La inmunidad contra el COVID-19 de las llamadas personas de riesgo desvela a las autoridades sanitarias de todo el mundo. Es que los mayores de 60 años, junto con quienes padecen enfermedades preexistentes, y entre ellos aquellos que fueron sometidos en el pasado a un trasplante de órgano figuran entre los prioritarios a la hora de recibir una vacuna para prevenir el coronavirus.
En este contexto, recientes investigaciones realizadas en los hospitales israelíes Beilinson y Sheba de Tel Hashomer detectaron que se registró una disminución en la cantidad de anticuerpos contra el coronavirus en las personas que atravesaron en el pasado trasplantes, pese a haber recibido las dosis de las vacunas.
Es así que el 82% entre quienes recibieron un trasplante de pulmones no desarrolló anticuerpos en la cantidad suficiente, incluso tras haber recibido el esquema completo de vacunación.
Ruthi Rajmimov, directora del Servicio de Trasplante de Riñón del Beilinson, señaló a medios israelíes que “en el marco de un estudio con alrededor de 300 receptores de trasplantes, se encontró que alrededor del 75% de ellos no desarrollaron anticuerpos en respuesta a la vacuna”.
“Los receptores de los trasplantes pensaron que estaban vacunados después de recibir las dosis de la vacuna, y de hecho salieron del aislamiento y ahora estamos viendo una ola de morbilidad severa e incluso mortalidad entre los receptores de trasplantes de riñón”, indicó.
Los investigadores descubrieron así que los receptores de trasplantes de órganos pueden seguir teniendo un alto riesgo de contraer COVID-19 incluso después de estar completamente vacunados contra el nuevo coronavirus.
Uno de los estudios israelíes analizaron las respuestas humorales de 139 receptores de trasplante de riñón después de recibir ambas inyecciones de la vacuna Pfizer-BioNTech, y compararon sus resultados con un grupo de control de 25 participantes sanos.
Si bien todos los participantes del grupo de control mostraron una respuesta de anticuerpos positiva a la proteína de pico, sólo 51 de los 136 (37,5%) receptores de trasplantes de órganos tuvieron serología positiva.
En general, los niveles medios de anticuerpos “fueron significativamente más bajos” en comparación con los participantes de control, dijeron los investigadores. Los receptores de trasplantes que de hecho mostraron una serología positiva eran típicamente más jóvenes que los que no lo tenían.
Además, el periodo de tiempo más largo entre el trasplante y la vacunación se asoció significativamente con una respuesta serológica positiva a las vacunas de ARNm.
“Los factores de predicción más importantes de la imposibilidad de generar una respuesta humoral en nuestra cohorte de receptores de trasplante de riñón fueron la edad avanzada, la necesidad de corticosteroides en dosis altas durante el último año (previo a la vacunación), el mantenimiento con tres medicamentos inmunosupresores y un régimen que incluye Micofenolato de mofetilo MMF”, escribieron los autores del estudio, según publicó The Jerusalem Post.
Los investigadores agregaron que se sabe que el MMF tiene un “efecto supresor sobre el sistema inmunológico, incluida la inhibición de la producción de anticuerpos”, y señalaron que “cuanto mayor es el grado de inmunosupresión, es menos probable que el paciente responda a la inmunización”.
De los 139 participantes del estudio, sólo dos desarrollaron infecciones graves por COVID-19 después de una vacunación completa. Uno requirió hospitalización severa 12 semanas después de ser vacunado y el otro murió nueve semanas después de recibir la segunda dosis de la vacuna Pfizer.
Las tasas de respuesta reducidas a las vacunas entre los receptores de trasplantes fueron bien documentadas a través de estudios publicados anteriormente que cubren otras vacunas comunes, como las que protegen contra la hepatitis B, la gripe o las antineumocócicas.
Si bien el estudio confirma hallazgos anteriores, los investigadores señalan que es necesario realizar más investigaciones para determinar si los pacientes con estos niveles serológicos bajos tienen un mayor riesgo de contraer coronavirus y cuál sería la gravedad de la enfermedad si es así, considerando que no ha habido un “umbral de anticuerpos protectores” bien establecido.
Los investigadores recomiendan que los receptores de trasplantes de órganos reciban asesoramiento sobre su propia inmunización personal y adopten un “enfoque individual” del asunto, además de seguir practicando el distanciamiento social y otras medidas para protegerse contra las infecciones por COVID-19.
La razón por la que los receptores de trasplantes están incluidos entre los pacientes de riesgo es que los tratamientos que reciben para que su cuerpo no rechace el órgano trasplantado, deterioran la capacidad del sistema inmunológico para desarrollar los anticuerpos en respuesta a la vacuna. Aún se desconoce la cantidad de anticuerpos desarrollados por los pacientes sometidos a quimioterapia.
SEGUIR LEYENDO