La semana pasada, a través de su cuenta personal de Twitter, el científico Eran Segal, profesor de biología computacional en el Instituto de Ciencias Weizmann, compartió algunos datos que dan cuenta de los avances en Israel que posicionan a la campaña de vacunación llevada adelante en este país como la más rápida y efectiva del mundo: desde mediados de enero, cuando el país registró un pico de casos, al 25 de abril ya había 98% menos casos (116 por día), 97% menos de enfermos críticos (seis por día), 99% menos muertes (dos por día).
Segal sintetizó en unos pocos caracteres algo de lo que ya se viene hablando: Israel, gracias a su exitosa campaña de vacunación contra el COVID-19, recobró cierta normalidad diaria, con el fin de restricciones, la reapertura de las escuelas para dar clases presenciales e, incluso, la eliminación de la obligatoriedad de utilizar tapabocas en lugares al aire libre.
Con 9 millones de habitantes, Israel ya administró el esquema completo a más de la mitad de su población, por lo que las tasas de infección están disminuyendo a un ritmo constante. Según datos de Johns Hopkins University & Medicine Resource Center, acumula 838.576 casos y 6366 muertes, pero Our World in Data destaca que el 58,40% de la población se encuentra vacunada con ambas dosis y el 62,43% tiene al menos una dosis.
El sábado de este último fin de semana, Israel registró 13 nuevos casos de coronavirus, según destacó el Ministerio de Salud. Actualmente, se realizan unos 10.000 testeos durante los fines de semana, en comparación con los 30.000 a 35.000 que se hacen en días de semana. Sin embargo, Israel no había registrado un número tan bajo de nuevos portadores del virus desde mayo de 2020. De hecho, solo el 0,1% de las pruebas realizadas el sábado arrojaron un resultado positivo, el más bajo desde el inicio de la pandemia. La semana pasada, entre 75 y 100 personas dieron positivo al virus durante los días de semana.
Para trazar un comparativo frente la mes previo, el sábado 3 de abril se habían identificaron 124 casos y 30 días antes había 1.878. En el pico de la pandemia en enero y febrero, incluso los sábados, el número de casos diarios superó los 2.500.
Actualmente, hay menos de 1.500 casos activos de COVID-19, en comparación con miles en enero. Hasta ayer, domingo, por la mañana, 102 pacientes se encontraban en estado grave, menos de una décima parte del número en el pico de la pandemia, informó el Ministerio de Salud, destacó The Jerusalem Post.
Menos de 10 personas sucumbieron al virus durante la semana pasada. Hace más de un mes, se registraba aproximadamente el mismo número de muertes todos los días. Se reportaron decenas de víctimas diarias a principios de año.
La tasa de reproducción del virus, o “R”, que mide cuántas personas infecta cada portador del virus en promedio, se ha mantenido estable en torno a 0,8 durante varias semanas, lo que demuestra que, a pesar de las amplias aperturas, la enfermedad está retrocediendo.
Mientras tanto, la campaña de vacunación, que todos los expertos atribuyen a la positiva situación del país, continúa, aunque con lentitud. La semana pasada, se vacunaron entre 10.000 y 12.000 personas todos los días, en comparación con más de 200.000 todos los días en su punto máximo. Hasta ahora, unos 900.000 adultos elegibles han optado por no vacunarse.
Unos 5,4 millones de israelíes han recibido al menos una dosis de la vacuna contra el coronavirus, y 5,1 millones de ellos recibieron ambas dosis.
El Ministerio de Salud está deliberando durante cuánto tiempo se pueden extender los certificados de vacunación y los Pases Verdes y cuándo las personas van a necesitar una vacuna de refuerzo. Los certificados de vacunación y los Pases Verdes de las primeras personas que fueron inoculadas expirarán a principios de junio.
El ministerio se encuentra en contacto con los fabricantes de vacunas sobre el tema, y también ha estado monitoreando a las primeros 2 millones de personas que fueron vacunadas y rastreando su tasa de infección.
Desde el inicio de la pandemia, a nivel global, el COVID-19 ocasionó más de 152,9 millones de contagios y 3,2 millones de muertes, de acuerdo al monitor de Johns Hopkins University & Medicine Resource Center.
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