El viejismo es una tendencia, un sesgo del pensamiento, por el cual uno mira a determinadas personas de determinada manera. Hay muchos tipos de discriminación, como también se hace como el gordismo, que es a las personas que tienen sobrepeso, y el viejismo es a las personas que tienen mayor edad que uno, pero en especial a las personas de más de 60 años.
Esto consiste en pensar que la gente de más de 60 años es inútil, descartable, que no puede trabajar, que no se puede divertir, que no puede tener sexo, que no puede bailar, que no es una persona útil para la sociedad, y que es una carga.
Pero esto no es así. Una persona que llegó a los 60 años tiene la posibilidad de vivir casi tantos años como los que vivió de adulto, por lo menos, 25 o 30 años más. Es una persona que tiene mucho para dar.
¿De qué depende el tema de la edad? Imagine dos ochos. En el primero está la que indica el documento, y la otra es la que le trajo su herencia, la que heredó de su parte biológica, la genética y cómo la cuidó, si consumió tóxicos, si realizó actividad física. Y otro ocho acostado, que es cómo se ve en el espejo, que es lo más importante de cómo se ven las actitudes, porque lo peor que le puede pasar a un adulto mayor es cuando los demás lo tratan como un viejo, que esa persona también se trate como un viejo.
No hay nada peor que tratarse a sí mismo como un viejo y decir: “Esto no voy a poder hacerlo”, “yo ya no estoy para estas cosas”. Lo he escuchado decir a personas de 60 años, “esto no es para mí”, y también que dicen: “Doctor me retiré, pero siento que tengo que hacer algo en la vida porque no tengo un ikigai (significa el sentido de la vida en japonés)”.
Si usted a los 60 dice que ya está jubilado, y se jubiló mentalmente, a partir de ese momento, va a empezar a venirse para abajo. El tema de la actitud es muy importante. ¿Qué me digo yo con respecto al peso? Cuando me duele la rodilla, me digo: “Tengo que entrenar más porque necesito desarrollar más masa muscular que esté gastable en esa rodilla”. Si yo digo “me duele la rodilla y me tengo que quedar quieto”, ahí es cuando se empieza a perder masa muscular, perder huesos, fuerzas, y movimiento.
¿Qué hacer? Cuando me dicen que estoy muy viejo para hacer algunas cosas, me apuro para hacerlas, yo hago exactamente lo mismo. Yo personalmente tengo este pensamiento y a mí me sirve y lo encontré bien sintetizado, así también lo decía Pablo Picasso.
El COVID-19 y los adultos mayores
La Organización Mundial de la Salud (OMS) insiste en que hay que garantizar que las personas mayores sean protegidas de COVID-19 sin estar aisladas, estigmatizadas, dejadas en una situación de mayor vulnerabilidad, sin poder acceder a las disposiciones básicas y a la atención social. Este consejo cubre el tema de recibir visitantes, planificar suministros de medicamentos y alimentos, salir de forma segura en público y mantenerse conectado con otros a través de llamadas telefónicas u otros medios. Es esencial que las personas mayores reciban el apoyo de sus comunidades durante el brote de COVID-19.
Entre las recomendaciones y consejos para este segmento etario, establecer los vínculos familiares es muy importante. Restablecer el contacto con hijos, nietos, sobrinos y hermanos para que tengan una vida social plena, ya que está demostrado que mejora la calidad de vida. Pero dichos encuentros deberían ser al aire libre, en plazas, patios o balcones, manteniendo la distancia de 1,5 mts y con barbijo.
Las mejores medidas sanitarias son las que detectan rápido, los contactos y los aíslan. La detección temprana de síntomas atribuibles a COVID-19, puesto que esto, sobre todo en adultos mayores, es vital a la hora del pronóstico posterior. La estrategia de vacunación tan esperada, con vacunas eficaces, por supuesto, es fundamental. Es por esto mismo que los adultos mayores deben seguir cuidándose hasta que la situación epidemiológica mejore, cuidándose y sobre todo, la sociedad debe seguir comportándose de manera adecuada para no diseminar el virus intra- comunitariamente.
*El doctor Alberto Cormillot es un reconocido médico argentino especialista en obesidad, educador para la salud, escritor y conferencista. Fundó y dirige la Clínica de Nutrición y Salud que lleva su nombre, Dieta Club, la Fundación ALCO (Anónimos Luchadores Contra la Obesidad) y el Instituto Argentino de Nutrición, desde donde asesora a industrias para la elaboración de productos dietéticos y saludables.
Realización: Melanie Flood y Thomas Khazki //Edición de video: Patricio Staricco// Producción: Macarena Sánchez
SEGUIR LEYENDO: