuarentena, generalmente ya es demasiado tarde. Se estima que unos 20.000 viajeros llegaron al Reino Unido desde la India desde el momento en que B.1.617.2 surgió como una amenaza”.
En tercer lugar, se necesita un sistema de prueba, rastreo y aislamiento local eficaz que no solo tenga capacidad de prueba, sino también suficientes rastreadores de contactos capacitados para identificar las infecciones lo más rápido posible. Además, se necesita un mayor apoyo financiero y práctico para que aquellos que necesitan aislarse puedan hacerlo. De hecho, si B.1.617.2 resulta ser más transmisible que B.1.1.7 entre quienes viven juntos (como sugieren los datos anecdóticos), esto hace que sea particularmente importante proporcionar un alojamiento local decente fuera del hogar.
En cuarto lugar, dada la creciente evidencia con respecto a la transmisión de aerosoles y, por lo tanto, el papel fundamental de la ventilación como medio de mitigación, la ventilación adecuada debe ser un criterio para la reapertura comercial, junto con un régimen de inspección mejorado y subvenciones disponibles para mejorar la ventilación, tanto en las empresas como en el hogar.
“Nuestra evaluación es que esta nueva variante de preocupación ha cambiado fundamentalmente el riesgo que enfrentamos y, por lo tanto, no se ha cumplido el cuarto criterio del gobierno para avanzar con la hoja de ruta -señalaron los expertos-. Debe tenerse en cuenta que una pausa de un par de semanas proporcionaría pruebas suficientes para informar la decisión en cuanto a si el aumento de mezcla interior puede seguir adelante sin correr el riesgo de una tercera ola. La pausa debería venir acompañada de un apoyo financiero continuo para las empresas y los trabajadores afectados”.
Y concluyeron: “Si el temor a retrasar la hoja de ruta es económico, nos referiríamos a la evidencia de que los países que actúan de manera temprana y adecuada para reprimir la infección obtienen mejores resultados, no solo en términos de salud, sino también económicos, y en relación con las libertades civiles. Si se afianzara una nueva ola, la devastación económica igualaría los costos de salud”.
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