En días en los que Israel se encuentra cerca de alcanzar la inmunidad de rebaño, debido a la alta tasa de vacunación de su población, nuevos estudios siguen echando luz acerca de cómo puede impactar en las personas el uso del barbijo para evitar diferentes tipos de contagios.
Situado en el barrio de Tel HaShomer de la ciudad de Ramat Gan, el Centro Médico Sheba, el hospital más grande de Israel, llegó a la conclusión recientemente de que disminuyó el 65% en la cantidad de hospitalizaciones de pacientes con casos graves de asma y se redujo 49% el número de consultas urgentes a la guardia por parte de pacientes con esta misma afección durante el primer trimestre de 2021.
El asma es una enfermedad crónica que se caracteriza por ataques recurrentes de disnea y sibilancias, que varían en severidad y frecuencia de una persona a otra. Los síntomas pueden sobrevenir varias veces al día o a la semana, y en algunas personas se agravan durante la actividad física o por la noche, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). De acuerdo a la entidad, en la actualidad hay 235 millones de pacientes con asma.
La médica Nancy Agmon-Levin, jefa de la Unidad de Inmunología Clínica, Angioedema y Alergia del Centro Médico Sheba, a cargo del estudio, sostuvo que “los barbijos bloquean los agentes infecciosos y, definitivamente, el polen”.
Agmon-Levin, graduada en la Escuela de Medicina Hadassah de la Universidad Hebrea, en Jerusalén, y con una especialización en Inmunología Clínica en el Centro Alemán de Investigación del Cáncer (DKFZ), Heidelberg, Alemania, declaró a Jerusalem Post que ella y su equipo venían escuchando comentarios de pacientes de que tenían muchas menos alergias este año en comparación con años anteriores. El dato no es menor si se tiene en cuenta que en Israel, según el ministerio de Salud de ese país, las alergias afectan al 30% de la población.
“Eso nos llevó a pensar en que probablemente se debía al uso de barbijos, pero pensamos en cómo podríamos probar la idea”, explicó Agmon-Levin, miembro de la Sociedad Israelí de Inmunología Clínica y Alergia y de la Sociedad de Reumatología. “Verificamos las derivaciones al servicio de urgencias por asma, de las cuales entre el 80% y el 90% de todos los pacientes con asma se deben a alergias”.
Si bien hubo una disminución grande en las derivaciones por asma, solo hubo una caída de alrededor del 10% en las derivaciones generales al departamento de emergencias durante el mismo período.
“Uno sale al aire libre durante la Pascua, una época en la que florecen muchas plantas que son altamente alérgicas en Israel, con tapabocas y la mayoría del polen no penetra la nariz y la boca, por lo que tendrá muchas menos alergias”, dijo Agmon-Levin. “Es una buena idea que se pueda disminuir la exacerbación del polen con algo que cuesta 90 centavos en comparación con los medicamentos que normalmente les damos a los pacientes, que son muy costosos y tienen muchos más efectos adversos”.
Consultado por Infobae, Pablo Moreno, presidente de la Asociación Argentina de Alergia e Inmunología Clínica (AAAeIC), sostuvo: “Es muy interesante este enfoque; el uso del barbijo ha mostrado tener un efecto protectivo en algunos trabajos, siempre y cuando el asma esté controlado y el paciente continúe usando la medicación correspondiente”.
Además, el especialista argentino agregó que entre el 70% y 90% de los pacientes el asma responde a causas alergénicas y, en épocas de polinización, aquellas personas que tienen alguna patología asociada al asma o a la alergia, al no estar en contacto directo con el polen, por el uso del tapabocas, podrían aminorar los síntomas”.
El relevamiento el Sheva Medical Center es el segundo estudio israelí publicado sobre el tema. El Galilee Medical Center y la Universidad Bar-Ilan publicaron un informe a fin del año pasado en el Journal of Allergy and Clinical Immunology y mostró que el 40% de 215 enfermeras que usaban máscaras quirúrgicas o barbijos N95 experimentaron menos estornudos y sufrieron menos por tener la nariz congestionada mientra que el 54% de quienes tenían alergias leves dijeron que sintieron que los síntomas mejoraron.
También en España se abordó este tema. Tanto así que la Sociedad Española de Inmunología Clínica, Alergología y Asma Pediátrica recomienda el uso de tapabocas (en este caso, las homologadas FFP2) para los niños alérgicos al polen al ser más eficaces que las quirúrgicas, dado que filtran hasta el 95% de partículas y se ajustan mejor a la cara.
En este aspecto, la alergista neoyorquina Purvi Parikh, alergóloga e inmunóloga de Allergy & Asthma Network, compartió: “El barbijo casi actúa como una barrera entre usted y el polen cuando está afuera. Incluso puede proteger contra alérgenos en interiores si usa una máscara puertas adentro mientras está trabajando o lo que sea”.
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