Alguno de los gestos de barrera para luchar con la pandemia del coronavirus podrían terminarse a mediados de año, al menos en los países que logren avances significativos en los planes de inmunización. Así surge de una carta firmada por 22 destacados científicos y académicos británicos que solicitan que dicha regla quede abolida para permitir a las personas “recuperar el control de sus propias vidas”.
El análisis de una prueba piloto en eventos masivos no encontró un aumento en los casos de COVID-19 entre los asistentes. Esta conclusión, que integra una información provisional, será presentada al primer ministro, Boris Johnson, mientras el país avance en su plan de desescalada con más de la mitad de la población con al menos una dosis de una vacuna anti-coronavirus.
El trabajo británico coincide con los resultados del recital de la banda de indie rock “Love and Lesbian”, celebrado en Barcelona hace pocas semanas, donde no hubo brotes significativos de COVID-19. Los fanáticos de la música, amontonados en el arena del Palau Sant Jordi, fueron monitoreados como parte de un ensayo realizado por el equipo de investigación del Hospital Germans Trias i Pujol, donde se comprobó que el concierto para 5.000 personas no fue un evento de “super difusión”.
Para la junta científica del Programa de Investigación de Eventos del Reino Unido, que está a cargo del Departamento de Cultura, Medios de Comunicación y Deporte, se podría permitir una salida de las reglas de distanciamiento social, las burbujas de apoyo y las exenciones.
Varios científicos que asesoran al Gobierno inglés se han sumado a la carta, incluido Robert Dingwall, profesor de sociología en la Universidad de Nottingham Trent, que forma parte del Grupo Asesor de Amenazas de Virus Respiratorios Nuevos y Emergentes (Nerv Tag).
Otros signatarios incluyen al profesor Carl Heneghan, director del Centro de Medicina Basada en Evidencia de la Universidad de Oxford, y al profesor Anthony Brookes, genetista y científico de datos de salud de la Universidad de Leicester.
En el pedido para el Reino Unido, los científicos indican que los barbijos no deberían ser obligatorios a partir del 21 de junio y que la recomendación para las máscaras a los chicos escolarizados ya habría que eliminarla. Los solicitantes señalan que el uso de tapabocas, si se prolonga en el tiempo, puede generar un daño mayor a la sociedad.
El propio diario The Times, da por confirmada esta posibilidad. La regla de distanciamiento social de “más de un metro” se eliminará a partir del 21 de junio en virtud de los planes para garantizar que todos los restaurantes, pubs, teatros y cines puedan reabrir por completo.
En algunos casos, será necesario usar máscaras para mitigar los riesgos, pero significará que los lugares pueden reabrirse a plena capacidad por primera vez en 15 meses.
Evitar un enfoque obsesivo
La carta abierta de los científicos británicos establece que “no se puede crear una buena sociedad con un enfoque obsesivo en una sola causa de mala salud” y pide que se levanten todas las restricciones el 21 de junio, la fecha final de la hoja de ruta de Boris Johnson para salir del encierro.
Para reclamar una medida de estas características, los científicos del gobierno han estado monitoreando el impacto de varios eventos: cuatro mil personas asistieron a la semifinal de la Copa FA entre Leicester City y Southampton, 8.000 personas en la final de la Copa Carabao entre Manchester City y Tottenham, que se jugaron en Wembley este mes. Además, hasta 1.000 asistentes por día han ido al Campeonato Mundial de Snooker en el Crucible Theatre de Sheffield, que comenzó el 17 de abril.
La junta científica ha descubierto que muchas de las medidas de protección implementadas en los eventos de prueba parecen estar funcionando, sin hacer falta el distanciamiento social. Las medidas de mitigación que se mencionan en el informe incluye la entrada escalonada, una comunicación clara con los asistentes y una mejor ventilación en los lugares interiores, todo esto con vacunación, e incluso sin barbijos.
En todos los casos, la carta de los expertos subraya que como medida se imponga el requerimiento tanto de pruebas PCR, como el reciente éxito en la trazabilidad y rastreo que está mostrando la generalización de los test de autocomprobación de antígenos rápidos nasales, que por ejemplo, son requisito escolar con un hisopado al menos 2 veces por semana.
El gobierno de Londres tiene un plan de desescalada, donde eventos deportivos, teatros, espectáculos y cines vuelvan a la actividad en junio. En ese sentido, la “vista buena” de los científicos, reconoce los bajos niveles de propagación del virus en el país en la actualidad.
En vísperas a recuperar libertades en el próximo verano, los británicos debaten sobre la apertura de fronteras, si las personas vacunadas pueden disfrutar de más libertades y hasta qué punto se deben utilizar los “pasaportes verdes”. El jueves pasado se dispuso que los turistas británicos y extranjeros que ofrezcan prueba de vacunación o una prueba de PCR negativa podrán visitar Francia nuevamente a partir del 9 de junio, según los planes filtrados.
Los ingleses esperan anuncios con precisiones, que influyen sobre la forma de vida durante el resto del año a medida que la pandemia disminuya en los próximos dos meses, con el plan de vacunación como eje principal. Las decisiones finales recaerán en Johnson, según describe el diario británico The Telegraph, quien aguardará los datos finales de los ensayos y pruebas en las próximas semanas antes de anunciar el camino a seguir.
El ejemplo catalán
“No fue un evento de gran propagación”, fue la conclusión de que un concierto de rock para 5.000 personas en Barcelona, llevado a cabo como prueba hace unas semanas, y donde expertos monitorean a los miles de asistentes.
El concierto de la banda Love of Lesbian se llevó a cabo en el pabellón deportivo del Palau Sant Jordi el 27 de marzo. La consigna fue sin distanciamiento social, aunque con el uso de barbijos. Para los participantes, había que aceptar una prueba de antígeno en el lugar o presentar los resultados negativos de una prueba realizada en las ocho horas anteriores.
La investigación, parte de un estudio piloto realizado por el equipo de investigación del Hospital Germans Trias i Pujol, resultó en que solo se detectaron seis casos de coronavirus. Según Josep Maria Llibre, miembro del departamento de enfermedades infecciosas del hospital, tras una revisión adicional de estos contagios, se determinó que cuatro de los casos no habían sido detectados en el concierto.
Las conclusiones son otro argumento, que de acuerdo a los investigadores, corresponden analizar a las autoridades sanitarias para introducir protocolos para futuras liberalizaciones a las restricciones implementadas por la pandemia.
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