Casi en sintonía, los países donde las campañas de vacunación alcanzan porcentajes elevados de población, de a poco comienzan a relajar las medidas para prevenir el coronavirus y la tan ansiada “nueva normalidad” empieza a aflorar.
El Reino Unido, Grecia, Portugal, España, Francia e Italia, aunque a distintas velocidades, aceleran desescaladas y acomodan sus restricciones para permitir planificar vacaciones de verano con “pases anti covid”, inmunización por vacunas, fin de cuarentenas, toques de queda “lights” y pruebas gratuitas para todos.
A partir de hoy lunes, los pubs, cafés y restaurantes en muchas partes del Reino Unido recibirán a sus clientes en el interior. Además, seis personas o dos hogares podrán reunirse dentro de las viviendas, con pernoctaciones permitidas.
Algunos expertos de ese país fueron consultados acerca de qué se sienten seguros hacer, qué todavía evitarán pese a que esté permitido, y si se animarán a abrazar a sus seres queridos.
“Probablemente me quedaría en el jardín del pub durante al menos las primeras semanas”, reconoció el investigador senior en salud global en la Universidad de Southampton, Michael Head, quien prefiere primero “ver el impacto de los entornos de interior en las tasas de casos en todo el Reino Unido”.
Melissa Lewis-Brown es directora de estrategia científica de Health Data Research UK y dijo que planea seguir aprovechando las comidas para llevar y los servicios al aire libre, especialmente a medida que mejora el clima. Si se aventura en el interior, buscará lugares que estén bien ventilados, que tengan una buena distancia entre las mesas y que las limpien con regularidad.
Sobre las clases de ejercicio en interiores, cuando los gimnasios reabrieron el mes pasado, la profesora Linda Bauld, experta en salud pública de la Universidad de Edimburgo, fue una de las que se beneficiaron de inmediato de los cambios en las reglas. Pero aunque se siente “razonablemente cómoda” con la reapertura de clases de ejercicios más suaves en el interior, como el yoga, tiene la intención de evitar sesiones de alta intensidad, como spinning, en el “futuro previsible”. Ella dice que el ejercicio aeróbico extenuante hace que las personas exhalen e inhalen más, lo que aumenta potencialmente el riesgo de infección.
En la misma línea, el doctor Bryan Bzdek, de la Facultad de Química de la Universidad de Bristol, explicó que una persona “inhala aproximadamente diez veces más aire durante el ejercicio intenso que cuando está sentado en una silla y respira normalmente”. “Hacer una clase de spinning es lo último que me gustaría hacer ahora mismo”, aseguró.
Para quienes gustan del ejercicio vigoroso, aún es más seguro hacerlo al aire libre, según los expertos.
Acerca de la posibilidad de viajar en avión, Bzdek estaría dispuesto a hacerlo, ya que, para él “la ventilación en los aviones suele ser bastante buena” y los pasajeros deben usar máscaras. Sin embargo, destacó que cualquier viaje internacional será para “propósitos realmente importantes”, como ver a su familia, que vive en los Estados Unidos.
Sin embargo, la profesora Bauld dice que si bien considerará tomar un vuelo nacional, quiere que los protocolos para viajes internacionales se desarrollen más antes de considerar viajar al extranjero. Y tras asegurar que en etapas anteriores de la pandemia, la importación de casos había sido un gran problema en Escocia, consideró que “desde una perspectiva de salud pública, es un eslabón débil”.
El profesor Jonathan Reid es especialista en química física de la Universidad de Bristol y consultado sobre la opción de quedarse con sus padres aseguró que será una “alta prioridad”, ya que no los ve desde octubre del año pasado.
“Esos estrechos lazos familiares son realmente importantes y eso es algo que quiero priorizar por encima de otras cosas”, remarcó, pero agregó que tomará precauciones, como sentarse en el jardín tanto como sea posible, mantener las ventanas abiertas y evitar viajes conjuntos en automóvil para “mitigar el riesgo tanto como pueda”.
En la misma línea, pocas medidas de cuidado se sufrieron tanto como la imposibilidad de abrazar a amigos y familiares. De allí que el anuncio del primer ministro Boris Johnson acerca de que el consejo de no abrazar a personas ajenas al grupo familiar se eliminaría en Inglaterra a partir del lunes fuera tan bien recibido en ese país.
Sin embargo, la profesora Bauld no es algo que planee hacer en el futuro previsible, especialmente con familiares mayores y más vulnerables. “Creo que el contacto físico cercano, en el que exhalas con otras personas que no pertenecen al mismo hogar, es algo que llevará un poco más de tiempo volver a hacerlo con más regularidad”.
En otro orden, muchas personas seguramente esperan ansiosas el regreso a las salas de cine, pero lo cierto es que los expertos fueron cautelosos a la hora de ingresar a los cines interiores u otro entretenimiento en interiores.
El punto a favor es que las salas suelen ser grandes, lo que permite que los concurrentes permanezcan separados. Bzdek sin embargo, dijo que probablemente se sentirá más cómodo yendo a mediados de junio, momento en el que espera haber recibido la segunda dosis de su vacuna.
A su turno, la profesora Bauld aseguró que será “cautelosa” acerca de asistir a los cines por el momento porque son espacios cerrados. “Pero si está bien administrado, si hay distanciamiento y, por supuesto, la gente se cubre la cara, entonces eso es bastante justo”, agregó, al tiempo que dijo que no disuadirá a los familiares de ir.
Consultado al respecto por Infobae, el médico infectólogo Roberto Debbag (MN 60.253) consideró que si bien “ir a un restaurante en el interior bajo protocolo, con ventilación adecuada y distanciamiento podría hacerse, en esta época de incremento de casos debería ser al aire libre”.
Con él coincidió la médica infectóloga María Cecilia Niccodemi (MN 105624), quien al momento de comer fuera de su casa, “preferiría en el exterior de un restaurante”. “Y si las condiciones climáticas no lo permiten, podría ir al interior si hay ventilación adecuada, distancia entre las mesas y limpieza adecuada”, agregó.
Respecto a viajar en avión, a la especialista del staff del Centro Médico Doctor Stamboulian y Sanatorio La Trinidad San Isidro la situación le parece “de alto riesgo y esperaría a que más gente esté vacunada”.
Para Debbag, en cambio, “viajar en avión es seguro”, y apuntó que ir al gimnasio, al cine o reunirse en una casa “inclusive estando con dosis completa de vacunas no lo haría en las próximas semanas epidémicas”.
“Podría ir al gimnasio en el interior si se hace rutina de aparatos y las máquinas están distanciadas y el ambiente ventilado -consideró Niccodemi-. Pero una clase aeróbica por ejemplo preferiría hacerla al aire libre, no la haría en una sala con varias personas cerca”.
Y tras opinar que “iría al cine si las condiciones son las adecuadas y el recambio de aire es el recomendado”, la especialista destacó que sigue prefiriendo los encuentros con familiares y amigos al aire libre. Y reconoció que “abrazaría a los mayores que estén vacunados y en la medida de lo posible con el barbijo colocado”.
“Ahora, luego de la normalización de las actividades como pasa en Inglaterra, los EEUU o Israel, creo que sí volvería a una vida no de euforia post pandémica como se estima que podría haber sino que viviría con prácticas de mayor cuidado que las que teníamos antes -analizó-. Volvería al gimnasio o al cine, pero con algunos requisitos que no son protocolo de COVID, pero sí condiciones que nos enseñaron que la vida saludable y los ambientes seguros pueden ser mejorados”.
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