“El 73° día de la independencia de Israel también marca su salida de COVID-19, al menos por ahora”, escribió ayer en Twitter Eran Segal, uno de los científicos más prestigiosos de Israel, y profesor de biología computacional en el Instituto de Ciencias Weizmann. “Desde el pico de mediados de enero hay un 98% menos casos; 93% menos de enfermos críticos; 87% menos muertes; 85% de 16 años o más vacunado/infectados”
“La vida está cerca de volver al pre-COVID. Probablemente se puedan levantar las restricciones restantes”, vaticinó con una esperanza muy argumentada que celebró también el prestigioso doctor Eric J. Topol, profesor de medicina molecular en el Instituto Scripps Research que formó parte del consejo asesor del Proyecto de rastreo COVID.
“Las vacunas funcionan. Las vacunas funcionan”, repitió en un tweet una y otra vez haciendo referencia a las cifras presentadas por Segal, antes de concluir: “Y muy bien. También contra B.1.1.7”, destacó en referencia a la variante del coronavirus identificada por primera vez en Gran Bretaña.
¿Por qué resalto esta cepa? Porque en su país, los Estados Unidos, la variante B.1.1.7 se ha vuelto la más dominante. “Piénsese en ella como una versión superpropagadora del virus, capaz de superar a las variantes que no pueden transmitir con tanta eficacia. Sabemos por Gran Bretaña, donde esta variante ha sido responsable de casi el 100 por ciento de las infecciones, que las vacunas han sido muy efectivas para reducir casos, hospitalizaciones y muertes. Los informes de Israel, que ha vacunado a su población más rápidamente que cualquier otro país, han demostrado que la eficacia de las vacunas de ARNm no se vio disminuida por las tres ‘variantes de preocupación’ más comunes”, destacó en un artículo publicado bajo su firma en The New York Times.
Estados Unidos está viviendo una cuarta ola de COVID-19, más dramáticamente en Michigan, donde en las últimas dos semanas el número de nuevos casos ha aumentado un 60% y las muertes y hospitalizaciones se han más que duplicado.
“Las vacunas no estaban disponibles en las oleadas anteriores”, observó el médico, pero ahora, “con la actual afluencia de vacunas, es posible detener el aumento de casos tan pronto como aparezcan. Desafortunadamente, Estados Unidos está estrictamente comprometido con la asignación de vacunas basándose únicamente en los índices de población, en lugar de utilizar un enfoque específico para controlar los puntos calientes como Michigan. Este enfoque es contrario a lo que se ha demostrado que funciona en otros países como Israel y Gran Bretaña”.
En cambio, Israel, que ha llevado a cabo la campaña de vacunación contra el coronavirus más rápida del mundo, puede estar vislumbrando el fin de la pandemia en su territorio, como remarca Segal. El país tiene 9 millones de habitantes y, el 85% de la población mayor de 16 años ya fue vacunado contra el COVID-19 o infectado por el virus. Casi 5 de sus 9,5 millones de habitantes (53% de la población) ya recibió las dos dosis de la vacuna Pfizer en Israel.
De esta manera, la vida común ya casi se recuperó por completo.
En enero, el mes al que hace referencia Segal en el que se experimentó la tercera ola de COVID-19, había por momentos 10 mil casos confirmados al día, pero el país hebreo logró reducir el número de contagiados a menos de 200 gracias a la vacunación.
Esto permitió a las autoridades reabrir restaurantes, bares y las playas, además de llegar a acuerdos con Chipre y Grecia para que los israelíes viajen por turismo a estos países.
Además, el miércoles anunciaron que a partir del 23 de mayo autorizará la llegada de turistas. Las autoridades israelíes habían cerrado de forma casi hermética las fronteras a los viajeros por ocio tras el inicio de la pandemia en marzo de 2020.
Los ministerios de Sanidad y Turismo indicaron que los turistas podrán volver a Israel a partir de finales de mayo si están vacunados y presentan un test PCR negativo, además de hacerse una prueba serológica en su llegada a Israel que demuestre la eficacia de su vacunación.
Primero, las autoridades israelíes solo autorizarán los viajes “en grupo” y el número será “limitado”, precisó el ministerio de Turismo en un comunicado. Más adelante, los turistas ya podrán viajar de manera individual, aunque esta posibilidad dependerá de la evolución de la crisis sanitaria.
Infografía: Marcelo Regalado
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