“Mientras tanto en Israel: se sigue aplastando la curva a pesar de tener una economía casi completamente abierta”, twitteó el domingo por la noche Eran Segal, uno de los científicos más prestigiosos de Israel, y profesor de biología computacional en el Instituto de Ciencias Weizmann. “Desde el pico de mediados de enero: 96% menos casos; 90% menos de nuevos enfermos críticos diarios; 85% menos muertes. Los casos diarios (promedio semanal) ahora son 327; no ha sido tan bajo desde junio de 2020.”
Así, Segal resumió algo de lo que ya se venía hablando: Israel, que ha llevado a cabo la campaña de vacunación contra el coronavirus más rápida del mundo, puede estar vislumbrando el fin de la pandemia en su territorio, algo que parece muy difícil de imaginar para tantos otros países.
Israel tiene 9 millones de habitantes y ya ha administrado el esquema completo a más de la mitad de su población, por lo que las tasas de infección están disminuyendo a un ritmo constante. Según datos de la Johns Hopkins University, acumula 834.446 casos y 6243 muertes, pero Our World in Data destaca que el 55,92% de la población se encuentra vacunada con ambas dosis, y el 60,87% tiene al menos una dosis. De esta manera, la vida común ya casi se recuperó por completo.
En enero, el mes al que hace referencia Segal en el que se experimentó la tercera ola de COVID-19, había por momentos 100 mil casos confirmados al día. Ahora, en cambio, el número total de casos no alcanza esa cifra.
La semana pasada, Segal había realizado una presentación en el departamento de Medicina de Stanford, y había afirmado que la tasa de mortalidad de coronavirus en Israel había bajado más de un 90% desde ese pico en enero, hecho que volvió a reiterar en un tweet que recorrió el mundo.
Luego, comparó la situación en su país durante la segunda ola, antes de que hubiera vacunas, con la tercera, que ocurrió durante la campaña de vacunación. Después de la tercera ola, “el efecto de las vacunas entró en acción”, aseguró. “El número R (el crecimiento de las infecciones) ha caído desde entonces a su nivel más bajo en la pandemia a pesar de que la economía está más abierta de lo que ha estado durante un año”.
Para asegurar el libre acceso a establecimientos como teatros, recitales, hoteles y gimnasios, Israel implementó un “pase verde”, una app con la que la persona acredita que ha sido completamente inoculada o que cuenta con inmunidad luego de haber transitado la enfermedad.
Para las Pascuas, sus ciudades recobraron la vitalidad. Las playas de Tel Aviv, por ejemplo, se encontraban repletas, y al atardecer las personas asistían con total normalidad a bares y restaurantes, que también cuentan con escáneres para el pase verde.
Pero, obviamente, el uso de las máscaras todavía es generalizado, ya que siguen siendo obligatorias en interiores y al aire libre. Según Sharon Alroy-Preis, directora del departamento de salud pública, se está considerando aflojar esta regla al aire libre, pero todavía permanece en pie, ya que el Ministerio de Salud continúa en alerta por las variantes de COVID que azotan el mundo. Ésta es la razón por la que Israel también mantiene firmes sus restricciones a viajeros internacionales.
“El programa de implementación de vacunación en Israel fue asombrosamente bien”, había dicho el científico israelí en diálogo con Eric J. Topol, uno de los más prestigiosos médicos de los Estados Unidos y actual editor en jefe de Medscape. “Empezamos a finales de diciembre. Pensamos que iría a un ritmo de unas 50.000-60.000 personas al día, que es un poco menos del 1% de la población. Pero en el pico, vacunamos a un cuarto de millón de personas todos los días. Para traducir eso al tamaño de la población de Estados Unidos, hay que multiplicar ese número por 40, lo que equivaldría a vacunar a 10 millones de personas todos los días en Estados Unidos”.
“Aproximadamente a las 3 ó 4 semanas del programa, comenzamos a ver que nuestros números iban bajando. No lo informamos, porque inicialmente no lo sabes, ¿es ruido? ¿Es real? Pero en retrospectiva, cuando analizamos los datos de 3 semanas antes, podríamos decir que fueron las vacunas las que tuvieron un efecto. Todos los días la tendencia continúa y mejora aún más”, había asegurado.
Por otro lado, Israel podría comenzar la vacunación de los adolescentes de 12 a 15 años en mayo, informaron los funcionarios de salud el jueves, después de que los laboratorios Pfizer y BioNTech anunciaran que su vacuna contra el COVID-19 es 100% eficaz en este grupo de edad.
La vacuna Pfizer/BioNTech, basada en la innovadora tecnología del ARN mensajero, fue la primera vacuna anticoronavirus aprobada en Occidente a finales de 2020. Su uso ha sido validado en Israel y en otros países para personas de 16 años o más.
Un estudio realizado en condiciones reales en Israel -donde más de la mitad de la población de 9,2 millones de habitantes recibió dos dosis de la vacuna Pfizer-BioNTech- demostró una eficacia del 94%.
El miércoles, ambos laboratorios confirmaron que los ensayos clínicos realizados en 2.260 adolescentes de 12 a 15 años en Estados Unidos habían “demostrado una eficacia del 100% y respuestas de anticuerpos robustos”, con la esperanza de que la vacunación de este grupo de edad comience antes del próximo año escolar.
“Estamos esperando la aprobación de la FDA (Agencia Estadounidense de Medicamentos)”, dijo el jueves Nachman Ash, el coordinador israelí de la lucha contra el coronavirus, en la radio pública Kan. “Esto será discutido aquí por nuestro equipo de vacunación, (...) tomará algunas semanas más, entre un mes o dos”, añadió.
Los niños están menos expuestos a los casos graves de la enfermedad, y también la transmiten menos (sobre todo los menores de 10 años). Por lo tanto, su vacunación no era hasta ahora una prioridad.
Sin embargo, “estamos asistiendo a un aumento del número de niños hospitalizados” algunos “sin síntomas que sufren complicaciones (...)”, declaró el jueves el director del ministerio de Salud israelí, Hezi Levy, en la radio del ejército.
Además de su exitosa campaña de vacunación tradicional, Israel apuesta por seguir generando avances en el mundo de la medicina a través de un ensayo clínico de fase 1 para lo que podría convertirse en la primera vacuna oral COVID-19.
Oramed Pharmaceuticals, una firma de base tecnológica desarrollada por Hadassah-University Medical Center, anunció recientemente un joint venture con Premas Biotech, con sede en India, para desarrollar una nueva vacuna oral contra el coronavirus. El desarrollo lo están llevando adelante a través de la empresa Oravax Medical y la vacuna oral produjo anticuerpos con éxito en un estudio preclínico después de una dosis única.
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