Este lunes por la tarde, Victor Adrián Occhiuzzi, un músico de folklore que se presentaba bajo el nombre artístico de Chacho Cruz y trabajaba también como taxista, murió luego de haber sufrido un paro respiratorio con un cuadro de COVID-19.
Tres días antes, el viernes pasado, su hija María Fernanda había pedido el apoyo de amigos y familiares por su estado de salud a través de su cuenta de Facebook. “Hola amigos. Pido cadena de oración por mi padre, hija, yerno y nietos. Los tengo a todos con este virus maligno”, publicó la mujer.
Algunas horas más tarde, el sábado por la mañana, Fernanda reveló en otra publicación que su padre -de 75 años de edad- había enfermado luego de recibir la segunda dosis de la inmunización contra el COVID-19.
“Hace más de 20 días le colocaron la vacuna rusa. Ahora lo llamaron para la segunda dosis y le colocaron la vacuna china. Vuela de fiebre y perdió el gusto. Tengan cuidado porque no son compatibles y pueden activar el virus. Son unos bestias, te ponen cualquier cosa, por eso mi papá está así”, denunció la mujer.
Sin embargo, Infobae constató que Occhiuzzi había sido inoculado el 7 de abril con la vacuna Sinopharm y que recibió la segunda complementaria el pasado miércoles 5 de mayo. Al parecer, la confusión fue generada luego de que el propio Occhiuzi le dijese a su familia que la primera vacuna recibida era la Sputnik V. Sin embargo, el certificado oficial indica que se trató de la Sinopharm. En cuanto a la dosis complementaria, el certificado está en blanco.
Entre ese sábado y la tarde del lunes, la salud del cantante empeoró y sus hijos informaron sobre su estado minuto a minuto a través de sus redes. Victor debió ser internado y asistido con oxígeno, luego sufrió un paro respiratorio y en pocas horas quedó intubado y en coma inducido. “Solo el milagro de Dios queda”, escribió su hijo Fabián el lunes temprano.
“Hicimos tantas cosas juntos. Él por su lado, solo, como Chacho Cruz. Él se fue. Estábamos bárbaros. Lo llamaron el martes pasado para que se presentara el miércoles a darse la segunda dosis contra el COVID-19. Fue contento, decía que iba a estar bárbaro porque iba a tener la segunda dosis. A las pocas horas de volver a casa se empezó a sentir mal, con falta de aire, muchos inconvenientes de su cuerpo que no los tenía. Fue empeorando hasta que lo internaron en el Hospital Español. Se atendía ahí por PAMI”, expresó en un audio Paloma, viuda del músico.
Finalmente, algunas horas más tarde, Occhiuzzi, nacido en Salta y criado en el barrio porteño de Mataderos, falleció. Este martes por la mañana, amigos y familiares despidieron sus restos en el Cementerio de Flores. Sus hijos y nietos también lo despidieron en redes sociales con el recuerdo de su carrera artística y su pasión por la música folclórica argentina.
“Lo amaba todo el folklore. Quiero que se sepa que amaba la pintura. Un poco quien sabe a través mío, porque yo tenía que ver con esas cosas. Íbamos tantas veces a ver exposiciones, lo cuento porque es lindo. Esto es lo que pasó. Se fue peleando”, completó su mujer entre lágrimas.
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