Las revistas de moda son siempre una fuente de inspiración para los amantes de la industria fashionista y quienes les apasiona ver lo último en tendencias. Es así que cada editorial convoca mes a mes a diferentes personajes para que protagonice la portada y así atraer a más y más lectores.
En meses anteriores, la revista Vogue convocó para abrir el año a Penélope Cruz y Dua Lipa, en sus versiones británicas y españolas, mientras que, en febrero, la elegida para protagonizar “la biblia de la moda” fue la vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, con un espléndido traje negro y zapatillas de lona.
Para esta oportunidad, en abril, Vogue convocó a la cantante Selena Gomez, Vanity Fair a la actriz Anya Taylor-Joy, y Elle a la top model Hailey Baldwin.
Vestida por Prada y aros de Sophie Buhai, fotografiada por Ryan McGinley y el estilismo de Yasgua Simmons, la actriz Anya Taylor-Joy, protagonista de “Gambito de Dama”, fue elegida por la revista Vanity Fair para abril.
Taylor-Joy, la menor de seis hermanos, nació en Miami, pero su familia se mudó a Buenos Aires cuando ella aún era bebé. “Mi madre me crió para que siempre mirara las cosas dentro de las personas en lugar de las de afuera”.
Taylor-Joy recuerda en la entrevista con la revista que el primer día que se vio en la pantalla grande todo su cuerpo se enfrió. “Sentí que decepcionaría a todos. Estaba aterrorizada de no volver a trabajar nunca más “.
A pesar de que tiene ya filmadadas varias películas, la talentosa actriz cobró popularidad este último tiempo por su actuación en “Gambito de Dama” en el papel protagónico de Beth. “Voy a tener que darle a este personaje mucho de mí para contar la historia correctamente”, contó.
De ser una niña de un orfanato, Beth pasó a ser una estrella del ajedrez a la que todos le temían jugar una partida. Su cabello colorado y sus estilismos entallados, marcaban a una mujer muy sensual al que los fotógrafos y los diarios querían tener siempre en su tapa.
“Solíamos bromear en el set de que estábamos devolviendo la sensualidad al ajedrez”, dijo Taylor-Joy. “No pensamos que eso es lo que la gente realmente pensaría. Me encanta el hecho de que la gente diga: Sí, voy a jugar al ajedrez con este tipo, va a ser muy bueno”.
La cantante Selena Gomez posó para Vogue. En medio de polémicas declaraciones sobre su cuerpo y el posible abandono de su carrera musical, la exestrella de Disney fue fotografiada por Nadine Ijewere, la primera mujer negra que se encarga de la portada de la edición estadounidense de Vogue.
“Una vez que me detuve, acepté mi vulnerabilidad y decidí compartir mi historia con la gente, fue entonces cuando me sentí liberada”, dijo Gómez, fotografiada en su patio trasero en Los Ángeles luciendo un bralette y culotte de tiro alto bordado a mano firmado por Dior y, como accesorio, una bandana de Hermès.
En la entrevista, la solista habló de todo. “El objetivo de la cuarentena para mí era simplemente detenerme, y me cuesta mucho hacerlo. Y mi enfoque principal era realmente la política, y asegurarme de que me lo tomara en serio”, confesó a Vogue.
El éxito de su carrera comenzó en la TV actuando en Barney y luego en otras series de Disney. Desde ahí, nunca más paró y se convirtió en una gran estrella a la que los centennials aman y piden autógrafos en las calles. “Creo que pasé tantos años tratando de decir lo correcto a la gente para mantenerme cuerda” y agrega: “Soy una persona que gusta mucho a la gente”, agregó.
Sin embargo, en la vida de Gomez no todo fue color de rosas. Le diagnosticaron lupus y tuvo que hacer tratamientos y parar con todos sus compromisos laborales. “Sabía que no podía continuar a menos que aprendiera a escuchar mi cuerpo y mi mente cuando realmente necesitaba ayuda”, agregó: “Y luego empiezo a pensar en mi vida personal, y pienso, ‘¿Qué estoy haciendo con mi vida?’ y se convierte en esta espiral”, dijo.
Por último, en la edición de Estados Unidos de Elle, la elegida fue Hailey Baldwin o también llamada Hailey Bieber -por estar casada con Justin Bieber-. La top model, retirada de las pasarelas pero no de las campañas gráficas de las mejores marcas de moda y de editoriales de revistas internacionales, fue convocada por la revista para su portada de abril.
En una fresca tapa mostrando lo último de tendencias de primavera-verano para el hemisferio norte, Baldwin dio una entrevista íntima, luciendo un costoso bustier bordado de Gucci y fotografiada por el gran artista Mario Sorrenti.
Baldwin es una de las más fotografiadas en los últimos tiempos por los paparazzis de Hollywood, pero siempre cumpliendo con las medidas de cuidado para el COVID-19, usando mascarilla. Ante esto, la top model dijo: “A veces puede ser un poco frustrante tener que respirar mi mismo aire y usar esto en todas partes”. “Pero una cosa que me gusta es que los paparazzi no pueden verte la cara. Soy una mujer joven, y es muy extraño que todos estos hombres adultos te sigan todo el tiempo. Todavía no estoy acostumbrada y no creo que deba acostumbrarme nunca, porque es extraño y no es normal. Honestamente, es posible que nunca deje de usar la máscara en público, digámoslo de esa manera”.
La modelo está casada con el cantante Justin Bieber desde 2018, y sobre su relación dijo: “Justin estaba en una etapa de su vida en la que podía tomar decisiones como, ‘Terminé con las chicas y he terminado con la fiesta”, dijo a Elle. “Fuimos amigos primero durante mucho tiempo antes de que hubiera algo romántico. Pero siempre supimos que estábamos alineados con lo que queríamos en nuestro futuro. Habíamos hablado de querer casarnos jóvenes y tener una familia joven y construir una vida. Incluso, antes de que supiéramos que queríamos estar juntos”, agregó sobre cómo comenzó su matrimonio.
“Me casé cuando tenía 21 años, dos meses antes de cumplir los 22, lo cual es increíblemente joven. Y suena casi ridículo cuando lo dices en voz alta. Aunque creo que para alguien como yo y alguien como Justin (es diferente)... Hemos visto mucho para nuestra edad. Ambos hemos vivido lo suficiente como para saber que eso es lo que queríamos”, apuntó.
Sin embargo, no todo fue brillos para Baldwin al comienzo, y lo contó a la revista: “Al comienzo de nuestro matrimonio, solo quería esconderme. Yo estaba como, ‘no quiero que la gente esté tan metida. ¿No puede haber anonimato? ¿Puedo recuperar algo de eso?’”.
Y, a raíz de eso, decidió desactivar los comentarios de su cuenta de Instagram, donde solamente pueden escribirle a quienes ella siga. “Alguien me dijo que silenciar los comentarios públicos realmente reduce tu compromiso con el público. Y yo estaba como, ‘No me importa el compromiso! La gente me está aterrorizando. Compromiso, engaño. ¡No me importa!”.
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